Capítulo 5

151 23 3
                                        

Malena

¡¿Ocho de la mañana?! Creí que acostándome tarde iba a dormir un poco más. Se ve que estoy acostumbrada. Como sea. Nunca necesité muchas horas de sueño. Con descansar unas pocas me basta. El problema es que... Bueno, no sé que hacer. Este verano fue verdaderamente aburrido. Las cosas que antes solían entretenerme ya no lo hacen, siempre es lo mismo, tardes sin hacer nada...

Ahora va a ser diferente, o por lo menos espero que lo sea, comienzan las clases a la mañana y por la tarde como no me gusta dormir siesta, voy a empezar a trabajar en la veterinaria de un amigo de papá, que según él varias chicas principiantes habían intentado pero dejaron a la semana. Amo a los animales, quiero dedicarme a ellos, pero mientras termino la escuela esta bien para mi trabajar, aunque sea como asistente. Ademas no voy a estar sola, porque por lo que sé hay otros dos chicos un poco más grandes que yo aspirantes a lo mismo, pero mas especializados, obviamente. Uno es el hijo del dueño, quien me va a entrevistar y si logro convencerlo me pondrían a prueba una semana, y el otro está allí desde hace como un año.

Me levanto rápidamente de la cama notando lo lindo que está el día para correr y pienso que no puedo desaprovecharlo, por lo que tomo un top deportivo violeta a juego con las zapatillas y un short también deportivo negro suelto, y salgo de mi habitación encontrándome con mi familia sentada en la mesa desayunando.

Papá como siempre con su traje, un café en la mano y el diario en la otra, mamá poniendo galletitas en un plato para mi hermano, quien se encuentra sentado con la boca un poco manchada con chocolate y sus pies cuelgan de la silla. Saludo a todos y me dirijo a la heladera a buscar mi comida. Siempre guardan mucha fruta en pedazos para que coma en variedad y la dejan en tuppers dentro de la heladera, junto con una jarra de jugo exprimido de naranja, ellos saben que no tomo café o cosas que me cayeran pesadas a la mañana.

Me preparo todo y tomo asiento junto a mi hermano, que ahora me está haciendo caras raras pero graciosas.

-Te ves ridículo, te das cuenta de eso ¿No?- Le digo, desafiándolo a una mini pelea mañanera como siempre solemos hacerlo.

-Male ¿Qué te pasó en la cara? ¿La perra otra vez te vomitó encima?- Dice riendo, sabiendo que yo odio cuando me recuerda eso.

-Francisco, no la molestes- papá lo mira serio y él hizo un puchero enojado, lo que me hizo sonreír en muestra de victoria- No es su culpa que Lola pensara que la cara de tu hermana sería apropiada para desechar lo que había comido.- Mi cara de enojo es automática y los fulmino con la mirada a ambos mientras chocan los cinco. Eso me malhumoró, por lo que como rápidamente sin decir mas y luego me voy. Malena 0 Francisco 1.

Camino a la plaza mas cerca de mi casa que se encuentra a dos cuadras y cuando llego comienzo a estirarme eligiendo música para escuchar mientras hago mi rutina matutina de dos horas. La rutina consiste en treinta abdominales, después la misma cantidad de flexiones, sentadillas y estocadas, después correr quince o veinte minutos y vuelvo a repetirlo dos veces más.

Esto me mantiene entretenida una gran parte del día y la verdad es que me gusta saber que estoy haciendo una vida sana, no comprendo como hay gente a la que no le gusta para nada ejercitarse o vive comiendo chatarra.

Llego a casa a las 11:30 y hago lo primero que uno puede hacer cuando llega de hacer ejercicio, meterme a una ducha de agua tibia y disfrutar el momento de gloria hasta que parece ser suficiente. Limpio el baño antes de dirigirme a mi habitación que ya fue ordenada por mamá, quien al parecer notó que ya estaba en casa y me dejó en la cama una muda de ropa limpia y doblada, por lo que me cambio y peino no pudiéndome sentir mejor.

Aproximadamente media hora después mi mamá prepara el almuerzo para mi hermano y para mí. Comemos hablando sobre el comienzo de clases, como es en dos días, ella quiere asegurarse de que ambos tenemos todo listo, desde el uniforme hasta los útiles. Yo empiezo quinto año y Francisco tercer grado. Terminamos y ella se dedica a levantar todo para después darle un copón con helado a Fran y uno con ensalada de frutas para mí.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora