Stefanía
Miércoles a la tarde
Cansada no sé si sería el término adecuado para describir mi situación en este momento, ya no quiero tener que lidiar con gente hipócrita y estúpida. Mi madre,por mala suerte, es una de ellas.
- Llegó el pago de tu tarjeta de este mes ¿Realmente era necesario otro refrigerador? - me dice desde el otro lado del teléfono intentando parecer severa -
- En realidad es uno muy chiquito, para mi habitación. Me da sed todas las noches y detesto tener que bajar las escaleras cada vez que eso pasa.
- Stefania estás gastando cada vez mas plata y no tenés limites, tu padre y yo nos esforzamos demasiado como para que no lo valores. - ¿Realmente me está haciendo este planteo? Ellos viven viajando, apenas llaman una vez a la semana y nunca se interesan por mi, lo menos que pueden hacer es dejarme gastar en lo que se me de la gana -
- Gabriela - puedo notar como chasquea la lengua, odia que la llame por su nombre en lugar de usar el término "mamá", pero ciertamente no la siento como tal - no es justo y lo sabés. Natacha se la pasa viajando por el mundo desde que terminó la secundaria y ustedes se lo viven festejando. - No tiene ni idea de qué responder. Ahí está: hipocresía -
- ¿Sabes qué Stefania? Podes hacer lo que quieras, gastá todo lo que puedas si eso te hace feliz, yo ya no pienso hablarte más respecto al tema - Me cuelga y sonrío en muestra de victoria. -
Me recuesto en mi ya ordenada cama, aburrida, sin planes para hoy y recién son las tres de la tarde. Pienso en lo que puedo hacer, el sábado ya fui a comprar ropa para Vera y también me compré yo, así que no tengo ganas de volver a hacerlo ya que me compré una gran cantidad; hay gente limpiando la pileta por lo que tampoco puedo nadar; y mis amigas están todas ocupadas. Como última opción decido agarrar el teléfono y mandar un mensaje.
Yo: ¿Podes en media hora?
Después de unos quince minutos llega su respuesta.
Idiota: Estoy en el gym, salgo en quince, me ducho y voy.
Lo leo y me frustra tener que esperarlo, ya estoy demasiado aburrida y todavía me quedan como cuarenta minutos sin saber que hacer. Bajo las escaleras y me tiro vagamente en el sillón del living con unas papas fritas y jugo de naranja a ver una pelicula en Netflix.
Una hora después el timbre suena y salgo a abrirle, su moto ya está estacionada en la vereda y me saluda. Tiene el pelo mojado por la ducha y esa estúpida y perfecta sonrisa de siempre.
- ¿Aburrida Emm? - Camino y él me sigue adentro -
- Algo así, estaba viendo una película y me quedé por la mitad, está buena, así que vas a tener que esperar a que termine. - Le anuncio indiferente -
- No hay problema, amo las películas ¿Cuál es? - se sienta a mi lado en el sillón tomando un puñado de papas -
- Río místico y callate - Se ríe muy divertido y pongo los ojos en blanco dándole play nuevamente -
Toda la película estuvo extrañamente callado, lo que me resulta reconfortante. Pero no puedo evitar reír por dentro al ver su cara de concentración y más aun de ver como se pone cuando comienzan a pasar los créditos.
- ¡¿Que?! ¡Eso para nada es un buen final! - Grita señalando la pantalla.-
- Claro que si lo es, que no terminen todos felices no significa que no sea un final espectacular - le respondo mientras levanto el copón ya vacío y ambos vasos de jugo para llevarlos a la cocina.-

ESTÁS LEYENDO
Destinados
Teen FictionAlgunas tienen mucho en común, otras muy poco. Algunas sufren mas, otras hacen sufrir. Algunas sienten, otras simplemente no parece que lo hagan... Vera, Malena, Julieta, Stefania y Olivia son cinco amigas con historias y maneras de ver la vida dife...