Capítulo 11

67 11 3
                                    

Julieta

Sé que no tengo razones para estar enojada pero aún así lo estoy. Me hace sentir estúpida. Y eso me hace enfadar todavía más.
No sé porqué siempre hago esto, me ilusiono con un chico porque es simpático conmigo, de la cosa más chica hago una grande, me imagino la re historia, y después baaang, veo que el chico está interesado en otra. Es frustrante.
Esta vez es todavía peor porque Ramiro no sólo es un chico corriente, es mi amigo y como para completarla, le gusta una de mis amigas más cercanas. No creo poder tener más suerte. Lo que en verdad duele es que me hace sentir menos, porque yo siempre fui la más cercana de las cinco. ¿Por qué nunca se fijan en mi? ¿Por qué no soy suficiente para cualquiera? ¿Voy a vivir toda mi vida así, imaginándome historias con chicos que nunca me darían bola? Es realmente deprimente.

- ¿Julieta? ¿sos vos? - mierda, la desperté -

- Si, recién llego - digo mientras destiendo la cama -

- ¿Y quién te pensas que sos? - Dios, otra vez no - te recuerdo que estás bajo mi techo y ya empezaste las clases. ¿Te pensas que vas a seguir de joda?

- Mamá, es fin de semana. Además, no tengo tarea

- ¿Te pensas que te voy a creer que no tenes tarea? ¿Me tomás de tarada? Es la ultima vez que salís pendeja.

- ¡Pero si no hice nada! - digo medio gritando en un tono chillón. Es tan injusto -

- Nada es lo que haces en esta casa o con tu vida Julieta. Me voy a dormir y te conviene no volver a despertarme ¿escuchaste? - se da la media vuelta pero parece olvidar algo así que se frena. Me mira con la peor cara de asco y dice lo peor que me puede decir - ¿es que tus amigas no te quieren y no te dicen que esa ropa te queda horrible? A ver si empezas la dieta - se gira y se va definitivamente, como si me hubiera dado el saludo de las buenas noches -

- Gracias mamá - digo a una habitación vacía mientras las lágrimas van cayendo -

Estos últimos cuarenta minutos me la pasé encerrada en el baño llorando. Y vomitando. Siempre prometo no hacerlo pero termina pasando algo que me hace sentir mal y vuelvo a recaer. La culpa que siento en estos momentos es terrible, así que recuerdo que Malena hace un tiempo me dijo que siempre que me ocurra esto le escriba. Si bien es posible que esté dormida, decido intentarlo.
Me voy del baño siendo lo mas silenciosa posible y cierro la puerta de mi habitación. Cuando agarro el celular veo que tengo whatsapp's de un número que no conozco

- Hey, ¿estás bien? ¿Te fuiste?

- Soy Bau

¿Bautista? ¿Escribiéndome? Raro.
Opto por ignorarlo pero no quiero que se preocupe así que le respondo

- Si, estoy en mi casa ya. ¿Vos estás bien?

Para mi sorpresa responde de inmediato.

- Me alegra que te hayas ido cuando se armó el quilombo.

- Me hubiera gustado estar más tiempo con vos, pero tenía que cuidar a una amiga.

Eso sí que es sorprendente. ¿Tercera vez que nos vemos y quería pasar tiempo conmigo? De seguro que está tratando de ser amable, como técnicamente fue él quien nos invitó a la fiesta...

- Bau: ¿Tu amiga estaba muy mal?

- Yo: Sí, por suerte hace un rato se la llevaron a su casa sus amigas.

- Bau: Que bueno. ¿Siempre haces de cuida?

- Yo: Yyy... No soy de tomar mucho así que cuando veo a alguien que no está muy bien, ayudo.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora