Capítulo 20

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Malena

Domingo por la tarde

Los domingos son los únicos días que estamos todos libres, así que generalmente nos gusta pasarlo juntos, juntarnos a la tarde con mis tíos y primos, ir a la república de los niños u otros lugares que elijamos entre los cuatro. Pero hoy, como asumí quedarme toda la tarde con mi amiga les dije que se fueran sin mí, que el próximo domingo podríamos organizar algo especial.

Pero Julieta se fue aproximadamente hace dos horas, la invité a almorzar y se negó excusándose con que el desayuno había estado tan completo que no tenía hambre, y eso es verdad, pero había pasado tiempo desde entonces. De todas maneras preferí no insistir mucho y dejar que se vaya.
Ayer nos volvimos juntas, bueno, en realidad, ella se fue y cuando Olivia me contó salí corriendo inmediatamente para alcanzarla. Afortunadamente no había avanzado mucho y logré convencerla para que vayamos a dormir a mi casa. Vi en sus ojos que necesitaba descansar, y consideré que lo mejor sería alejarla de su madre, y por supuesto no hacerle preguntas al respecto de lo que le pasaba. Cuando se trata de ella prefiero no presionar demasiado. Si tiene algo para contarme sabe perfectamente que puede confiar en mí.

En fin, ya comí una pechuga a la plancha y ensalada hace un rato, ahora son las dos y media. Muy temprano para no tener que hacer nada durante el día, pero ya me las voy a arreglar, quizás invitar a Vera a merendar o ir al centro a pasear sola. Tomo una manzana de la frutera, la lavo y me dirijo al living recostándome en el sillón al mismo momento que enciendo el televisor. Pero después de unos cinco minutos escucho el timbre.
Me dirijo a la puerta pensando en que probablemente sea un vendedor o algo así, porque no espero a nadie más. Pero al abrirla veo una figura no muy amigable, un poco más alta debido a los zapatos que usó la noche anterior. Stefanía está con una mirada no muy amable, cruzada de brazos y una ceja levantada demostrando arrogancia. Y eso no es todo, detrás de ella, más al fondo, sentado en su moto con una mirada de superioridad se encuentra el imbécil de Franco Moreno, el chico de sexto por el que todas las chicas podrían soñar, excepto las inteligentes. Pienso que al final no resulta tan raro que Stefania esté con él.

- Mis cosas- Me dice secamente y con una mirada de asco. No quiero ni preguntar, no estoy de humor para una de sus rabietas, así que enseguida busco sus pertenencias, que había dejado en la mesita del living para tener a mano y se las entrego. Ella las toma rápido y violentamente. No pienso tolerar eso.

- ¿Cuál es tu problema?- le digo en voz alta.

-¿Cómo se te ocurre? - Es lo primero que dice antes de entrecerrar los ojos en acusación.

- ¿Hacer qué?- Ahora soy yo quien exige la explicación. Ella suspira sarcástica.

- En serio Malena ¿Hace falta que te lo diga? - pienso por dos segundos.

- Ehh...sí.

- Ahorrate todo, ya es suficiente con todas las veces que haces insinuaciones sobre mi, estoy literalmente harta de todas tus actitudes negativas. También estoy harta de que te creas superior a todas nosotras por ayudar a Julieta. Todas contribuimos en ayudarla, que vos no lo veas, es algo diferente. Siempre corriendo atrás de ella, tratando como un zapatito de cristal, ¿no te das cuenta que es peor que la trates así? ¡Y como si fuera poco ayer te fuiste sin avisar! ¡¿Te importó cómo nos íbamos a volver?! O siquiera entrar a nuestras casas ¡NO! Después de haberte encontrado con ella podrías habernos hablado o preocupado por nosotras. Sos de cuarta.- Me quedo totalmente boquiabierta con todas sus falsas acusaciones, no puedo creer todo lo que está soltando. Decido defenderme y trato de elegir bien mis palabras, antes de hacerlo, doy un largo suspiro.

- Primero que nada, sí, pienso e insinúo un montón de cosas sobre vos, pero no seas hipócrita ¿querés? Vos haces exactamente lo mismo. Segundo, sinceramente no creo que ni vos ni las demás la ayuden en algo. Siempre hacen como si nada pasara, deciden fingir, y si yo hago algo para ayudarla me toman de exagerada, lo único que estoy haciendo es preocuparme por mi amiga. Y tercero, era irme rápido para alcanzar a Julieta que no estaba en condiciones de irse sola o perder tiempo innecesario en avisarles a ustedes. De igual manera Olivia estaba al tanto de todo. Perdón por no preocuparme por algo como sus pertenencias en un momento sumamente importante. Además, no parece que te costó mucho trabajo conseguir a alguien que te lleve a tu casa, aunque mirándote bien, no parece que hayas ido a tu casa. - Mientras estuve hablando ella parecía no estar escuchándome.

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