Una Historia De Marvel

Viaje en el tiempo

Dimensión 2
1974

-¿1974?. No, no es posible, estamos en 2016...
-¿De qué hablas? Peter...-Y lo entendió: Peter venía del futuro. Por eso no entendía donde vivía, y claro... vivía en el año 2016
-Señor...¿está usted bien?- vaciló Peter al ver la cara de desconcierto de Xavier.
-Peter... tal ves no lo entiendas pero... tu eres del futuro, me refiero a que tu presente es mi futuro y... el lugar donde estas ahora, mejor dicho el tiempo... es tu pasado, bueno, no tu pasado ya que en este año tu todavía no existes.
-Pero... no puede ser...
-Peter, entiendo que estés confundido...
-¡Esto es increíble!
-Ya lo creo...
Ambos se quedaron callados.
-Creo que lo mas seguro es que te quedes aqui -Dijo Charles.
-Pero todavía no se quien eres, se que te llamas Charles, pero no te conozco.
-Peter, yo se quien eres tú, y lo se porque soy telépata, tengo superpoderes, como tú, y como todos mis estudiantes.
-Todos esos chicos que estaban en el vestíbulo tenían...
-Superpoderes, exacto, talentos especiales que los... nos hacen diferentes al resto de los humanos.
-Ok, me quedaré... pero si no regreso mi tía se volverá loca.
-Mañana veremos como hacer para que regreses.
-Está bien.
-Te daré una habitación.
Ambos salieron de la habitación y Charles guió a Peter por un largo pasillo.
Llegaron a la puerta de una habitación.
-Creo que es mejor que te quedes aqui-Dijo Charles y apunto hacia arriba- allí están todos los estudiantes y es preferente que no te vean por ahora... aunque, no te aseguro que alguno no te encuentre, y bueno... te interrogue. No le cuentes a nadie de donde vienes ¿Puede ser?
Peter asintió con la cabeza.
-Está bien. Mañana hablaremos. -declaró Charles, y dicho esto se retiró del cuarto.
Peter estaba confundido. Se tiró sobre la cama, era muy cómoda.
Comenzó a inspeccionar la habitación, era considerablemente más grande que la suya; tenía ventanas grandes y sus cortinas eran largas, hasta el piso; había un ornamentado armario en frente de la cama y muchas lamparas elegantes.
Sus pensamientos se salían de órbita:
¿Había más personas como él? Bueno, claro, los Vengadores, él había luchado junto a ellos y contra ellos pero, ¿había más personas así, tantas como para llenar un colegio? Y los estudiantes de esta escuela ¡debían de tener su edad! o algo parecido. ¿Y qué clase de poderes tenían? Porque los de los Vengadores o los suyos eran normales al lado de los de Xavier, él podía leer la mente!!! ¿Cómo era posible?
Cerró sus ojos, y continuó pensando, pero pronto esos pensamientos comenzaron a distorsionarse. Abrió los ojos en lo que le parecieron unos minutos. El sol traspasaba la ventana, las cortinas habían quedado corridas: ya era de día. Se había quedado dormido. Se levantó, todavía tenía algo de sueño pero no era momento de dormir. Se acercó a la puerta y escuchó como muchas perdonas caminaban y hablaban a lo lejos, tal ves en el piso de arriba, tenía un agudo sentido del oído y de los otros sentidos también.
Abrió la puerta y salió al extenso pasillo, comenzó a caminar sigilosamente. Sintió que alguien se acercaba y rápidamente se ocultó en el umbral de una puerta.
-Peter, no es necesario que te ocultes.
Salió de su escondite, era Xavier. Se acercó con su silla de ruedas.
-Ah, lo lamento, es que...-Dijo algo nervioso
-No hay problema. Ven, acompáñame, te presentaré a alguien.
Peter lo siguió hasta su despacho. Al entrar vio a un hombre parado junto al escritorio, se acercó a él y le extendió la mano sonriente.
-Soy Hank McCoy, y tú debes ser Peter
-Así es.- Le estrechó la mano.
-El profesor ya me ha contado todo, solo que ahora queremos saber cual es tu poder ¿Podrías mostrarnos?
-Yo no...no tengo ningún poder-Dijo algo nervioso Peter
-No tienes porque ocultar lo que eres con nosotros. -Dijo con calma Charles.
-Es...está bien.
Peter se acercó a la pared, junto a la puerta, donde no había muebles.
Puso sus manos sobre la pared y comenzó a trepar lentamente, cuando llegó al techo, se dio vuelta y extendió su mano, de donde salió una tela de araña en forma de cuerda que se pegó al techo, se soltó de la pared, se columpió y cayó limpiamente en el suelo junto a los hombres.