5. Sólo Quédate En Silencio.

668 50 16
                                    

Narra Nico.

Salí con Luna para buscar las pizzas, y me divertí mucho con ella. Sabe perfectamente cómo tranquilizarme cuando Jim me pone nervioso. Regresamos a lo de Gastón y Jim ya estaba allí despertando nuevamente a mis nervios. Se veía molesta, y no lograba entender el por qué, ella fue la que llegó tarde. Después de tantas preguntas, decidí apartarla del grupo.

- ¿Qué sucede?- me consultó.

- Eso mismo me pregunto, estas rara.

- ¿Yo estoy rara? Tú eres el que anda revoloteando alrededor de Luna.

- ¿Qué? Vos sos la que no deja de dar vueltas alrededor de Ramiro.

- Es el novio de mi mejor amiga.

- Ya te gustó antes ¿no?

- Pero... por eso no podía venir Ramiro ¿cierto? Tú y tus celos no quisieron invitarlo, pero claro yo sí tengo que sonreír al verte con Luna ¿no? Pues ¿sabes? No funciona así, Nico.

- En eso estamos de acuerdo, esto no está funcionando...

- Nico, quédate en silencio cinco minutos y piensa bien lo que estás por decir...- me decía ella nerviosa cuando le di un último beso y supe que algo había cambiado.- Debo confesarte algo.

- ¿Qué?- pregunté sorprendido encontrando una lágrima derramándose en su mejilla.

- Pues antes quiero que sepas que lo siento ¿sí?

- Al grano, Jim.- dije notando como su voz se quebraba.

- Me besé con Ramiro.- lloró abrazándome y me congelé. No esperaba eso. Quizás una confesión pero no un beso, no estando conmigo.

- ¿Cuando?- pregunté perdiendo la respiración.

- Hace unos minutos, él me trajó hasta aquí en su coche mientras tú andabas distraído en la luna.

- Al menos la luna no me engaña.- dije.- Apuesto que ella nunca me haría sentir así. Se acabó, Jim.

- Dime que no es cierto lo que acabo de oír. ¿Estás terminando conmigo por Luna?

- No; y aunque así fuera, yo no fui infiel.- declaré dejando que se fuera llorando.

Fui de nuevo al living y abracé a Luna.

- Oye ¿qué pasa?- me preguntó sin entender.

- Corté con Jim.

- ¿Neta? ¿Por qué?

- No quiero hablar de ello.- suspiré mientras Luna se limitaba a abrazarme.

- Lo siento.

- No sos culpable.- dije tomando sus manos recuperando el aire.

-Ejem.- carraspeó Matteo.

- Chico fresa, Nico no se siente bien, creo que lo acompañaré a su casa. Un momento ¿cuando llegaste?

- Hace unos minutos, chica delivery.

- Bueno, creo que mejor me voy solo.- dije guardándome los sentimientos entremezclados que me abrumaban, y yéndome.

Cambio De Roles 2|GastinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora