En la mañana siguiente me desperté con una gran resaca. Sentí como unos dedos pasaban por mi espalda haciéndome cosquillas. Por un momento imagine a Draco acariciando mi espalda y besando mi cuello, pero no. Ginny me despertó.
-hey, te he estado tocando la espalda por más de 5 minutos y aun no despiertas. Vístete que tengo hambre.
Me vestí lo más rápido que pude, antes dándome una rápida ducha.
Bajamos al gran comedor en donde una bullicio entro rápidamente en nosotras.
-donde se habían metido -dijo Fred con una sonrisa alzando sus manos.
-estábamos a la habitación -respondí mientras me sentaba frente a George.
-menos mal llegas que George casi va a por ti -río Fred.
George me miro cómplice escondiendo su cabeza entre las manos mientras yo me reía.
-me parece que esa gorda rosa será nuestras profesora de Defensa contra las artes oscuras -dijo ron devorando una tarta de calabaza.
-esa estuvo en mi vista al ministerio -añadió Harry-. Parece sapo.
-que mejor -dijo Hermione mirando el nuevo horario -tenemos con ella ahora.
-demonios -dijo Ron.
Comimos por un rato pero no tenía mucha hambre así que solo tome un jugo y comí unas tostadas con mantequilla.
-oye ____ -dijo Fred-. No te he visto con malfoy últimamente -miro a George. Lo que quería era molestarle-. ¿Terminaron?
-si te das cuenta llegamos ayer -dije con tono altivo pero satírico-. Usa el coco Fred, claro, si es que tienes algo ahí adentro -rieron pero Fred me quedo mirando desafiante-. Respondiendo a tu pregunta, no hemos terminado. Al menos eso creo.
Seguimos comiendo e intenté buscar en la mesa de Slytherin. Busqué por toda la mesa pero no encontré a Draco. Quería verlo, necesitaba estar con el por un momento. Así que decidí buscarlo.
-voy a baño, los veo en la clase de la vieja rosa -dije y me paré.
Me pasee hasta la entrada del gran comedor y decidida a ir al baño, seguí por la multitud de gente. Las altas puertas estaban abiertas para dejar pasar al gran gentío.
Seguí caminando y doble en una intersección bastante desconocida. El sonido fue cesando y me quede completamente sola en un pasillo desconocido. Me quede ahí mirando hacia la intersección que venia y boté el aliento. Respire otra vez y sentí como unas manos me rodeaban las cintura y unos labios besaban mi cuello.
-hola princesa -dijo Draco besándome el hombro.
No pude evitar sonreír y me di la vuelta para que me besara. Me besó y me empujo hacia la pared quedando completamente pegada a ella. Nos seguíamos besando y el pasaban su fría mano por mi espalda y yo las mías por su blanco cabello. Sentí como toda la felicidad volvía pero de una momento a otro desaprecio.
-Draco -me volvió a besar-. ¿Por qué no... No me es... Escribiste?
Dejo de besarme y me miro fijamente una sonrisa se dibujó en su rostro y me tomó entre sus manos.
-por que no quería hablar a travez de papeles, preciosa -me despegue de la pared-. Eres tan real que no puedo dejar que un papel te represente.
Solté un suspiro y juntamos nuestras frentes.
-te extrañé -susurré-. Mucho.
-yo también -me dio un pequeño beso en la frente-. Necesitaba verte ahora.
Sonreí y lo abracé. Sentí como cada parte de mi volvía a vivir, volvía a estar ahí, como el alma volvía a su lugar, y como Draco me abrazaba.