Capítulo 16

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KIM JONGIN

Podemos cambiar pero jamás podremos

 sustituir nuestras emociones por unas sin sentimiento.

—Bésame como quieras —le dije, acercándome a sus labios. Kyung-soo me besó y sentí una explosión de fuegos artificiales en mi mente. 

Los labios de Kyung-soo se reunían con los míos como una reunión gloriosa, además tenían ese caritativo gusto a chicle que si no fuera por sus manos sobre mis hombros, seguro estaría tirado sobre el suelo con mi cuerpo encima.

No llegué a profundizar, no lo logré pues Kyungsoo se apartó de mí con una notoria expresión de confusión.

Por sus ojos ensanchados, supe que también estaba confundido porque haberlo besado fue algo de impulso y dejarme llevar por ello fue lo peor. Tenía un compromiso, un novio al cual amo y sobre todo una vida ya formada. Pero ahí entra Kyungsoo, el hombre que cambió un pequeño tazón de cordura durante estos días.

Él era y será parte de mi familia, por esa razón quería evitar este encuentro. Pero no podía contra la fuerza magnética que tenía con él. Ya no sabría descifrar lo que ocurrió.

—No... No lo vuelvas hacer... Nos dejamos llevar, no se repetirá — jadeó con desesperación —. Ésta vez obedéceme. No quiero destruir tu matrimonio.

Lo que no sabe es que ya podría estarse arruinando.

Y duele pensar de esa manera.

—No lo harás. Y si llega arruinarse mi compromiso, no te hagas ideas absurdas — aclaré tocando de nuevo sus mejillas pero al breve momento fui empujado una vez más. Sus manos estaban hechas puños sobre mi pecho. Estaba molesto.

Su mirada se encontró con mis zapatos, y básicamente estaba tratando de ignorarme o eso creí hasta que pequeñas gotas cayeron sobre mis pies. Estaba llorando y no sabía qué hacer. Si me volvía a acercar puede que me aparte otra vez y si inicio una conversación, no me responderá. Rasqué mi cabello, relamí mis labios y una vez más me acerqué. Coloqué las palmas sobre el pupitre cerca de sus muslos e inclino la cabeza hasta rozar mi nariz con su cabello.

— ¿Por qué lloras? — sacudió su rostro, negándome la posibilidad de escucharlo —. Puedes decírmelo, Kyungsoo.

—No.

Sonreí como un idiota al ver sus dedos jugar con el borde de su camiseta, y eso me incitó a tomar su barbilla. Ayudé a levantar su rostro y conecté mis ojos con sus esferas bañadas en un profundo lago de lágrimas, esos tan expresivos y bonitos que me robaban hasta el último aliento. Apoyé mi frente con la suya, rogando con mis labios poder sentirlo otra vez, sin embargo rocé nuestras narices para darle un ambiente más delicado.

—No sé lo que te haya ocurrido, Kyung, pero trataré de averiguarlo.

—Será mejor que no lo hagas — contestó temeroso —. Cuando lo descubras sentirás asco por mí... Vas a odiarme... Sentirás repulsión y te alejarás, lo sé.

Me aparté sin dejar de mirarlo. Me estaba diciendo que podría asquearme con su pasado, pero él sabe perfectamente que eso nunca pasará. Ahora he descubierto algo, y sí, estoy formando una familia con Baekhyun pero no puedo dejar solo a Kyungsoo, no podría cuando nos besamos y en esos momentos en que sus labios tocaron los míos, movieron cosas dentro de mí.

Toqué su labio inferior con unos de mis dedos. Había sequedad, pero tenía un buen color y buena forma de la cual podrías degustar con dulzura.

Tentar mi suerte de esa manera... es contradictorio. Incluso mentirme sobre una familia ahora, en estos momentos, es como caer en un abismo de emociones.

Heaven «KaiSoo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora