GATO

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–tengo que sacar esa tipa de ahí!

–deja de golpearte!

Ambos gatos estaban peleando, una evitando que la otra dejara de molestar en la casa.

–no! Lapis está con esa tipeja!

–déjala en paz! Podemos hacer muchas cosas en vez de estar perdiendo el tiempo aquí!

–ok, ok...–deja de rasguñar la ventana.–¿quieres que nos vayamos?

–si! Gracias, por fin.

–bien entonces...Vámonos.

Apenas habían llegado a la parte delantera de la casa cuando Peridot pegó carrera al árbol por el cual escalaba para entrar. La ventana de la habitación seguía abierta y sin pensarlo dos veces entró de nuevo a la casa.

–jejeje, bien...Esa narizona tendrá que salir de aquí lo más rápido que pueda.–se decía Peridot para sí.– si es que no quiere sufrir las consecuencias.

Peridot fue escaleras abajo y llegó nuevamente con las chicas, las cuales ya tenían todo preparado.

-Meow!-se escuchó de repente en la sala llamando la atención de las jóvenes.

–mira, de nuevo el gato.–dijo Perla con una sonrisa burlona.– ¿segura que...?

–¿¡como demonios se metió?!–dijo lapis molesta.

–quizá por la ventana de una habitación que se quedó abierta. No cerraste la de tu habitación.

–maldición! En fin...–lapis agarró al gato.–va de nuevo para afuera está gata torpe.

–¿como sabes que es gata?–pregunta perla con una pequeña sonrisa.– ¿pues que andas viendo?

–no e visto nada!–dijo aún molesta.– lo sé por qué el maullido es diferente. A menos que sea un gato gay.

La gata negra solo ladeó la cabeza.

–¿acaso si?

–lapis, concéntrate.–dijo perla prendiendo algunas velas.– pon al gato en el piso y deja que ande por aquí.

Lapis deja al gato y este inmediatamente se empieza a restregar en las pantorrillas de Lapis.

–no de nuevo. Perla ¿es necesario.?

–el gato? No del todo pero veo que le simpatizas.

La gata se acerca a una de las velas que Perla había prendido y con su pata tira la pequeña parafina.

–no, no, no.–Hace a un lado a la gata.– Todo menos eso bolita de mala suerte.

El gato volvió a tirar otra vela.

–que no!

Otra, otra y la última.

–creo que mejor será sacarlo.–dice Perla irritada.– si sigue con esa actitud...

La gata se acerca a los pies de perla y la rasguña.

–¡suficiente!–agarra al gato.– serás muy buen localizador Y todo pero no me agrada tu actitud.

El felino saca sus garras y las clava en las manos de la albina para que la suelte pero no fue hasta que la mordió cuando la dejó ir. Rápidamente la gata negra se escondió detrás de lapis.

–gata estúpida!–dijo perla molesta.

–hey! Tampoco le digas tanto. Está simplemente defendiendose. No lo hizo con mala intención.

–mala intención?! Me tiró las velas.

–por favor. Ya lo dijiste, son criaturas receptoras de energías, quizá sabía que sería mala idea hacer tu... Extraño ritual de convocación.

–¿que estás insinuando?!

–que quizá alguien si trae vibras terriblemente pesadas.

Perla no dijo nada, simplemente se quedó observando a Lapis y después al pequeño animal.

–¿crees que soy yo la que trae problemas? ¿me estás corriendo de tu casa?

–simplemente digo que... Quizá tu no estés calificada para algo así.

–¿¡califi...?! ¡JA! Bien, bien. Me iré a titular en espiritismo ¿¡estarías más tranquila?!

–bueno fuese.

–de acuerdo! Me iré a graduar, mientras tanto, suerte con tu problema de plaga fantasmal.

–adelante, ya conoces la puerta.–dijo lapis extendiendo las manos hacia el pasillo de salida.

Perla simplemente se acomodó su chaqueta y salió a paso veloz de la casa.

Lapis suspiró agobiada y miró al gato que estaba aún restregándose en sus piernas.

–me acabas de salvar de una loca caza fantasmas.–dijo lapis agachándose para acariciar al minino.– aunque eres muy empalagosa. Bien dicen que todo se parece a su dueño.

-Mew!–se sienta y empieza a ronronear.-¡Mraw!

–en serio me hubiera gustado saber tu nombre.–hace una pequeña sonrisa de lado que desaparece poco a poco.– fui una estúpida. Pude tener esa conversación con tu dueña y la desaproveché.

-Mñaaw!

–Bueno...Ahora que es un fantasma y que me molestará para toda la vida hasta que le ayude con su hoja de muerte... Quizá le pueda preguntar. ¿no crees?

-Mñau!

–esto es ridículo.–dijo lapis tomando al gato por los costados y lo carga.– estoy hablando con un gato.

"–no, no!!–peridot estaba pensando que hacer, lapis no la entendía.– Lapis yo...Soy yo! Lapis!"

El gato maullaba insistente, a lo que lapis lo agarra para ponerlo de frente.

–¿que pasa amiguita? ¿Tienes hambre?

"–no! Vamos Lapis! Sabes que soy yo! Tú me conoces."

–no puedo creer que una bola de pelos lograra que la defendiera. Eres una suertuda ¿sabes?

"–lo sé, pero no es el punto! ¡Oh rayos! Espera...¿como era para dejar la posesión? Oh claro, bismuto nos enseñaría en cuanto regresáramos."

Peridot pensaba en acercarse a la puerta y rasguñar para que saliera, pero vivir como gato con lapis era un sueño ideal.

–creo que tenía un poco de lasaña en el refrigerador.–deja al gato en el piso.– Seguramente a todos los gatos les gusta ¿no?

Lapis se dirigía a la cocina pero el timbre de la casa interrumpió su camino. Se dirigió a abrir.

–tu de nuevo?!–dijo lapis con molestia.

–creeme que tampoco es agradable para mi verte corta venas.–era la hermana de Peridot.– pero en fin. Tengo algo...Que es interesante pero perturbador por decirte.










Yei :33 actualización! :D
Bueno pues...perigato ^: esta vez no es mío el dibujo ;) se nota :u

Walls Covered In BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora