-_____, querida acompáñame un momento ¿si?
La acompañé hasta una habitación cerrada pero igual de lúgubre que las otras.
-te han llegado unas cartas de una tal -miró unos sobres que tenía en sus manos-. Sandra frank.
Recibí las cartas y tardé un momento en entender. Pude distinguir la letra de Draco y sonreí.
-¿todo bien? -preguntó la señora Weasley.
-si, si. Una vieja amiga de cuando era pequeña. Me de mucho gusto que me halla escrito. Gracias, Señora Weasley.
-oh preciosa, no hay de que.
Esperé a que la señora Weasley saliera de la estancia para abrir el sobre.
-Sandra Frank -reí-. Tendrás que buscar otro nombre para la próxima.
Estiré el papel.
______
Creo que no tendré mucha oportunidad de escribirte muy a menudo, pero te escribo para decirte que no te he olvidado, princesa. Cada una de las cosas que hago me recuerdan a tu aroma, a tu cabello y cuando me acuesto me recuerdo de cuando nos besamos. Espero que entiendas mi tardía respuesta, y espero que me escribas.
Draco.
Algo decepcionada sonreí. Cerré la carta y me senté en una silla. Debí haberme ilusionado tanto que ni siquiera puedo sentirme feliz o amada. Quizá Draco no fue lo suficiente de expresivo o yo soy la que quiere más.
Sentí los pasos de alguien atrás mío y en un rápido movimiento guardé la carta en el bolsillo de mis vaqueros.
-hola.
George caminó hacia mí mientras yo acomodaba el trozo de papel en mi bolsillo.
-hey, ¿cómo estás?
-bien. No nos habíamos saludado antes.
Me miró con una sonrisa algo forzada y me tendió los brazos. Lo abracé pa dando mis manos por sus hombros y el las suyas por mi espalda.
-lo sé, lo siento por eso -dije.
-no importa -nos soltamos y me sostuvo las manos un rato. Las soltó-. ¿Cómo está todo?
-muy bien, a propósito, ¿qué tal es vivir aquí?
-uf, es horrible en un principio, pero luego te acostumbras -dijo. Reímos por unos segundos e intenté mirarlo a los ojos sin sentir vergüenza. No puedo negar que en ese momento no sentía algo por él, y no necesariamente amor. Era algo...¿amistoso? ¿Fraternal?
-bueno -dijo mirándome fijamente-. Creo que me iré.
-bien -dije cortante, aunque no quería que saliera así.
Salió y me quede sola pensando en Draco y la carta.
Pasaron unos días y Harry tuvo que ir al ministerio a ver lo pasado con los Dementores. En todo ese tiempo no recibí ninguna carta de Draco, aunque creo que no debí esperarla ya que ni siquiera le respondí la última.
Luego de eso nos preparamos para ir a Hogwarts.Cuando arribamos king's cross agudicé bien la mirada para ver si estaba Draco por ahí, pero no vi nada. Lo confundí unas cuentas veces con otras personas.
Subimos al tren y tampoco había nada.
Ginny se percató y varias veces me pregunto a que o quien miraba.
-nada -dije todas esas veces.
Junto a Ginny intentamos buscar una vagón vacío y encontramos a Neville en el camino quien nos acompañó. Mientras buscábamos pasamos por uno en el cual distinguí una cabellera blanca. Salté en ese preciso momento pensando que era él, pero resultó ser una chica llamada Luna.
Cuando llegamos, nos cambiamos de ropa y luego entramos al gran comedor. Como siempre, estaba totalmente abarrotado de gente.
-este año pareciera que hay más niños -dijo Hermione.
-lo sé -respondí.
-deberíamos apurarnos -saltó Ron-. Podría comerme un Hipogrifo.
-¡Ron! -dijo Hermione alarmada-. Compórtate, luego comerás.Reí mientras Ron rezongaba u mientras caminábamos mi alerta con muy pocas esperanzas se activó. Nuevamente vi una cabellera blanca y observando pude darme cuenta de que su era él. Intenté seguirlo con la mirada . Hablaba con Astoria Greengrass y ella reía a su lado. Giró la cabeza y vi que pasaba la mirada muy cortamente por mí pero fue como si no lo hubiese hecho. Sentí impotencia y rabia por dentro y unas nauseas me quemaron el estomago.
Por fin, llegamos al primer comedor y el bullicio de siempre cesó con Dumbledore.
Este año la canción del sombrero seleccionador cambió, aunque no estaba prestándole atención, ya que miraba la mesa y se vez en cuando le hecha a un reojo a Draco que mantenía la miraba fija en su mano izquierda.-recibamos con un gran aplauso a Dolores Umbridge.
Levanté la vista y una mujer con cara de renacuajo gordo se paró, aunque tampoco escuche su discurso, pues su sola presciencia me pareció insoportable.
Luego de que Dumbledore nos fuera unas indicaciones de seguridad para este año pudimos comer y mas
Tarde irnos. Con Harry conversamos hasta el retrato de la señora gorda y luego lo perdí de vista.Aun sentía esas nauseas y sentí como el ácido quemó mi esófago levemente.
Me acosté junto a las demás chicas y apagamos las luces.Mientras ellas conversaban, yo me revolvía dentro de la cama pensando en que le diría yo a Draco mañana cuando nos veamos.