Una Historia De Marvel

Victoria

Dimensión 1
Actualidad

Victoria despertó luego de un alocado sueño. Alocados, esos eran definitivamente la clase de sueños que mas le gustaban.
No tenia ganas de levantarse, y ademas era domingo, así que decidió seguir durmiendo. Pero, a pesar de intentarlo ya no podía hacerlo. Se levantó, puso una pelicula en su DVD; una de sus peliculas favoritas: Los Vengadores.
Ya la había visto incontables veces, pero nunca se cansaba de ella, ni de todas las otras películas de ese tipo (Spiderman, X-Men, Capitan America, Ironman, etc, etc.)
Luego de un rato, notó que había varias cosas tiradas en el suelo, se preguntó por qué sería, pero no llegó a ninguna hipótesis razonablemente normal, intentó decidir si debía levantarlas y acomodar un poco su cuarto (era un desastre) o si lo haría mas tarde. Decidió hacerlo en ese momento ya que probablemente si lo dejaba para después lo olvidaría. Comenzó entonces, de mala gana (pues odiaba acomodar su cuarto, no porque no le gustara el orden, sino porque consideraba que perdía minutos de vida que podrían ser utilizados para algo que de verdad le gustara hacer), a acomodar cada cosa en su lugar, se agachó debajo de su cama y...le dio un vuelco en el estomago, vio el suelo de otra habitación desde el punto de vista debajo de la cama de la misma. Lo primero que se le vino a la mente fue la temática del sueño que había tenido: portales que daban paso a otras dimensiones.
- Debo estar loca- pensó Victoria. Pero luego se planteó: ¿Por qué no?
Cualquiera habría desechado esa idea de inmediato, pero Victoria pensó en ella cada vez con mas convicción. Sabia que no era normal, nunca lo había sido, pensaba que todo era posible sin importar lo mas remoto que sea. Llena de curiosidad, se recostó boca abajo sobre el suelo y se arrastró debajo de su cama. Al llegar a la otra habitación y alegrarse de que efectivamente eso era una especie de portal, se llevó una sorpresa aun mas grande (y ahora si que no podía creerlo): Estaba...estaba en la habitación de...de Peter Maximoff. Ese personaje, Quicksilver, que tantas veces había visto en sus películas, allí estaba, en su habitación, la reconocería como fuera: había una mesa de ping pong, un videojuego de Pacman, y un estante lleno de golosinas ...robadas, de eso estaba segura.
No había nadie en el cuarto, aprovechó esa ausencia para observar detenidamente esa habitación que tanto le había gustado al ver X-Men: Días del futuro pasado.
No podía creerlo, que suerte tenía, de todos los ligares del mundo a los que podría haber ido a parar justo le había tocado aquella habitación, entonces se paró en seco: ¿Cómo era posible que apareciera en la habitación de un personaje ficticio en lo que eran los años 70? No era posible, tenia que estar soñando, pero en el fondo sabia que todo eso si estaba pasando realmente.
Se agachó debajo de la cama y vio a través de esta el suelo de su habitación; se paró nuevamente, no quería irse de allí. Se sentó en la cama, reflexionando, pensando, estaba eufórica, feliz, muy feliz.
Escuchó un ruido en la escalera y una ráfaga de viento la rozó.
-¿Quién eres?- preguntó Peter parado frente a ella.
Victoria se levantó de la cama de un salto. Era imposible, Quicksilver estaba frente a ella.

*Este capitulo está dedicado a Charo, quien me hartó para que lo escribiera*