DELATADA

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–decirme...Algo perturbador?–dijo lapis extrañada.

–si pero no perturbador a tu nivel gótico-Dark.

–idiota. Pero en fin ¿a que nivel entonces? Según tu.

–es que es un...Agsh! ¿¡puedo pasar?! Es algo que...No deben enterarse los vecinos.

La gata negra solo prestaba atención a lo que pasaba.

–que puede ser?

–¡no te voy a decir hasta que me dejes pas...!

Lapis la jala para el interior de la casa.

–¡bien! Ya estás, ahora dime.

–ok, ok. Pues... Al parecer las clases se reanudarán. Encontraron el caso de mi hermana cómo accidental así que...Todo continuará como si nada.

–¿y...?

–por accidental tuvieron que hacer investigación en casa. Para encontrar algún indicio de que ella se lo provocó, tipo suicidio para que entiendas.

–bien, ahora viene el chiste de que yo le metí "ideitas" sobre el suicidio.

–no es un chiste querida. La policía te tiene entre posibles culpables.–sonríe con cierta alegría.– ya me lo imaginaba.

–que?!–dijo lapis angustiada.– Y-yo por que?!

–para empezar... En serio, ¿¡a quien querías engañar?! Me han pasado pruebas irrefutables de tu culpabilidad, además de que eres muy obvia.

–¡¿s-según tu por que?!

–¿tu enamorarte de mi hermana de un momento a otro? Por favor. Además de que...Bueno, se encontró lo que te digo que es perturbador.–le extiende un cuadernillo.– era lo que yo creía como el diario de mi hermana pero...Ammm...Te lo dejo, chécalo y...Pues... Saca conclusiones.

Lapis agarra el cuaderno, lo analizó por un breve momento pero en cuanto regresó la mirada a donde estaba la chica, ya no se encontraba.

–esto es extraño.–cerró la puerta y sin dudarlo se dirigió a su habitación.

Peridot estaba entrando en pánico total, su diario, TODO,  TODO!! Su estatus estaba a punto de quebrarse ante Lapis. Esta vez no se podría salvar de que lapis la odie más, SU DIARIO LO TIENE LAPIS.

Inmediatamente se subió a la habitación de la pelíazul. ¿¡que demonios pensaba su hermana en darle el cuadernillo secreto?!

-Meow, Meow!-Seguia necia a no dejar a lapis leer el cuaderno, así que en cuanto vio que lapis abría el cuadernillo se interpuso entre el objeto y la pelíazul.

–bajate bola de pelo!–dijo lapis empujando al felino, pero por más que la empujara no funcionaba y Peridot se aferró a las hojas del cuaderno, si la empujaba podría romperlas. – ¡abajo!

Lapis logró soltarle las patas al gato y la bajó de la cama. Peridot intentaba, no dejaría que leyera, no debía. Pero lapis se hartó del felino así que mejor se levanta de la cama y empieza a abrir el cuaderno.

-Meow!, Mow, miau! Mow, Mía..Maui...M...¡M-miapis! Mlapis!–logró por fin hablar Peridot.–¡No!

Lapis detuvo la hojeada y miró a la gata. Estaba impactada.

–P-peridot?!–dijo asombrada.–¿¡que demonios?!

–mnos mewnseñaron a moupseer amiunales!

–no te entiendo del todo.–dijo seria.

Peridot se empezó a poner nerviosa, se empezó a sentir mal, algo cansada ¿era posible que ella siendo un fantasma pueda sentirse así? De un momento a otro Peridot ya había dejado el cuerpo del gato.

Walls Covered In BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora