Capítulo 19

62 9 3
                                    

Stefanía

En la fiesta

Estoy furiosa con Malena por haberse ido sin avisar, por haber perseguido a Julieta como siempre, pensando que ella es la única que la entiende y puede ayudar. Todas somos sus amigas y nos preocupamos por ella, podría haber venido y avisarnos que se iban juntas y así sabríamos al menos que teníamos que pedirle la plata. Ahora no sabemos ni como volvernos, todas nuestras llaves estaban en su cartera.
Yo estaba sola en mi casa, por lo que si vamos ahí no tendría sentido, no tendríamos ni como entrar y mucho menos agarrar plata, si Vera despierta a los abuelos a esta hora para decirles lo que pasó, sus abuelos no van a dejarla salir hasta que terminemos la escuela, y los papás de Olivia se fueron todo el fin de semana a la costa por su aniversario. Así que literalmente no tenemos solución, otra razón para estar enojada con Malena.

- Entonces... ya casi amanece ¿Qué vamos a hacer?- me pregunta Vera.

- No tengo ni la menor idea ¿No conocen a alguien que nos pueda prestar plata?- Miro a mis amigas con esperanza, realmente quiero salir de acá.

- Vera - escuchamos y todas volteamos para ver a un Lisandro que por alguna razón parece avergonzado- Hablaba en serio cuando dije que podemos llevarlas - trata de sonreír forzosamente.

- ¿De verdad? - Se entusiasma Olivia- ¿Por que no nos dijiste nada Ve?- La mira esperando una respuesta y la rubia parece negada a dársela.

- Porque no, podemos encontrar a alguien más- El rubio parece triste con esa respuesta. Puedo notar enojo en la voz y conociendo a mi mejor amiga, se perfectamente que debió haber hecho algo muy malo para que eso pasara; el instinto de hermana mayor me hace querer matarlo, pero Vera, al notar en lo que estoy pensando menea la cabeza en desaprobación.

- ¿No le podés preguntar a Ramiro si nos lleva?- Ahora me dirijo hacia la pelirroja que ésta vez si parece bastante confundida.

- Voy a mandarle un mensaje, me dijo que se estaba por ir pero capaz todavía está acá .- Saca su teléfono y comienza a escribir rápidamente en la pantalla táctil.

- Llamalo si es necesario, decile que se lo agradeceríamos mucho y que no lo molestaríamos si no fuera una emergencia- asiente rápidamente.

Vera todavía continua a mi lado, con su mirada caída, no parece una opción para ella dejar que su amigo del taller nos lleve, ni siquiera se digna a mirarlo, mientras que el parece estar rogando por dentro que lo haga.
Unos minutos después llegan unos tres chicos y con ellos Franco. ¿De verdad? ¿Por qué está en todos lados? Parece intercambiar unas cuantas palabras con sus amigos y después con el rubio que le saca al menos una cabeza de altura. Franco no es tan alto.
Nos mira detenidamente y puedo predecir una sonrisa estúpida.

- Entonces ¿necesitan que las llevemos?- Dice agitando unas llaves en su mano.

- Eso no va a ser necesario- Le comenta Olivia sonriendo, veo que está mirando a otra parte así que sigo su mirada y lo veo a Ramiro con una sonrisa.

- Ya encontramos a alguien que lo haga, pero gracias igual Franco -Genial, nos lleva él

- ¿Segura? - le pregunta mientras mira de arriba a abajo a Ramiro

- Si, yo las llevo - dice y le da una sonrisa a pesar de la mirada de Franco

Puedo ver lo disgustado que está éste al ver que no nos vamos con él, pero su cara empeora al verme reprimir una risa.

Salimos de la casa inmediatamente, la verdad es que ninguna quiere quedarse más tiempo. La pasamos mal, creo yo que no va a haber más fiestas por un largo tiempo, y eso me agradaba.
Ya subidas al auto no paramos de agradecerle y él nos repite que no es molestia. Decidimos ir a la casa de Olivia, ya que es su vecina y va a ser más fácil para él, y también porque tiene una ventana trasera por la cual una persona tan pequeña como ella puede pasar sin problemas.
Cuando nos deja en la puerta las calles ya están iluminadas por un lindo amanecer.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora