Capítulo 22: "Esclavos"

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Los días pasaban, pero restaba quince aún, y Emma sentía deseos de volver a ser... Emma, ya no se sentía tan a gusto. A veces sentía temor a ser descubierta pues era algo más probable que salir ilesa de esa situación en la que ella misma se había introducido con tanto fervor. Ponía límites a la redención, a su propia redención.
Todo el tiempo parecían sospechar de que alguien la espiaba y cada vez la casa parecía más vacía, antes ella había desaparecido y ahora, Pedro y Claire se habían marchado para su disgusto, ese día, justamente, se había enterado con sorpresa, de que la próxima semana, luego de la llegada de la verdadera Shopie, por supuesto, su padre iría a comprar al Mercado de Esclavos, un varón, un guapo joven, dos años mayor a Emma,por como se lo habían descripto era guapo, su nombre era Marco.

El Mercado de Esclavos era prácticamente, como el Mercado común, aunque su nombre lo decía todo y no se vendían ropa o alimentos, nada de eso. El Mercado de Esclavos, estaba muy cerca del Puerto donde desembarcaban todos los barcos y navíos que traían mercadería y africanos del exterior.
Desde allí, una vez que el barco tocaba Puerto, la mercadería era trasladada al mercado donde los comerciantes la compraban para luego venderlas ellos mismos y los esclavos iban a parar al Mercado de Esclavos, donde eran vendidos al que lo quisiera, sea rico o de clase media, siempre que tuviera el dinero para pagar.

Había muchos hombres allí, y pocas mujeres que fueran a comprar un esclavo, los subían a una plataforma de madera, como las plataformas usadas para la horca, y allí, los esclavos hacían fila esperando a que les tocara el turno de ser vendidos. Siempre había una especie de vocero que daba algunos datos de los esclavos, había sido entregada allí i justamente, Emma recordó lo que habían dicho de ella, al momento de ser vendida.

-¡Esta esclava, es muy habilidosa para cualquier tarea doméstica que se le encargue, proviene del cálido y norte de África de arenas tibias y aroma tropical, no es totalmente negra, como se puede apreciar tiene 16 años y está completamente sana, dispuesta a trabajar arduamente para un patrón adecuadi!- Claro que la mitad de las cosas que había dicho eran puras mentiras, ya que los esclavos recién llegados a Inglaterra no tenían ninguna experiencia para la limpieza, lo de estar sana también era una mentira, recordó que en el largo viaje en navío, ella se había contagiado de una peste,que la mantuvo enferma y al borde de la muerta durante varios días, afortunadamente se había curado, pero corría el risgo de contagiarse de vuelta.

Ella tampoco tenía 16 años cuando la habían traído a Inglaterra, sino que tenía 15.
Lo que los voceros decían, casi siempre eran mentiras y lo peor, era los compradores, hombres sobre todo, creían estas mentiras. Ella no provenía de África, no estaba dispuesta a hacer las tareas domésticas de ninguna clase, no contaba con la cantidad de años que se afirmaba y jamás había realizado aquellas actividades, al momento de ser vendida, no era habilidosa al respecto y apenas conocía lo que era una casa inglesa en ese momento.
Algunas esclavas negras, si eran mínimamente bonitas, eran compradas por lores, no para limpiar sino para satisfacer las necesidades del patrón. Eso era lo más repugnante de todo si la esclava tenía poca suerte, después de todo, Lord Arthur había sido un hombre cuyos principios morales, valor personal y respeto, sobre todo hacía su esposa Lady Hilary, no la amaba pero le tenía un afecto amistoso, eso y la rigurosa educación que había recibido por parte de sus padres e institutrices se lo impedían desde sus raíces más profundas.

En eso pensaba Emma. En ese momento solo pensaba en eso.

En la cocina, Manuela le daba las quejas, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, a la vieja Honoria:

-Mire ma', es cierto, y la señorita misma vino y me dijo que Pedro se fue con una muchacha, parece increíble, ni yo misma pude creerlo en un principio, créame que yo intenté cuestionarselo a Lady Shopie, pero me fue imposible- Exclamó quejosamente.

-¿Y a uste' que le importa eso?- Dijo Honoria que fregaba platos sin mirarla.

-Me importa ma', él se fue y no ha dicho nada al respecto.

-¿Uste' sabe por qué le importa?-Pregunta Honoria, volviendose hacía la joven con una expresión seria y los brazos en formq de jarra.

-No- Negó.

-Yo sí lo sé.

-¿A ver?¿Por que ma'?

-Por que a uste' le atraía Pedro y no se lo pudo decir antes de que se vaya. Ahora se arrepiente por no haberlo hecho pues ahora se ha ido con una joven que ama.

Manuela se quedó muda, ¿todos sabían su secreto? ¡maldición!

-Pues... ha resulta que sí, ¿y qué?

-Y que no me venga con quejas de la señorita a mí, que yo nada tengo que ver, además es su culpa, por no habérselo dicho antes de que se fuera, la señorita hizo su buena acción- Respondió Honoria.

Honoria dejó el último plato sobre todos los otros y salió de la cocina, ya que para secar esos platos debía dejarlos al sol un buen rato, dejando a Manuela con sus pensamientos, Honoria tenía razón, ella nunca le dijo nada de lo que sentía a Pedro, le atraía desde que lo vió... y ahora ya no lo tenía más.

























***
🍦Hola dulces🍰

¡Un capítulo algo corto... el próximo no lo será!

Saludos😄


































Lady Shopie #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora