Heaven «KaiSoo»

Capítulo 27

KIM JONGIN

— ¡Déjame en paz y lárgate! — gritó, haciéndome encoger de la inseguridad, apretando el tarro de pintura entre mis brazos.

Avancé un poco hacia él, y negué dispuesto a lograr mi cometido.

—Lo haré, te guste o no ¿de acuerdo?

—No puedes dejarme en paz, ¿verdad? Quieres hacer que dependa de ti, que te quiera cuando en realidad te odio más que a Junmyeon.

Decir que no me dolió sus últimas palabras sería como mentirle a los cielos sobre mi existencia. Nunca nada me dolió tanto como sus palabras, de verdad fue muy lejos.

—Sabes... Sé que estás mintiéndome.

— ¡Que no, que te odio! — vuelve a gritar, empujándome con fuerza —. ¡Sólo vete, desaparece de mi vida, Jongin! ¿Por qué es tan difícil hacerlo?

—Porque te amo — le suelto las palabras y él traga con fuerza, niega y cierra los ojos.

—Ya sabes lo que pienso del amor, es algo que...

Lo interrumpo tras ponerme de pies y acercarme a él decidido.

—No vuelvas a lo mismo, sabes perfectamente que amas y muy bien. Me amas a mí.

Abre los ojos como si hubiera hecho un descubrimiento, ojos llenos de miedo que no me doblegaron.

—N-no puedes saberlo — tartamudea y sé que miente —. No te amo...n-nunca te amé —y vuelve a mentir, arrastrando las palabras con fingido asco—. Deja de ser arrogante y vete de una buena vez, vuelve a tus estudios y desaparece.

Bien. No me deja de otra.

Me acerco un poco más e intento tocar su mano, él se aleja rápidamente y me comienza a insultar de muchas maneras "Patético" es el más común.

— ¿Es lo que quieres? ¿Quieres que te deje solo una vez más? — pregunto lleno de emociones.

— ¡Por fin lo entiendes! — alza las manos al cielo —. Sabía que eras inteligente, ¡por fin!

Y no me duelen sus palabras porque en sus ojos demuestra el miedo de que me aleje y lo deje solo. Sé que me quiere cerca, y no lo dejaré ir así no más.

—Lo lamento tanto — digo con fingida decepción—, pero no te podré dar con el gusto —le sonrío y me acerco hacia él tan rápido, logrando que este cayera encima de la cama con los ojos furiosos. Toco su mejilla y la beso—. Volveré luego, espero que no seas gruñón y me dejes pintar de una buena vez esta habitación.