Una Historia De Marvel

Después de tanto tiempo

Dimensión 1
Actualidad

-¿Es enserio? Maldición... Está bien, adiós- Victoria cortó la llamada
-¿Y? ¿Qué te dijo? -preguntó impaciente Peter.
-Se lesionó el tobillo, debe hacer reposo.
-Que mal, no podrá ir con nosotros.
-Bueno, por lo menos somos menos- dijo Francesca.
-¿Ah, si? ¿Y que tiene eso de bueno?-Preguntó secamente Victoria.
-Nada...
-Pues vamooooos- dijo impaciente Peter.
-Por supuesto.- dijo Victoria.
-Claro- dijo Francesca sujetandose al brazo del chico- ¿Me llevas?
-Si...-Dijo Peter pero no concluyó porque Victoria lo interrumpió diciendo rápidamente:
-Claro que te llevará, a menos que quieras ir en auto o caminando. No lo sé, ¿Cuanto te llevaría cruzar al otro lado del país?
-Siempre sarcástica- Dijo Peter riendo
-Así es- y le guiñó un ojo, acción por la cual Francesca se puso roja de furia y, sin soltar a Peter del brazo dijo:
-Vamos- mirando al chico a los ojos.
-Está bien- Peter habló embobado.
Se colocó los anteojos y agarró a Victoria.
(...)

Una vez en aquel acantilado entraron en la cueva, se oían los golpes de las olas junto a ese lugar. Caminaron solo un par de metros, resbalaron con algo q no vieron y cuando abrieron los ojos se encontraban en otro lugar, mucho menos oscuro, dentro de una alcantarilla. Subieron por la escalera y levantaron la tapa... Para su sorpresa, aquella calle, aquella ciudad, Nueva York, no estaba como la anterior vez en la que fueron, no, se encontraba en estado de guerra, todo eran escombros, polvillo en el aire, autos volcados, gritos, gente corriendo, igual que en el sueño de Francesca, la ciudad era el escenario de una batalla entre los Vengadores y un ejercito de extraterrestres.
Apenas vieron la escena lo entendieron. Se alejaron del centro de la ciudad, luego, al querer volver sabiendo que para cumplir su misión  de salvar a Pietro deberían esperar unos años y no tenían asegurado su regreso a casa, se produjo un temblor, y al llegar a la alcantarilla, esta se había cerrado.

-Tal ves tú no tienes una vida allá, pero yo sí, tu no eres mi única amiga- Gritaba Francesca mientras se le escapaba una lluvia de lagrimas.
-Lo sé, me di cuenta, en el colegio, acaso crees que no sé que eres popular. Hola, vamos a la misma escuela. Y para que lo sepas, ustedes si son mis únicos amigos, bueno, ustedes y James- dijo fríamente Victoria.
-Oye, tranquilízate. - le dijo Peter a Francesca.- ¿Sabes? Yo tengo una madre y una hermana, pero esto es más grande que un par de años de mi vida.
-Exacto- dijo Victoria- ¿Por qué viniste entonces? ¿Si no estabas dispuesta a arriesgarte por esta misión?
-Misión- La rubia se reía falsamente- ¿Misión? ¿Qué misión? Esto es algo que tú querías hacer. Todo esto es tu culpa.-Terminó gritándole esas últimas palabras.
-Francesca, cálmate!- Era la primera vez que Peter le hablaba de esa manera. Francesca se sorprendió mucho al escucharlo.- Estamos juntos en esto, quieras o no, ya es inevitable, estamos atrapados en una dimensión a la que ninguno pertenece.- Parecía que hubiese madurado en cuestión de minutos, era extremadamente extraño que Peter estuviera serio.
-Okey- Dijo dolida, no esperaba que Peter le hablara de esa manera.- ¿Y ahora que haremos?
-Esperar- contestó el muchacho.
-¿Por cuanto?
- 3 años- Dijo Victoria
(...)

Habían pasado casi tres años, viviendo en un lugar al que no pertenecían, se adaptaron, claramente. Vivían los tres en un pequeño apartamento, muchas cosas habían sucedido en ese largo tiempo: Francesca y Peter eran novios, de hecho, no mucho tiempo después de estar allí, reconocieron que se atraían. Peter era realmente rápido, apenas se conocían en realidad ya que nunca habían pasado mucho tiempo juntos, porque Francesca no iba muy seguido a casa de Victoria. Aprendieron a sobrevivir solo ellos tres, porque, a pesar de estar en una ciudad llena de personas, habían establecido un regla: no hablar ni relacionarse con nadie aparte de ellos.
El momento estaba por llegar, y así fue, cuando un día mientras Victoria caminaba sola por la calle, observando como todos los días a esa hora por la noche la torre Stark, actual torre de los Vengadores. Y fue ahí, en ese momento, después de haber esperado tanto tiempo, tanto tiempo en el que sus amigos quisieron rendirse y aceptar que debían formar una nueva vida allí, a lo que ella se negó rotundamente, con la esperanza y su objetivo fijo, cuando varios robots atacaron a los Vengadores, quienes se encontraban en casi uno de los últimos pisos del edificio, y, mientras Victoria veía eso con sus binoculares, supo que el momento había llegado, Ultrón había despertado, el momento se acercaba, corrió lo más rápido que pudo a su apartamento que se encontraba bastante lejos de ahí, pero, por más que quisiera, no tenia los poderes de Peter. Cuando llegó, agotada y con la respiración agitada abrió la puerta de un golpe.
-Llegó!- Dijo dificultosamente a la pareja que se encontraba sentada en el sillón viendo una película romántica.
"Que idiotas" pensó Victoria al ver esa escena.
-¿Estas bien?- le preguntó Peter.-¿Qué te pasó?
-Llegó el momento- dijo ahora más tranquila, apoyada sobre una pared - Ultrón despertó. Debemos salvar a Pietro.
-No hablas enserio- Dijo Peter
-Claro que sí.
-No puede ser.-Dijo Francesca
-Oh, por el amor de Dios, ¿acaso son idiotas?- Dio un vistazo a la película que estaban viendo en el televisor y pensó: "Claro que lo son" mirando asqueada esa película y por un momento se le vino a la cabeza la imagen de ella viendo las películas de superhéroes con Peter, había pasado tanto tiempo.- Les digo que sí.
-Pero...-Francesca habló dubitativa, pensaba en todo el tiempo que había pasado allí, extrañaba a su familia, a sus amigos, su vida. No podía creer que por fin el momento había llegado.
-Entonces, debemos actuar- dijo Peter. Era tan diferente, más serio, ya no hacia bromas, robaba solo lo necesario, casi ni usaba sus poderes, Victoria ya ni recordaba que tenia poderes, hasta ese día. Francesca lo quería mucho, después de todo era su novia, pero Victoria pensaba que su relación hizo que Peter fuera otra persona, extrañaba a su amigo, al verdadero Peter, al idiota que estaba siempre molestando, riendo y demostrando ser feliz, y haciendo feliz al resto de la gente, a ella. ¿Por qué carajo estaba viendo una película romántica? "Ese no es Peter" pensaba la pelinegra, y lo extrañaba mucho "¿Cómo es posible que una persona cambie tanto?" se preguntaba cada vez que lo veía.
Pero dejó de pensar en eso, lo importante ahora era rescatar a Pietro, esa era su prioridad. Y por fin, después de tanto, había llegado el momento.