61. Creyendo En Mí

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Narra Yam.

Nina había recuperado a su amigo y mantenía una relación perfecta con Gastón. Matteo había acabado la relación falsa y yo me había convencido de que si él podía ser amigo de Nina, tal vez podría ser amiga de Gastón. Solo necesitaba creer en mí.

- Si no soy quién soy ¿Qué seria? Vivo deste amor, noche y día. Sé que puedo estar confundida pero sé inventar melodías. - canté en el Roller tocando la guitarra.- El aire huele a una canción... Estoy aquí con la emoción en mi garganta.- no pude evitar sonreír al ver a Gastón sonriendo al escucharme. -Y voy creyendo en mí, sabiendo que esta flor hoy crece en mi jardín de sueños de color... Y voy creyendo en mí sintiendo qué el amor es la única verdad que vive en mí interior...- acabé siendo aplaudida por él.

- Sos muy buena interprete.- me aplaudió.

- ¿Enserio te gustó?- pregunté sonriendo.

- Siempre me gusta oírte cantar.

- Hace rato que no venías al Roller de tanto estudio... ¿cómo vas?

- Necesitaba un descanso y se me ocurrió que sería buena idea venir acá.

- Buscas a Nina y Matteo ¿no?

- Solo a Nina, en verdad, me dijo que me encontraría aquí. Pero fue lindo llegar para escucharte cantando.- Gastón me estaba matando de ternura. Si no fuera novio de Nina, no podría contenerme. Pero sé lo que soy, su amiga, y estoy decidida a mantenerme así y enfocarme en la música en lo que ellos son felices. Debo recordarmelo. Aunque escuchar su voz es como escuchar mi canción preferida, a la que quiero interpretar noche y día. De pronto, a Gastón le llegó un mensaje. - Es Nina. Dice que no se siente bien y que fue a casa.- me explicó mientras le respondía.

- Entiendo si tenes que irte...- aunque no quería que se fuera.  

- Dijo que estaría durmiendo un rato, así que puedo quedarme, ¿o es que acaso queres que me vaya?- bromeó él.

- No, no es eso. Me gustas, digo, me gusta que estes acá, es decir, que te tomes descansos de vez en cuando de tanto estudio...

- Sí, a mí también. Creo que hace tanto que no vengo por acá que hasta olvidé cómo patinar.

- Si queres te enseño.- bromeé.

- Podría ser divertido.- dijo poniendose de pie. - ¿Vamos?

- Bueno... pero seguro te acordas enseguida de cómo patinar...

- Lo veremos.- rio yendo conmigo a los lockers donde nos pusimos nuestros patines y cada uno dejó su botella de agua cerca de la pista. 

Sin planearlo, me encontraba patinando con Gastón, realmente había olvidado un par de técnicas pero tampoco lo hacía realmente mal. Fuimos a tomar agua

- Nada mal...- le dije.

- Eso lo decis después de reirte de las veces que me caí.- rió él.

- Bu-bueno, fueron caídas graciosas, pero le puede pasar a cualquiera. - respondí cuando se me cayó la botella de agua. Nuestras manos se encontaron al tomarla al mismo tiempo. 

-¡Música, Yam! ¡Música!- me recordé mentalmente tratando de no caer encantada por sus ojos.

- Debo irme, quedé con ensayar con Jim más tarde.- inventé rápidamente.

- ¿Ah sí?

- Sí-sí, y me va a odiar si le hago cancelar su cita con Nico y luego llego tarde.

- Bueno, bueno, tranqui. Si queres te acompaño a explicarle lo que pasó...

- No, no hay nada que explicar...

- Sólo que perdimos la noción del tiempo patinando, seguro entenderá.

- Puedo decirle eso yo, je.- reí. - Pero gracias de todos modos. Quizás sería buena idea que vayas a ver si Nina despertó...- dije yendo con él a los lockers a quitarnos los patines y guardarlos.

- Me divertí patinando con vos.

- Gracias, AMIGO.- contesté haciendo enfasis en la última palabra.

- ¿Nos vemos mañana en el Blake?

- Sí, seguro... adiós.- me despedí yendome hacia la casa de Jim para resumirle mi tarde. 

- Yam, eres una buena amiga, no hiciste nada malo.- me indicó ella. - Debes creer en ti.

- Gracias, Jim.- realmente necesitaba oír eso y seguir creyendo en mí.




Cambio De Roles 2|GastinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora