El taxi me deja delante de la entrada a mi casa. Compruebo que las luces están apagadas dentro de esta antes de abrir la puerta con sumo cuidado de no hacer ruido. Toda la casa está en silencio, lo que me indica que mis padres todavía no se han levantado para ir a trabajar. Dejo las llaves en la pequeña mesita de la entrada y me quito los zapatos antes de subir las escaleras. Todo está a oscuras en el pasillo, produciéndome escalofríos, sobretodo después de todo lo ocurrido esta noche. Abro la puerta de mi habitación, cerrándola detrás de mí y me apoyo en esta, escuchando que mis padres no se hayan enterado de nada.
Me dejo caer al suelo después de unos segundos y llevo mis manos a mi rostro. Todo el cansancio viene a mí de golpe entonces. Han pasado demasiadas cosas hoy, demasiadas emociones se agolpan en mi interior. Necesito descansar urgentemente. Ni siquiera me importa tener pesadillas o no, sólo quiero cerrar los ojos por unas horas y hacer como que no ha pasado nada. Me levanto del suelo y prácticamente me arrastro hasta mi cama dónde me tumbo, tapándome con unas mantas. Miro el reloj de la mesita y veo que son las seis y media de la mañana. Me digo a mí misma que dormiré hasta las nueve y me iré a junto Oliver, así, por lo menos, descanso un poco.
Suspiro con cansancio y cierro los ojos, sumiéndome en un profundo sueño.
Escucho la respiración agitada de alguien a lo lejos. Suena como si estuviera corriendo una maratón. No puedo ver nada, todo está totalmente oscuro así que no sé si lo que escucho es real o parte de mi imaginación.
Algo se mueve a mi costado y pego un salto del susto, apartándome del lugar. Entrecierro los ojos, intentando que se adapten a la oscuridad pero sigo sin ver nada. Doy un paso hacia atrás, haciendo que lo que quiera que esté pisando empiece a crujir.
Aquella respiración agitada vuelve a escucharse pero esta vez se acerca a dónde yo me encuentro cada vez más. Me doy la vuelta en la dirección de la que proviene y pongo mis manos delante de mí para no chocarme con nada mientras camino hacia delante.
No entiendo por qué estoy andando, por qué no me quedo en el sitio, esperando a que pueda ver algo pero tengo la sensación de que no estoy a salvo y sólo quiero salir de ahí cuanto antes.
Escucho de nuevo aquella respiración pero, esta vez, está todavía más cerca, como si estuviera a punto de pasar a mi lado. Me detengo de golpe y espero, con el corazón en un puño. El miedo empieza a crecer dentro de mí, parece como si esa persona estuviera huyendo de algo. Cada vez se acerca más a mí hasta que siento que está prácticamente a mi lado y entonces, algo me arroya y caigo al suelo. Tengo algo encima de mí.
Me quejo, aturdida por la repentina embestida y cuando la persona que tengo encima se empieza a mover, intentando golpearme empiezo a gritar y a intentar apartarla de mi lado.
Supongo que la debí de asustar bastante porque se pone en pie, tapándome la boca con una mano. Me manda callar entonces pero yo sigo luchando. Maldigo a la oscuridad que me rodea por no dejarme ver para defenderme.
–Debes ayudarme... –susurra una voz femenina y me quedo paralizada por la sorpresa–. Ellos me están buscando... Voy a morir...
Ambas escuchamos algo que proviene de algún lugar detrás de dónde nos encontramos.
–Ya llegan –escucho que murmura, asustada y se aparta de mí. Pestañeo un par de veces, sin saber qué es lo que acaba de pasar.
Es entonces que alguien me agarra de la muñeca y tira de mí hasta levantarme del suelo. Me obliga a correr por todo el lugar a pesar de no ver nada.
–Rápido –me urge la mujer e intento mantener el paso pero cada dos por tres tropiezo con cualquier cosa en el suelo.
Aquellos sonidos que escuchamos siguen detrás de nosotras, como si nos estuvieran siguiendo y cada vez se acercan todavía más.
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Forbidden Creatures
WerewolfHayley Lowell es una chica de 17 años a la que, al empezar el último año de instituto, le empiezan a suceder cosas extrañas. Las pesadillas no la dejan tranquila, un hombre de característicos ojos rojos no para de perseguirla, alguien empieza a habl...