DESASTRE

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–¿¡pero que crees que haces?!

Peridot cayó del árbol al escuchar la voz.

–¿¡amatista?!–dijo asombrada.–¿¡que haces aquí?!

–daaaa, tu que haces aquí?! El allanamiento es ilegal.

–vengo con mi mejor amiga a contarle sobre la locura del día de hoy.

–¿sigues sin resignarte? Es difícil, lo sé. Pero...en serio, date por vencida.

–¡no!

–ademas...¡esta cuadra es peligrosa para nosotras!

–¿peligrosa? Tonterías!–vuelve a escalar el árbol.–ahora...Vete! ¡Que me descubrirán por tu...culpa!

–te complicas!

–di lo que quieras!

–amiga...–aparece cerca de Peridot.–¿descubrirte? ¡ya no pueden!

–no me rendiré! ¡no me uniré a tu Legión de locos!

–ok, ok. ¿y si te pruebo que en serio ya no existes en ese plano?–señala la casa.–ahí dejaste de existir.

–probar, es una broma.–se pasa al tejado.

–a ver...dime...¿que clase de broma sería? Con la muerte no se juega.

La ventana reflejó la luz que provenía de el interior de la casa.

Peridot sonrió totalmente ilusionada, quería disculparse con lapis por lo que había hecho.

–regreso ¿si?

–¿¡que vas a hacer?!

–terminar algo que fue mi culpa.

–¡no, digo, si...espera!

–ya regreso.

–¡Peridot! No! ¡no puedes!

–solo...mira.–Peridot trató de abrir la ventana, pero no pudo.

–nop. No veo...¿que tenía que ver?

–callate! Y ayudame.

–como te lo explico...–se acerca de nuevo a la rubia.–¡no podemos!

–¿¡por que no?!

–tiene que invitarte a pasar. Oh por lo menos dejar alguna entrada abierta.

–¿¡pero por que?!

–una razón: ERES UN FANTASMA.

–¿vas a empezar?

–es la verdad.

–idioteces.!–se asoma por la ventana.–quizá la bloqueó...¡ja! ¿ves? Tiene seguro!

–bien, bien. Tiene seguro, ok...–su mano pasa por el vidrio de la ventana y quita el seguro.– ¡Tara! Adelante Romea.

–pero...¿¡como...tu...la ventana estaba...?!–balbuceaba Peridot.–¿¡como?!

–en si...yo no puedo pasar. Pero ¡anda!

–no que hasta que ella me invite a pasar?!

–¿¡tan rápido te resignaste que eres un fantasma?!

–es que...¡estoy confundida! Acabo de ver cómo atravesaste la ventana... pero...¡no! Yo no puedo, no debo.

–eres te guste o no.–agarra a Peridot del brazo y la empieza a jalonear.– Ahora...¿que te parece si regresamos al colegio y te explico mejor las cosas?

–¡quiero una explicación inmediata!–trataba de que Amatista la soltara.–¡no voy a ningún lado sin una buena explicación!

–¿quieres una explicación? Bien. Estás muerta, no sabes cómo fue que moriste y debes de tener esa hoja llena. ¡Listo! Vámonos.

–¡no, no! ¿¡Dime como fue que pasó esto?! No pude morir.

–yo no sé. Si por algo sigo vagando es por que tampoco sé cómo morí.

–¿¡ves?! Y si no sabes...¿¡quien en realidad dice que estás muerta?

–ellos! Los vivos que no te pueden ver.

–vas a ver que no pasó nada.–abre la ventana.– le voy a decir a lazuli y ella tendrá una explicación más lógica.

–¡espera! ¿¡lazuli?! Oye no...

Peridot entró por la ventana, miró para todos lados tratando de encontrar a lapis en la habitación pero al parecer se encontraba en la planta baja. Volvió la mirada al exterior de la habitación, Amatista negaba frenéticamente con la cabeza, Peridot sólo sonrió y continuó el camino.

Lapis no dejaba de divagar en su cabeza, estaba en la sala pensando en lo que había hecho.

¿era su culpa? Absolutamente. Pero también era culpa de Peridot, si no se hubiese portado tan desquiciada eso no hubiera pasado. Pero lapis tenía otras opciones para deshacerse de la rubia, pudo gritar y pedir ayuda pero no lo hizo, podía negociar amablemente con la de lentes pero tampoco se le había ocurrido.

–hija, ya está...–su madre la llamaba desde la puerta de la cocina.–¿ estás aquí abajo?

–si madre.–respondió sin ánimos.–mi habitación está...muy fría.

–es extraño que andes por aquí, pero en fin. Ya está la cena.

–claro.–no se movía ni un centímetro del sofá.

–a ver. Estás preocupada ¿que sucede?

–¡nada!–dijo levantándose de un brinco.– mi...mi...tarea no la e hecho, pero es para dentro de una semana.

–tomatelo con calma.

–s-si! Eso haré.

–aunque no creo que sea lo único que te preocupa.

–no? Ah ya sé que debe ser. Pero nada con importancia.

–¿que?–insistió la madre.

–las pruebas para porrista. Pero...

–¿pero?

–las...clases–dudaba en hablar.–se cancelaron hasta nuevo aviso.

–¿¡que?! ¡pero si acaban de entrar! Tienen apenas una semana.

–lo sé pero... surgió un problema en la escuela, no nos dijeron pero...no hay clases.

–mañana iré a preguntar. No es que no te crea pero...desde el problema de la secundaria...

–si madre.–dijo con tristeza.–No me lo recuerdes.

–es que hija...eso fue...

–Fue! En efecto, pasó y aprendí del error.

–mmm...bien. Mañana iré a preguntar. Pero cambiando de tema, ya está la cena, vamos.

–se me a ido el apetito.–lapis se dirigió a su habitación con paso rápido.

Cerró la puerta con toda fuerza, se apoyó contra la puerta, se sentó en el piso y empezó a llorar.

–justamente lo que me faltaba oír.–dijo entre sollozos.







Yei :33 gracias a todos por los votos y algunos comentarios (?):v espero que la historia...sea buena. En fin. 👍✌

Walls Covered In BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora