Capítulo 31: "El regreso"

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-¿Qué haces aquí, hija mía?- Pregunta Lord Arthur, con una mirada que expresaba la confusión que sentía por dentro. Esperaba que su hija bajase por las escaleras de forma poco arreglada, pues al fín y al cabo, había estado durmiendo profundamente.

-Pero si aquí vivo padre, es decir, bien les dije que estaría un tiempo en la mansión de mi prima, la cual por cierto, se encuentra muy bonita,¿acaso lo olvidaron? Les dije también, que llegaría hoy, ¿lo recuerdan?- Indagó Shopie.

Emma sirvió el té a la señora Hillary, quien observaba a su hija com mucha confusión- ¿Donde está Claire?¿no ha de venir a recibirme?- Emma se tensó, no sólo que desconocía lo que había ocurrido sino que

-Si me permiten comunicarle mis amos, lady Claire se ha marchado con el hombre que ama, y déjeme decirle milady, que lo ha echo hace unos días-Responde Emma, intentando ocultar la sonrisa que luchaba por asomarse en su rostro. Shopie la mira con desconcierto, ¿con el hombre que ama? ¿Desde cuándo su hermana amaba a alguien? ¿y por qué razón ella no lo sabía?

-¿Cómo dices Emma?- Quizo indagar en el confuso asunto. Un cochero logró interrumpir la desconcertante escena cuando entró y puso las maletas en el suelo, se reverenció y en una misteriosa y silenciosa postura, se retiró nuevamente.

-Es como lo oyes, hija- Recalcó lady Hilary, más tranquila, tomó un sorbo del té que Emma acababa de servir- He decidido envíar a un paje para que busque a tu hermana, pero ahora lo que no entiendo es que haces aquí, así vestida, con tus maletas y saludando a todos como si hace semanas no nos vieras, no acabas de llegar Shopie, hasta ayer estabas aquí- Responde su madre, frotándose las manos.

-¿De qué hablas madre?- La muchacha pasó la mirada por los presentes y un brillo de curiosidad apareció en sus ojos. Repasó en su mente sus propios recuerdos, las numerosas mañana que había desayunado con su querida prima aquél pastel de nueces tan sabroso, las veces que había envidiado el tocado italiano con la recreación de brillantes flores de loto, las conversaciones con sus tíos en los que les contaba cómo estaban sus padres. Nada estaba mal... hasta que había llegado a su casa y la recibían de una manera tan peculiar como desagradable- Yo acabo de llegar- Insistió- Les dije que estaría en la mansión de mi prima por un par de semanas, ¿y así me reciben? Debo decir que, sinceramente, esperaba otro cosa- Shopie yacía confundida y Emma solo podía escuchar a un lado y con la tetera de porcelana quemándole los dedos, aunque a ella no le importaba, pues prestaba atención a la conversación insensata.

-No estoy entendiendo, mejor vé a cambiarte hija mía, luego hablaremos de esto y lo discutiremos bien-Exclama Lord Arthur, intentando poner atención a su desayuno, dejando de lado los problemas y desconciertos que las mujeres de su familia creaban, sin razón.

-Sí, será lo mejor, luego haré que suban las maletas- Dijo Shopie, comenzando a subir las escaleras a paso rápido, quería saber qué había ocurrido.

Emma observó de soslayo a sus patrones, lord Arthur titubeó antes de hablar, o más bien murmurar, a su esposa- ¿Crees que haya escapado a algún sitio durante la noche?

Lady Hilary lo miró con atención y abrió los ojos gigantescamente- ¿Por qué dices eso?  Ella es incapaz de hacer algo así, dista mucho de las decisiones que toma la ingrata de Claire.

Lady Shopie subió las escaleras hasta su alcoba y se adentró en ella, no podía comprender por que sus padres la trataban como si hubiera estado allí esas últimas dos semanas y tampoco podía explicarse la ausencia de su hermana, que quien según Emma, se había marchado con el hombre que amaba... ¿de dónde había salido eso?
Todo era muy confuso y poco podía comprender de la situación, cuando había vuelto cansada de su viaje y sus pies dolían por un motivo desconocido.

Abrió su armario para escoger otras ropas, el largo viaje en el carruaje la había frustrado notablemente, y había echo que se cansara, (aunque bien sabía que no había echo nada que justificaría cansansio) además, ahora venían con este desconcierto,¡tendrían que explicarle definitivamente!
Observó todas sus prendas, aunque, algo le pareció extraño en el armario, corrió algunos vestidos, notó que al fondo de éste hay un pequeño arapo de criada. Era una enagua grisácea y polvosa como las que llevaban las criadas de su mansión.

Además, algunas de sus ropas estaban levemente revueltas aunque sabía que sólo ella podría notarlo.
Torció la boca, inconclusa y elevó una ceja. Quizá alguien había olvidado eso allí y había estado ordenando su alcoba, pero... algo se le antojaba que no. La situación había sido extraña desde su regreso, no podía ser casualidad. Tomó la enagua de la punta del extremo; como si de un insecto venenoso de tratase y lo tiró al suelo, más allá
Decidió respirar, esto no podía estar pasando. Al acercarse a su tocador descubrió que uno de sus polvos  estaba a medio abrir y tenía un poco de su contenido notablemente usado.¡Pero ese polvo era nuevo! Lo había comprado a un mercader poco antes de partir hacía la mansión de su prima y no había tenido ocasión de usarlo.
Esto era muy extraño, ¿tendría algo que ver con que sus padres no la habían recibido como si no fuera verdad que había estado ausente dos semanas?

<<Qué extraño>> Pensó.

Comenzó a atar cabos, recordó que sólo Emma tenía la llave de acceso a su alcoba, esa pequeña llave dorada... ninguna sirvienta podría entrar, excepto Emma. La actitud de sus padres había resultado muy desconcertante. Aquella pequeña prenda en el fondo de su fino ropero debería de signicar algo. ¿Y si ella...? No, no podría ser.

Salió de su cuarto, y caminó por el pasillo; se quedó parada en un lugar antes de bajar las escaleras. Debía aclarar todo en ese mismo instante.

-¡Madre! ¡padre! Quisiera que vengan un momento, por favor... ven tú tambien Emma- Los señores Hilleland se miraron entre sí, suspiraron y se levantaron de sus asientos con poca gana ya que estaban interrumpiendo su desayuno. Observaron a Emma por un momento y comenzaron a subir las escaleras, ésta iba detrás, su nerviosismo comenzaba a florecer en su rostro y el calor, empezaba a hacerse presente en sus pómulos.






























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🍭Hola mis dulces🍦

La publicación del primer capítulo de Entre Amantes y Corsarios, Serie Lodwig #3 se postergará, para darle espació al nuevo final de Lady Shopie.

En unos días, se publicará el capítulo 32. Dejen su voto🌟 si desean saber qué pasará.

Saludos🌹
























Lady Shopie #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora