Lady Shopie #1

Capitulo 9: "Confesiones secretas"

¿Quién sería? ¿Acaso ya se había dado cuenta de que ella no era Lady Shopie Hilleland y venían a echarla?
Esa sola idea la estremecía de nervios.

Creyó que su corazón se le saldría del pecho. Echó un vistazo al espejo por si el maquillaje se habría corrido, no, todo estaba en su lugar.
Realmente no esperaba a nadie en aquellos momentos, ¿a quién esperaría ella?

Emma caminó lentamente hacía la puerta, se acomodó bien el vestido, alisando las telas y las enaguas con sus manos y abrió. Se sorprendió al ver quién tocaba su puerta.

-Claire- Dijo- Pasa.

"Su" hermana tenía una mirada de tristeza en su rostro, casi compungida, pensó que quizás se sintiese culpable o como máximo, preocupada por algo. No tenía mucha expresión.
Entró a paso lento y Emma cerró la puerta, recordándose siempre de que todos la veían como Shopie y debía imitar sus gestos y su voz, todo lo que pudiera, Claire se sentó al borde de la cama de Shopie y Emma se sentó a su lado intentando adivinar que le ocurría a su... hermana.

Ella nunca había tenido una hermana, bueno, en realidad no lo sabía o no estaba segura. En el oficio obsoleto de su madre podría haber tenido otro hijo al cual regalar o cambiar por un animal. Le gustaría saber, conocer algo más acerca de si podría tener un familiar tan cercano. Una hermana o un hermano. Hubiese sido muy bonito conocerlo, pero ni siquiera sabía si lo tenía; pero si tenía uno, ¿cómo se llamaría? ¿quién sería su padre? ¿cómo llevaría su vida?

En este caso, ahora debía concentrarse en Claire y poner todo su esfuerzo en imaginar cómo actuaría Shopie. Ella lo haría mucho mejor o quizá suponía que lo haría.

-Te debo contar algo- Expresó su hermana; se había sentado al pie de la cama de Shopie y miraba fíjamente el suelo, como si confesar algo fuera un pecado. Jugaba con sus dedos, los movía con nervios.

-¿Qué sucede? Tu rostro evidencia más de lo que cualquier palabra pueda transmitir- Entonces Claire la miró con intensidad, había tristeza en sus ojos, podía verlo y quizá, en cualquier momento se largaría a llorar.

-Papá y mamá no lo pueden saber, hay prestigio y reputación en juego, y es para ellos uno de los aspectos más importantes de nuestra vida, el respeto de los demás.

Emma no contestó, creía oportuno no hablar de más pues tampoco sabía como reaccionaría la verdadera Shopie en una situación parecida, no podía saberlo. Creía que si ella hubiese tenido una hermana, la consolaría, la pondría en una posición de confianza para que le contase sus inquietudes, la abrazaría, le diría que todo estaría bien y le daría consejos acerca de cómo lidiar con la situación que atravesaba; ahora, estaba bastante segura de que Claire conocía la manera en que Shopie actuaría y no podía estar segura de si sería la misma. Esta podría ser una razón por la cual sospechar de ella, siendo su tan repentino regreso, la primera de ese día, no podía dejar que ocurriese algo inportuno ni que sospecharan. Debía apegarse al papel.

Se sentó al lado de Claire y sintió su preocupación, se sentó a su lado sin decir nada, para que su hermana se sintiera confiada.

-Sé que no estoy acostumbrada a contarte mis secretos y mis asuntos personales, tú tampoco eres afín a confiarme los tuyos- Comenzó diciendo, ¿de modo que las hermanas Hilleland no eran tan cercanas? -Pero no sé si serás capaz de entenderlo...- Comentó con angustia, ¿qué le ocurriría? La intriga comenzó a asaltar la mente de Emma, no podía pensar.

-¿Tan grave es?

-Podría llegar a serlo, no quiero hacer nada incorrecto Shopie, no quiero hacer nada que arruine nuestro estatus, no quiero ser la razón por la cual la deshonra caiga sobre nosotros y nuestra familia, ¿entiendes?

Emma asintió con un ligero movimiento de cabeza, ahora estaba aún más confundida.

-Por eso es que temo que sea peligroso- Claire se encogió de hombros.

-Bueno, soy tu hermana Claire, tú puedes confiar en mí, que me lo cuentes no significa que afecte nuestra reputación pues yo no hablaré, y mucho menos si eso afecta a nuestra familia- Contestó Emma con cierta intriga, afinó su voz al hablar, creía que su respuesta había sido la correcta, le había transmitido tranquilidad a su hermana y a su vez, el narcisismo que sabía que existía en Shopie.

-Pero mira que es difícil de explicar-Claire bajó la mirada, el tema la avergonzaba un poco, si se conocía significaría la verguenza pública eterna para un apellido tan reconocido como el suyo.

-Tómate el tiempo que necesites, no sé de qué se trate, siento que deseo saber pero si no quieres contarme y es tan peligroso como dices que es, no insistiré.

<<Que gran hermana habría resultado>>

-Y es complicado además- Agregó Claire, como si quisiera retrasar o alargar su confesión. Realmente no quería decirlo, sería como aceptarlo, sería como aceptar algo que sabía que estaba mal, pero otras ocasiones se sentía tan bien.

-Yo te brindo la tranquilidad que cre9 que necesitas, pero no aumentes mis dudas ni alimentes mi curiosidad si sólo vas a divagar, hermana- Le respondió.

Emma perdía fácilmente la paciencia, pero esto era diferente, era Shopie ahora y la paciencia la caracterizaba, además de su belleza y su inteligencia y muchos etcéteras más que tendría que enumerar infinitamente, su carácter paciente y su tranquilidad resaltaba mucho.

-No, no- Claire tomo las manos de la que pensaba que era su hermana, observó sus ojos, resultaban un poco más oscuros pero presintió que era la luz que entraba en el ventanal de la alcoba, sintió sus manos menos suaves, tal vez había olvidado echarles los aceites y las cremas correspondientes. No le importó demasiado, Shopie, por primera vez en mucho tiempo, le estaba dando cierto apoyo, una confianza que hasta ahora no había percibido, palabras sutiles, gestos dulces, ella estaba cambiando o había decidido cambiar su actitud frente a su hermana, no lo sabía pero le parecía agradable- Quiero contartelo, por que no sé a quién más y por un momento pensé que me echarías y no querrías saber nada pero te muestras tranquila y eso me agrada; no quiero desagradarte, eso es todo.

Emma no podía más, quería saber. No eran simples rumores que oía en el Mercado de boca de ancianas chismosas, parecía mucho más que sólo eso.

-Se que quizá no me entiendas al principio, no quiero que me odies, siento que lo que te contaré quizé afecte lo que pienses de mí y verdaderamente me gustaría que eso no cambie, ¿sábes?- Expresó apenada- Pero sé que no se lo contaras a nuestra madre o a nuestro padre.

-He dicho que no y he sido bastante clara en que no tengo intenciones de hacerlo- Contesta Emma, nuevamente, con pesadez- No pensaré nada de tí, si decides que quieres decirme, no te juzgaré hasta oírte bien.

Claire tomó aire por la boca, lo que iba a decir sería algo muy importante para ella e impactante en cierta forma y necesitaba su tiempo al parecer, respiró profundamente y exhaló. Las palabras acumuladas salieron con descenfreno, acelaradas, ansiosas de llegar hasta los oídos de alguien:

-... Me atrae Pedro.