77. Despierta Mi Mundo

61 8 3
                                    

Narra Gastón.

Una vez que llegamos a casa le ofrecí algo para beber. Ella accedió a un jugo.

- ¿Y cómo has estado, Gastón?- consultó mientras le servía el jugo.

- Bien, por suerte me mantuve ocupado.- contesté pensando en todo lo que había estudiado.

- Lo noté...- suspiró. - Los estudios... Luna, Yam... Pasó algo entre ustedes, ¿no?

- Entre Luna y yo, nada.- negué mientras buscaba palabras para explicar lo que había pasado entre Yam y yo.

- ¿Y entre Yam y vos?- cuestionó, pero me quedé en blanco. Si bien ya no eramos nada, no quería que me malentienda.- Ya lo sabía. Igual, descuida, no tengo por qué enojarme con vos... ya no estabamos juntos...

- No pasó algo realmente, solo fue un beso, pero quedamos siendo solo amigos.- interrumpí.

- Como Matteo y yo.- señaló.

- Sí, solo que, como bien dijiste, en mi caso ya no estaba con vos cuando pasó.- resalté la gran diferencia.

- Realmente quise decirte apenas ocurrió pero era tan dificil, sentía que arruinaría todo diga lo que diga.- respondió realmente apenada.

- Y terminó siendo peor.- suspiré.

- Enserio lamento haber sido tan debil, lamento haber preferido que seamos felices un momento más antes de querer decirte. Pero que conste que nunca te engañé, te dije que necesitaba tiempo para poder decirte. No anduve besandome con alguien más porque ya no te amara. Él me besó y lo aparté.- me explicó.

- Creí que le habías correspondido, es decir, yo estaba muy distante con mis estudios y quizás tenías ganas de más pasión...- admití.

- No, para nada. Es verdad que estabas algo distante, pero eso no cambiaba lo que sentía por vos, te amaba, te confiaba todo... solo que no confie en mí misma en cómo decirte lo que había pasado.-respondió logrando acelerarme el pulso.

- También te amaba, y... lamento haber malentendido tu falta de confianza. Creí que no confiabas en mí, no que no confiaras en vos. Me cuesta creerlo, considerando que siempre fuiste la más valiente de los dos.- contesté.

- En eso te equivocas, vos sos el que superó más miedos que yo.- dijo sonrojando mi rostro.

- Nina...

- Enserio lo digo, pasaste de ser una cuenta anonima a ser uno de los mejores cantantes del Roller, si no sos el mejor.- insistió provocando que baje la cabeza mientras mi corazón aumentaba su ritmo.

- Para mí, siempre fuiste vos la mejor.- confesé.

- Pero yo canto por diversión, no por talento, y a vos te sobra.- indicó acalorandome. - Te extrañé.- dijo acercandose.

- Y yo a vos.- sonreí inclinandome hacia ella.

- Entonces... ¿significa que te gustaría volver...?- preguntó mirando mis labios, miré sus ojos y luego su boca, ¿pero tendría sentido volver con ella? ¿Qué si estamos destinados a distanciarnos?

-...no exactamente.- respondí apartandome.

- Te enamoraste de alguien más ¿no? ¿Te enamoraste de Yam? ¿Es por ella?- interrogó.

- No, Nina, no se trata de alguien más, sino más bien, algo más. Pero sí me gustaría ser amigos...-  intenté explicar. - Apliqué para un intercambio en Oxford, y si aceptan, me iré en unos pocos meses.

- Así que es porque te vas...- decía entendiendo.

- No está definido, aún no me aceptaron.

- Te aceptarán, Gastón.- me sonrió. - Y lo tendrás bien merecido con todo lo que estudias.

- Gracias por el aliento, Nina.- logré decir cuando ella me abrazó. - ¿Crees que podamos ser amigos?

- Claro, me encantaría.- sonrió. - ¿Podes tomarme fuerte de la mano?

- Sí.- accedí cuando realmente no quería soltarla nunca. La idea de que Nina y yo volvieramos a estar juntos como antes seguía siendo solo un sueño que estaba dispuesto a seguir soñando. 

- ¿Sabes? Yo hasta hace poco estaba pensando en irme con mi papá porque no soportaba seguir viendote, sin poder hablarte.

- Pero todos en el Blake te extrañarían...

- Y a vos también te vamos a extrañar...- declaró cuando la abracé fuerte, no podía caer en su ternura. Me encontraba luchando conmigo mismo por no caer ante su ternura. - Quédate aquí conmigo un ratito.- me pidió. 

- Por mí te podes quedar en casa todo lo que quieras. Incluso si me voy.

- No podría...- dijo ella.

- Claro que sí... 

- ¿Vos querés vivir conmigo siendo solo amigos?

- No te ofrecería si no quisiera.- dije mirando sus ojos musicales.

- Bueno, en ese caso... Voy por mis cosas y mañana me mudo con vos.

- Gracias, Nina.- sonreí volviendo a abrazarla con fuerza. Tenía ganas de besarla, pero sabía que podría perjudicar nuestro intento de ser solo amigos.

- Te... Te quiero, Gastón.

- Y yo a vos. - dije queriendo darle un beso cuando sonó su celular.

- Es Luna, puedo llamarla luego...

- Atenderla, por ahí pasó algo con Matteo.- sugerí, reuniendo mi fuerza de voluntad para no caer ante la tentación.

- Luna, sí, ¿Todo bien? Estoy en la casa de Gastón... No, no, solo hablamos... ¿Y vos con Matteo, qué onda? ¿Nada? Bueno,  está bien, gracias, Luna. Nos vemos mañana, amiga.- era tan gratificante verla volverse a hablar con Luna, como si nada hubiera pasado.- Luna te manda saludos.

- ¿Te gustaría quedarte a cenar?

- Tendría que volver antes de que se haga tarde.

- Entiendo, si querés...- decía nervioso, no quería que se fuera aún, la había extrañado tanto...

- Me podes acompañar.- sugirió.

En el camino conversamos principalmente de Luna y Matteo, cómo era evidente que volverían a estar juntos en cualquier momento.

- Química así no se va de un momento a otro.- decía Nina.

- Claro.- asentí sintiendo que nosotros seguíamos conservando nuestro magnetismo. Si no complicara todo, la hubiera despedido con un beso, pero sabía que implicaba sufrir más mi eminente partida.

- Fue lindo volver a hablarte.

- Lo mismo digo.- asentí cuando ella me dio un beso en la mejilla dejándome helado, no lo esperaba.

- ¿Hice algo malo?

- Para nada, solo que hace mucho que...- no sentía sus labios tan cerca.

- No lo volveré a hacer si te incómoda, amigo.

- No es eso, es solo que...

- ¿Quieres que seamos amigos más despacio?

- Podría decirse.

- Raro considerando que me invitaste a cenar e incluso a vivir con vos en tu casa... Quizás es mejor que me quede aquí un tiempo más.- dijo frente a la puerta de Jim.

- No me molesta que me des besos, Nina.- me encanta, pensé para mí.- Solo es que no tenes idea de cuánto los extrañé.

- En ese caso, nos vemos mañana ¿Sí?

- Sí. - asentí mientras ella se despedía antes de entrar a la casa.


Cambio De Roles 2|GastinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora