The Walking Dead (Carl Grimes)

68, FINAL

Canción: Go Now, Adam Levine.
Narra Lilly

Son las 3AM de un día de noviembre, está nevando y yo aquí, vigilando en el muro de Alexandria.

Siento que voy a morir congelada.

Escuche el sonido de la madera de la escalera crujiendo indicando que alguien estaba subiendo por ella, al voltear vi la castaña cabellera de Carl asomarse.

La situación entre nosotros no era la mejor, al menos no desde Ron...

--Traje chocolate caliente.-- le sonreí como pude y tome mi taza caliente, el calor que desprendía literalmente descongelo mis manos y solté un suspiro placentero.

--¿Recuerdas estas tazas?-- preguntó el mirando hacia el bosque después de la muralla.

--¿Como olvidarlo?-- reí-- Las vimos en la vitrina de una farmacia infestada de caminantes y gastamos todas las municiones solo para poder conservarlas.

--Y no me arrepiento.-- rió de vuelta.-- Tenemos unas bonitas tazas de pareja de Minnie y Mickey Mouse e incluso una pequeña de Pluto para Nik.

--¿Te acuerdas de los suéteres también?

--Rayos, no me había dado cuenta de que somos una de esas parejas empalagosas.

--Me di cuenta luego de el conjunto de pantalones, zapatos, gorros y medias iguales.-- reí golpeando graciosamente su hombro.

El rió conmigo y luego todo se quedó en silencio, apoye mi cabeza en su hombro y suspire, a la vez que tomaba un trago de mi delicioso chocolate.

--¿Qué nos pasó?-- le pregunte volteando hacia su cara, buscando sus ojos.

--Lo lamento..., creo que simplemente no procese bien todo esto del "accidente", ¿sabes? Tal vez solo soy muy estúpido y no es razón suficiente pero...

--¡No te disculpes! Entiendo que fue un cambio drástico y que tú vida jamás será igual, Carl. Pero tienes que pensar también en mi, ¿tienes la más mínima idea de cuánto extraño que me beses y que me toques? Luego del accidente parecía como que la simple idea de acercarte a mí te daba asco.

--Temo no ser suficiente para proteger a mi familia. ¿Que pasaría si hoy, Alexandria cayera y tuviéramos que salir solos? No puedo disparar así, Nik tiene más habilidad que yo en este momento...

--Entonces ambos estaremos felices de protegerte, tal como tú has hecho y seguirás haciendo, Carl.

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--¡Corran! ¡No miren atrás!-- gritaba Rick mientras se volteaba de repente, alejándose del grupo para sumergirse entre los caminantes.

--¡Papá, no! -- gritaron Carl y Judith tratando de ir hacia él, pero yo sostuve a Judith y Nik a Carl, halándolos para continuar.

--No podemos dejar que su muerte sea en vano...-- le murmuré más que nada a la Judith de 10 años y a Nik, de 6, que descansaba en el hombro de mi padre.

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--Hana... yo de verdad lo sien...

--¡¿Lo sientes?! Dominik me rechazaste, ¡más de una vez! ¡Tuve que soportar horas y horas de charlas sobre lo mucho que amabas a otra, amándote en silencio mientras para ella eras solo un pasatiempo! ¿Crees que puedes venir aquí, cuando ya te estoy olvidando, y hacerme sentir de esta manera de nuevo? ¡¿Acaso no he sufrido ya lo suficiente por ti?!

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--Te amo, papá.-- me dijo mi pequeña hija May, abrazándome silenciosamente con amor, mientras veíamos nuestra comunidad arder, solo nosotros contra el mundo.

--Encontraremos a mamá y Nik, mi amor. Te lo prometo...

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--¿Puedes ir un poco más lento? Ten consideración por mi, ¡uso muletas, por Dios!-- gritó Nik.

--Muletas, no silla de ruedas estúpido lento.-- masculló Hanna molesta mientras avanzábamos en el bosque.

--¡Ni siquiera sé a dónde demonios vamos, Hanna, así que no me presiones!

--Allí es a donde vamos, imbécil.-- dijo ayudándome a pasar por aquel estúpido tronco caído. Alcé mi vista solo para encontrarme con una casa del árbol, no muy alejada del suelo.

--¿Cómo demonios esperas que suba hasta allá?

--Solo esta a un metro del suelo, quejumbroso, perdona si no hay servicio para discapacitados en una casita abandonada.

--¡No soy discapacitado, estoy en tratamiento!

--Entonces deja de comportarte como uno, maldición.

Luego de luchar contra la escalerilla pudimos subir ambos, me lancé dramáticamente hasta el suelo respirando con dificultad.

--¿Cuál era el propósito de subir hasta aquí?

--Pues, estamos oficialmente juntos desde hace una semana...

--¿Acaso es un aniversario y debería tener un regalo?

--¡No! Es solo que aún no me has besado.-- dijo como si fuera lo más normal del mundo, haciendo que me atragantara.

--¿Q-Qué?

--Me gustas desde que tengo 11, ya tengo casi 17. ¿No crees que merezco un beso?

--Bueno, eso es decepcionante... Esperaba más que solo un beso.

--Eres tan bipolar,-- masculló riendo.-- No entiendo cómo de un momento a otro puedes pasar de tierno e inocente a decidido y voraz.

--Te encanta.-- me conteste tomándola de la cintura y sentándola sobre mis piernas, ella entrelazo sus piernas en mi espalda.

--Me encanta.-- admitió acercándose a mi con lentitud, hasta que yo me acerqué a ella.

El beso no duró mucho, tan solo unos segundos hasta que yo lo rompí, muriendo de risa por lo torpes que eran sus movimientos.

--Por Merlín, besas horrible. --dije muriendo de la risa con ella aún sobre mi, me golpeó el pecho con su puño y solo logró hacerme reír más fuerte.

--Era mi primera vez, imbécil.-- deje de reír de golpe y la mire, a la vez que alzaba su cabeza y ocultaba un mechón detrás de su oreja.

--Entonces declaro el curso intensivo de besos inaugurado.

--¿Intensivo?-- pregunto haciendo un puchero. --¿Tan mala soy?

--Pues no por mucho.

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