Las clases habían comenzado, los alumnos regresaban a esas monótonas clases que se llenaban ahora de tensión. Los comentarios volaban en pequeños susurros y papeles arrancados, todos con la misma interrogativa.
¿Que le había pasado a la compañera nueva?
Lapis trataba de ignorar las interrogativas y concentrarse en la clase. Pero cada palabra que escuchaba la aturdía demasiado. Todas las preguntas que rondaban en el aula tenían respuesta y principalmente Lapis las sabía.
–¡Profesora! –Steven había llegado tarde.–¡me permite...!
–llega tarde joven Universe.–reprendió la profesora. –Solo por...
–¡me permite a LapisLazuli!–interrumpió el chico.–es urgente.
La profesora quedó en silencio y finalmente dio el permiso.
–¿que pasa Steven?–Lapis preguntó en cuanto salió.–te ves mal.
–¡vi a Peridot!
–espera... ¿Que?
–te...¿Te acuerdas que me habías dicho que viste a Peridot? Yo la vi.
–¿¡también?!
–¡si! Estaba en el baño y de repente, cundo me iba a lavar las manos la vi. Como si fuese un holograma pero... Podía hablar y...
–entonces... ¿También lo sabes?
–¿que?
–sobre la muerte de Peridot.
–pues... Si. Yo vi también como estaba muerta en las escaleras.
Lapis suspiro con mas calma, había creído que Steven sabía ya del incidente a detalle. Para sus suerte no era así.
–Bien, entonces te puedes encargar tu del problema.–sonrió Lapis victoriosa al ver una oportunidad para alejarse de la fantasma.
–¿por que? Peridot era tu...
–¡si! No hace falta recordarlo.–Miró para todos lados.–Pero... Es que descubrí algo... Demasiado extraño.
–¿que puede ser?
Lapis jaló a Steven del brazo y lo llevó a un lugar más apartado de todos.
–Steven, la otra vez estaba revisando una de las bolsas de las que se desecharían la familia de Peridot. Y me llamó la atención que en una había una... Caja.
–¿estabas revisando la basura de tu vecina?
–¡no! Peridot me pidió salvar un estúpido peluche de entre las cosas. Pero ese no es el punto, lo que pasa es que en esa caja había una carta y en otra bolsa había miles de cartas que Peridot nunca me envió.
–aaaawww le daba pena.–Steven sonrió ligeramente al pensar en tan agradable gesto.
–¡No Steven! Peridot tenía años espiandome. No se cuantos con exactitud, pero incluso hay cartas describiendo situaciones que pasé cuando tenía 12 años. ¡Steven, eso no es lindo, eso da miedo!–agitó al chico por los hombros con desesperación.– tiene álbumes completos de fotos mías que quien sabe para que las ocupaba. Tiene historias escritas de ella y yo en diferentes situaciones amorosas. ¡Eso da miedo!
–¡ok! ¿Pero que piensas hacer? Ella ya está muerta. No creo que puedas demandar a un fantasma por acoso.
–eso es lo que me da miedo. Peridot no tiene impedimento alguno y lo peor es que puede interactuar conmigo.–Lapis soltó a Steven para abrazarse a ella misma.–estoy... Tengo miedo.
–bien ¿que te parece si después de clases hablamos con más calma?
–Me parece bien. Aunque... Creo que saldré temprano. Los demás no dejan concentrarme.
–es tema de conversación de todos.
–pero me desagrada. Necesito un descanso.
–si... Supongo que debe ser pesado escuchar que todos hablen de tu novia...¿ex-novia?
–si, lo es.–Lapis miro las escaleras del edificio, recordaba la situación que la había puesto en tan difícil lugar.–demasiado... Incómodo.
–disculpa que te lo diga.–Steven vio al mismo lugar que Lapis.–pero... Me pareció demasiado extraño. Un día antes de la confesión la odiabas por molestarte y después... Aceptaste.
Steven dejó a Lapis y se acercó al lugar de los hechos.
–es más... No se con que se resbaló.–continuó Steven.–¿Por que Peridot se clavó unas tijeras en el cuello? ¿Que planeaba hacer?
Lapis se congeló, algo le decía que el chico sabía algo, pero haría lo posible para fingir la inocencia con respecto a lo que se le preguntara.
–quizá...–Lapis se acercó también.–¿Era un plan de suicidio? Ya sabes... De cuando uno dice lo último que se atrevería a decir antes de... Partir.
–podría ser.–Steven trataba de analizar toda la escena.–pero ¿tan bien calculado?
–era una nerd.–dijo lapis con desinterés.
–¿por que le dijiste que si?–Steven miro a lapis.
–pues... Creo que se lo merecía. Es decir... Ella necesitaba ¿amor?
–Lapis.–Steven suspiro rápidamente.–yo... Ya sé lo que pasó.
–¿a si? –trató de sonar calmada.–¿podrías decirme?
–Perla me lo dijo ya. Pero quería escucharlo a ti decirlo nuevamente.
Lapis solo cerró los ojos y se abrazó con más fuerza.–pues te mintió. Yo no hice nada.
–Lapis ¿cuento tiempo más va a pasar?
–yo no fui, lo juro.
–no jures en vano.
–¡si! Esta bien, pero por favor... No le digas a nadie más. No quiero... No quiero terminar encerrada en una cárcel.
–Lapis es que...–Steven se aseguró que nadie estuviese alrededor.–tu... La aventaste ¿cierto?
–¡Si! Pero... Ella me iba a matar primero. Las tijeras las tenía para apuñalarme con ellas si la rechazaba. ¡Y ella lo iba a hacer pero...! No medí mi fuerza y...–se volvió a repetir el incidente en su cabeza, pero rápidamente trató de olvidarlo.–ella murió por ella misma.
–¿iras a su funeral?
–es en la tarde. Supongo que si. ¿Fuiste invitado?
–no... Y si hubiera sido, tengo que ir con Perla por algunas cosas. ¿Si podemos ir a tu casa, no?
–Perla no.
–está bien. Iré yo.
El timbre del Colegio sonó avisando el final de las clases matutinas dando tiempo para el receso.
–tengo que irme.–habló Steven checando su celular.– tengo que ir a la Biblioteca. Si te retiras temprano... Envíame un mensaje.
Steven se retiró a prisa. Lapis solo miraba como el chico desaparecía de su vista. Ya, alguien más lo sabía y era algo para alarmarse. Los rumores corren rápido y no tardarían en llegar a oídos de la policía.
Si, definitivamente tenía que retirarse temprano.
Continuación de resheno UwU
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Walls Covered In Blood
Randomlapis lazuli, una chica antisocial que está rodeada de personas. ¿malo? posiblemente para ella si. Pero las cosas se salen de control cuando conoce a Peridot, la única insistente de hacerse amiga de lapis, llevándola a un terrible error.