Al otro día por la mañana y luego del desayuno, unos golpes en su puerta sorprendieron a Emma. Se había acostumbrado a sorprenderse a menudo cuando encaraba la cotidianeidad en la vida de Lady Shopie, había aprendido a relajarse en situaciones estresantes, a perder rápidamente la paciencia, (aunque ya era alguien lo suficientemente paciente cuando era una simple criada) a ser observada constantemente por diferentes razones, no todas demasiado favorables.
-Shopie, ¿puedo pasar?- La voz dulce y delicada tras la puerta, la reconoció.
-Sí, adelante querida.
Emma no podía deducir aún lo que Claire quería decirle o preguntarle, parecía no acordarse de la forma en la que le gritó el día anterior, pero después de todo, era mejor así.
Claire entró lentamente con una media sonrisa y entornó la puerta, pero Emma le ordenó que la cerrara, si el asunto era importante no deberían arriesgarse a que cualquier criada pasase y escuchara la conversación, para luego informarle a Lady Hilary. Sabía de sobra que Lady Hilary mandaba a los sirvientes a espiar a sus hijas para mantenerlas bajo su control, y ella estaba gustosa en escuchar lo que las criadas tenían para decir.El aroma de la fragancia que Claire llevaba inundó el ambiente. Despues de todo, se había tomado el tiempo para revisar las estanterías en las que reposaban todos los frascos de perfume. Las dos se sentaron al borde de la cama. Claire parecía feliz y parecía callada a la vez, tenía la mirada gacha y no comenzaba a hablar.
-¡Qué aroma tan fresco y agradable! ¿Algo italiano, quizás?- Se atrevió a preguntar.
Claire asintió- Lady Marion de Carlshire me lo envió como un amistoso regalo junto a un camafeo de Damasco con incrustaciones de perlas, y el juego de vajilla de plata FleurLebaum de la duquesa de Venecia. Ella fue muy amable en realidad; pero estoy segura que ya te lo había comentado antes.
Emma decidió morderse la lengua de ahí en adelante, no iba a demostrar lo que sabía mas no pondría en peligro su papel- ¡Oh, sí! Supongo que lo había olvidado completamente. Ella, de echo, es muy agraciada.
Claire frunció el seño y juntó las manos sobre su regazo- Tú habías dicho que ella era una libidinosa que no hacía más que provocar a tu prometido, Thomas Wallington, mencionaste que además era una antipática, cuyas expresiones querían hacerte vomitar.
Emma se dió cuenta de su error. Ella jamás habría sabido acerca de todos los regalos de Lady Marion de Carlshire y que incluso, ella misma, había mencionado lo poco simpática que le parecía.
<<Tonta>>-Olvídalo querida hermana. Ahora cuéntame Claire, ¿por qué has venido? Probablemente no para conversar sobre Lady Marion- A continuación soltó una risa nerviosa, con tal de evadir más preguntas- Espero que no sea nada malo.
-No... bueno, una pequeña parte quizá lo sea, pero no me gustaría preocuparte- La cara de Claire era una mezcla de sentimientos y emociones, por esto, Emma no podía adivinar que era lo grave del asunto.
-Bien, dime, quiero escucharte.
-Y yo te contaré pero no debes enfadarte- Pidió su hermana con determinación. Emma se limitó a asentir por que no sabía cómo reaccionar.
Debía de ser algo malo, o mínimamente, poco grato para esta dilatación. Emma lo presintió por un instante.
-De acuerdo...- Claire tomo aire y suspiro- Pedro habló conmigo, en un lugar apartado del jardín cuando yo estaba caminando por éste... me explicó lo que sentía y sus palabras fueron tan conmovedoras, me dijo lo bella que era, que mi persona entera lo atraía, que se conformaba con que yo lo supiera pero que si decidía que era un blasfemo y que merecía morir, lo aceptaría.
Emma se tensó, abrió la boca para decir algo pero las palabras no salían, cerró la boca y miro a los ojos de Claire, ella se sentía aliviada y hasta feliz, feliz en un momento así. Quizá era lo que Claire hace mucho quería escuchar, por eso se alegraba tanto.
-Me dijo que no podía quedarse con ese sentimiento de represión que le parecía tener cada vez que me veía. Fue muy enfático al respecto- Agregó con una sonrisa en el rostro- ¿Sábes qué sentí? Me sentí angustiada, me sentí feliz, también sentí emoción, y no sabía qué hacer.
-¿Cuándo te dijo todo esto?- Preguntó, aún tensa, Emma.
-Hace apenas unos minutos, sentí unos nervios potentes, yo no lo podía creer, naturalmente yo también le confesé mis sentimientos, él me dijo que no había tenido fuerzas para decírmelo hasta entonces, por el hecho de que habló con Manuela, sirvienta, y ella le habló acerca de varias cosas, que lo dijera, que confiese, lo había dicho con cierta emoción, me contó Pedro- Explicó Claire, con cierto brillo en los ojos,y las manos juntas a la altura del pecho.
-¿Manuela sabía que él se sentía atraído por tí?- Preguntó Emma, por temor. Si Manuela lo sabía, era muy posible que lo divulgara, y eso estaría fuera de su control, por que ella había sido una especie de cómplice de Claire.
-No- Negó con la cabeza- Pedro me lo negó y yo estoy bastante segura que es así.
-Bien, eso es bastante bueno, creo que si esto se mantiene en secreto sería lo mejor- Expresó- Pero... tú sabes que no es correcto, ¿verdad? Es decir, que Pedro y tú se amen no cambia nada, lastimosamente, no hace gran diferencia ya que a pesar de todo, su relación estaría prohíbida y los amores secretos jamás terminan bien. Piensa en personajes de libros u obras teatrales en la ópera.
Claire no sabía bien qué contestar. Lo sabía, y le dolía reconocer que Pedro y ella eran algo totalmente desigual entre sí.
-Lo sábes, ¿verdad hermana?- Repitió Emma con insitencia.
-Claro que sí, me lo recuerdas cada vez que hablo contigo, pero no voy a dejar de amarlo por eso, que quede claro- Claire la mira desafiante, aunque no sería con Emma la pelea sino con la sociedad misma. Jamás sería aceptado, jamás podrían crear orden en aquél caos.
-No te he dicho eso, pero tú estabas feliz con la tertulia de tu compromiso hasta hace unas horas. Comienzo a dejar de comprender tu ética y tu moral.
Claire torció la boca- Nunca debes poner en duda mi moral. Sucede que debía disimular un poco ante nuestra madre, no quería sospechas de su parte, la verdad es que me agrada que la familia esté contenta conmigo-Claire bajo la vista.
-Entiendo, pero si vas a mantener... algo, con Pedro, ten siempre en cuenta que es un esclavo y que no puede obtener su libertad a menos que nuestros padres se la den, cosa que dudo mucho... también debes de ser muy discreta- Claire levantó la vista, estaba feliz de nuevo, la abrazó y luego de unos minutos se iba, analizar la situación con su hermana le había ayudado mucho, pero no lo sabía, ella no era su hermana. Quizá era mucho mejor.
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¡Nos vemos en el próximo capítulo!
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Lady Shopie #1
Historical FictionPrimer libro de la saga "Secretos Aristocráticos" [Completa] Ficción Histórica En su lugar como sirvienta en la casa de la familia Hilleland, Emma envidia la lujosa vida que lleva Lady Shopie Hilleland, la hija mayor de un lord francés cuyo poder lo...