Lapis estaba hablando con Steven, cosas sin mucha importancia.
Pero a lo lejos se escuchaban los pasos apresurados y la pequeña vocesilla chillona de una chica rubia.
Lapis era la única que podía escuchar claramente la voz molesta, pero trataba de actuar como si nada.
–¡lazuli!–la vocesilla se oía más cerca.–¡hey lazuli!
La chica resbaló y calló de bruces contra el suelo. Steven detuvo el paso y se dirigió a ayudar a la rubia a levantarse.
–¡¿estas bien?!–pregunta el chico.–¡cielos! Tus lentes se han estrellado.
–no importa!–dijo apresurada.–tengo que hablar con lazuli!
–pero Peridot.–replica Steven.–tenemos un trato.
–¡es urgente!
–Peridot...
–steven... por favor.
–peridot es que...
–necesito decírselo.–dijo en voz baja.–por favor.
Steven volteó a ver a Lapis, esta solo negó rápidamente, no escuchó de que trataba pero negó.
–está bien.–Dijo Steven en un suspiro.–te...dejo un rato.
–¿¡que?! No!–dijo lapis enfadada.– Tengo otras cosas que hacer.
–lazuli! Tengo que hablar contigo!
–no! Yo...yo...
El timbre sonó, había pasado rápido el tiempo de descanso. Llegaba el momento de clases nuevamente.
Los tres chicos regresaron al salón y más clases aburridas pasaron.
Pero entre las clases, los murmullos llevaban la noticia de las pruebas para animadoras. Y esto llegó a oídos de Peridot, ella estaba pensando en hacer las pruebas principalmente por que lapis haría audición, tenía que intentarlo si quería estar con lapis. Las pruebas serían la siguiente semana.
Otras horas de clase concluyeron.
Todos salían del colegio despavoridamente hacia las canchas de rugby, al parecer hoy se escogerían a los jugadores.
Lapis era una de las cuantas alumnas que también se dirigía a tan importante evento, le importaba mucho saber quién se quedaría en el equipo. Esta vez no esperó siquiera a Steven, ella fue la primera en salir del aula y llegar a las canchas.
–¡steven!–llama la rubia.–¿a donde fue lapis?
–de seguro con los demás. Los equipos para rugby se están haciendo y no creo que se quiera perder eso.
–¿que tiene de importante?
–pues...son los alumnos más populares y pues...Eh, digamos que a lapis le gusta ver quien se queda. Principalmente para saber a qué equipo apoyar.–le guiñe un ojo.
–¿crees que pueda entrar?
–tu?! Peridot...no es por bajarte el ánimo pero, no.–salen del salón.–No sobrevivirías ni un minuto en el campo.
–tienes razón.
–¿y como le piensas decir?
–¡no sé! Se niega totalmente a hablarme.
–¡tengo una idea!–dijo Steven adelantándose.–no te muevas! En un rato llega.
Peridot se quedó confundida, pero siguió la orden. Aunque la pregunta de Peridot rondaba por su cabeza al igual que la respuesta ¿para que lapis perdería su tiempo en una estúpida prueba para jugadores de rugby? Para saber a qué equipo "apoyar". Ahora si la respuesta le quedó más clara, va a coquetear con algunos del equipo.
Peridot hizo un pequeño puchero enfadada al pensar en la idea, Lapis coqueteando con alguien que no es ella. De su mochila, sacó sus tijeras de punta y las guardó en la manga de su sudadera. Si Lapis no era suya, no sería de nadie más.
Pasó alrededor de 25 minutos cuando escuchó que alguien subía las escaleras apresurada.
–¡lazuli!–dijo emocionada la rubia.–¡Lazuli, me alegra que estés aquí!
–no tengo tiempo.!–se siguió hasta llegar a su salón, Peridot la siguió.
–lapis...tengo que decirte algo muy...
–luego me dices.¿no has visto mi celular?
–no, no le e visto. Pero es en serio, es importante.
–no encuentro mi celular! ¡eso si es importante!
–no crees que lo tenga Steven? ¿quizá vio que se te a caído y...
–no, no creo. Me dijo que si le prestaba mi celular para hacer una llamada.
El teléfono de Peridot vibró, era un mensaje de Steven.
“¿ya le dijiste?”
"Aún no. No me presta atención por buscar su celular :("
“jcixhduxndlskcgb dile que ya lo encontré, que esté más tranquila y YA DILE!!”
–salvación!–dijo Peridot guardando su celular en la bolsa.– dice Steven que lo encontró en la orilla de las gradas.
–¿¡en serio?! ¡soy una despistada! Gracias por avisarme!–salió del salón seguida nuevamente por Peridot.
–¡espera lazuli!–dijo tratando de seguir su paso.– tengo algo que decirte, es importante!
–me dices mañana!
–no! En serio es que...No sé cómo decirte pero...yo...es que...
Lapis seguía sin prestarle atención, estaba a poco de bajar las escaleras.
–¡ME GUSTAS MUCHO LAPIS LAZULI!–gritó Peridot desesperada.
Lapis paró en seco, se dio la vuelta y vio seriamente a Peridot.
–escuché...¿¡que?!–el tono de lapis era neutral, no se podía saber si estaba enfadada, asombrada o con nervios.–¿¡escuché claro?!
–S-si, escuchaste claro.–trató de no tartamudear.– E-eso trataba de-decirte.
–yo...–suspiró agobiada.–tu...no sé cómo explicarte.
–¿Q-que?
–Peridot, es que...yo...
–¿tu?
–no estoy lista aún para una relación. Acabo de pasar por algo no muy agradable para mí y en estos momentos no estoy segura de que quiera salir con alguien.
–¡pero yo prometo que te quiero mucho! Yo no te haría pasar tragos amargos.
–no es eso...es que aún...no puedo superarlo, no quiero hacerte daño recordando lo peor.
–¡no me importa! Yo quiero escucharte, quiero estar contigo. ¡No me importa si cuando estés conmigo estés pensando en alguien más, YO QUIERO ESTAR CONTIGO!
–así no funcionará.–lapis iba a emprender de nuevo camino, Peridot logró detenerla del brazo.–¿ahora que quieres?
–¿en serio? ¿no estás preparada para otra relación?–Hace su agarre más fuerte.– ¿segura?
–¡sueltame!–dijo lapis con algo de nervios.–¡me estás lastimando!
–¿lastimando? ¿sabes a mi que me lastima?–la acorrala contra la pared de las escaleras.– ¡me duele que digas que no estás preparada para algo más cuando se que te vas a ir a coquetear con todos los populares!
–Yo no voy a ir a coquetear con esa bola de patanes.
–¡exacto!–sonríe sádica.–¡ya no lo harás!
–¿Peridot? ¿¡que demonios te pasa?! ¿¡de que...?!
Lapis ve que la rubia iba a sacar algo de su manga, pero en cuanto vio el objeto brilloso y delgado asomarse de entre la ropa, rápidamente empujó con toda su fuerza a la rubia.
Pero no midió la fuerza ni el espacio.
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Walls Covered In Blood
De Todolapis lazuli, una chica antisocial que está rodeada de personas. ¿malo? posiblemente para ella si. Pero las cosas se salen de control cuando conoce a Peridot, la única insistente de hacerse amiga de lapis, llevándola a un terrible error.