Capítulo 11:

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Solté un grito por la rabia profunda que ese tipejo me ocasionó, le escupí en el rostro e intenté soltarme, pero una muralla humana compuesta por dos hombres me impidió el paso

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Solté un grito por la rabia profunda que ese tipejo me ocasionó, le escupí en el rostro e intenté soltarme, pero una muralla humana compuesta por dos hombres me impidió el paso. Grité pidiendo ayuda con todas las fuerzas que mi garganta y los pulmones me permitieron, no quería morir en manos de esos sujetos. Cuando uno de los gorilas me levantó en su hombro con suma facilidad pude darme cuenta que no tenía escapatoria. Avanzó sus pasos dejándome caer bruscamente en la cama entre mis gritos de auxilio desesperados, pero nadie acudió a mi llamado, absolutamente nadie...

—No sabes cómo me voy a divertir contigo, Anderson. Me vas a pagar muy caro cada golpe que me diste, vas a suplicarme que pare y lo gozaré en grande —Claver apretó mis mejillas dándome un brusco beso el cual me llenó de asco y repulsión, miró desafiante a sus secuaces para que salieran de la habitación—. ¡Váyanse de aquí, no necesito público!

La puerta se cerró dejándome a merced de ese vil tipejo, mi corazón no podía soportar tanto dolor, era mi ruina...

"Dios mío... ¿Qué hice para que me pasen estas cosas?" 

Claver me relató explícitamente la manera que me sometería a sus bajos instintos, me aseguró que luego le iba agradecer por eso. Me contó con sumo orgullo como iba a torturarme, con mucho esmero me volvería su perra más fiel y me compraría un gran obsequio con todo el dinero que sacara de mí. ¿Entonces pensaba vender mis órganos? ¿Me violaría para después matarme? 

"¡Dios mío ayúdame!" 

No sabía lo que pasaría conmigo solo le rogaba que no me desampare, recé entre mi llanto ahogado por el miedo. Jamás imaginé morir de esa manera, pero mis propios errores me condujeron justo a mi perdición...

—Por favor basta... ¡No más! —Claver se burlaba disfrutando de cada lágrima que caía por mi rostro. Celebraba cada vez que mi cuerpo temblaba de terror, fue cruel e inhumano.

—Estás en mi dominio, si intentas algo te irá muy mal. ¿Quedó claro? —Afirmé frenéticamente en silencio, acepté que acabaría mis días en aquel infierno y de la manera más horrible posible. Me quitó a tirones el vestido dejándome solo en bragas, yo solo atiné a llorar desconsolada, me iba a violar, eso estaba claro. Me hizo girar bruscamente para quedar de espaldas a él—. Ahora serás buena con tu amigo Nacho. ¿Sí? Te va a gustar, muñequita. Te gustará tanto que me suplicarás que no la saque...

"Estoy perdida, es mi fin. Perdóname, mamá, yo ya estoy muerta..."

Cada hombre de este planeta debería entender que cuando una chica dice "no" significa que no quiere, que se detenga, que ya fue suficiente. Claver se bajó el cierre del pantalón haciendo caso omiso a mis súplicas, y mi corazón se estrujó en mi pecho. No quería sus manos sobre mí, me daba asco tan solo pensarlo. Se acomodó encima de mi cuerpo y comenzó a lamer mi cuello, llorando desconsoladamente me retorcía de impotencia. Lo iba a hacer. Por favor no... "Dios mío no permitas esto..." Me sentí destrozada, violentada, mi mente se puso en blanco y me dolía el pecho tan solo respirar, eso no me podía estar pasando... De pronto tocaron la puerta insistentemente y rogué en mis adentros que fuera la policía, supliqué que alguien me ayude pero al parecer solo se trataba de algún conocido de Claver, estaba perdida...

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