¿Podrías creer que la mujer más hermosa del planeta es un hombre?
De la manera más inesperada, Andy consigue convertirse en la mascota de la culpable de su preferencia sexual; Noelia Duval: la más grandiosa diseñadora de modas, anualmente elegida co...
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—¿Me puedes explicar qué fue lo que sucedió, Brennan? —Intenté intervenir en defensa de Eric, pero no quise buscarme problemas con ella—. ¡¿Se puede saber por qué hicieron ingresar a mi gato a esa caja sin priorizar su bienestar !?
—Leroy fue el encargado de alistar la entrega, y usted no me dio órdenes de alimentar a su gato en casa. Lo siento, mi señora —se disculpó con la cabeza gacha, no se atrevió siquiera a enfrentar a su jefa.
—¡Yo no te pago por pensar cosas sin sentido, te pago para que hagas bien tu trabajo! ¿Estás consciente de lo que pudo haber pasado? —Duval regañó a su empleado, eso era bastante injusto y no podía quedarme callado, mi espíritu justiciero me obligó a intervenir aunque me costara mi ansiado sueño—. El gato pudo...
—Eric no tuvo la culpa, señora Duval —interrumpí a la dueña de la casa, y mi defendido me quedó viendo petrificado—. Su chófer no estaba presente cuando sucedió, en todo caso el culpable fue el señor Leroy quien me ordenó hacerlo en primer lugar, y no se preocupó en adaptar la caja para un humano. Además, le aseguro que estoy bien...
—¡¿Tú!? ¿Estás contradiciéndome? —La rubia golpeó con las palmas de sus manos el cojín del sofá—. ¡¿Qué clase de grosero animal me trajeron a casa?!
¿Siempre sería tan gruñona? Estaba en graves problemas, seguro me echaría de su lado...
—¡Anderson por favor retráctate! ¡Pídele perdón ahora mismo! —Eric estaba al borde del colapso, pero yo me negué rotundamente en silencio—. La señora Duval no es quién tú piensas, ¡quítate esa absurda idea de la cabeza!
—Estamos discutiendo por un simple malentendido que afortunadamente acabó en buenos términos, y... —me puse en pie apartándome de la mujer más hermosa de la galaxia, sacudí mi ropa y me quité las ojeras de peluche que adornaban mi cabeza observándolas con suma tristeza. Adiós vida de ensueño, hasta nunca fama y riqueza—. A mí... Todo este escándalo parece algo exagerado y ridículo. Estoy bien, de verdad lo estoy a su lado...
Listo, estaba jodido.
—Acompáñame al comedor —sentenció Duval, y su empleado hizo una reverencia saliendo del espacio por donde ella caminó, la atmósfera se volvió más tensa todavía—. Estoy realmente enojada por tu causa...
Perseguí en silencio el bamboleo de sus caderas hasta llegar al amplio comedor, una enorme mesa que podría recibir dos docenas de personas en una cena, algo demasiado excesivo para una mujer que parecía vivir sola. Ella me invitó a sentarme mostrando sus perfectos modales y me colocó un gran pañuelo en el cuello del vestido, me acomodó las orejas en el cabello y ocupó un asiento justo frente al mío. Su forma de tratarme fue muy extraña para mí, no sabía bien cómo comportarme con gente tan adinerada, pero lo más raro sucedió cuando Lilu colocó en la mesa una exquisito platillo para la señora, y un gran vaso de leche junto a un comedero de mascota para mí. En ese momento me di cuenta que mi plato contenía croquetas dentro.