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Mariana.
Cuando despierto, ya no estoy en el auto, sino acurrucada en las cobijas de mi cama. Axl está acostado a mi lado, pero él ya está despierto. Cuando se da cuenta que desperté, sonríe y puedo notar que tiene unas ojeras enormes.
-¿No dormiste?- Le pregunto bostezando.
-La verdad no pude...-
-Deberías intentarlo...-
-No, voy a ir a hacer el desayuno...- Se levanta de la cama y se pone una camiseta limpia. Se acomoda un poco el cabello, pero acaba recogiéndolo en una coleta. Axl me hecha una mirada extraña y carraspea.
-¿Me ayudas?- Pregunta. Solo asiento con la cabeza, me levanto y los dos bajamos a la cocina. Mi padre ya está en la mesa, leyendo el periódico y esperando a que algo más interesante pase. Axl ni si quiera lo mira, sólo baja la cabeza y saca del refrigerador unas cuantas manzanas. Pero a diferencia de el, mi padre nos fulmina a ambos con la mirada y me hace una seña para que le demos una explicación. Pero él se adelanta a hablar.
-Creo que fui muy claro al decir que no quiero a este viviendo en mi casa.- Dice mi padre. Sé que Axl se está conteniendo para no decirle nada.
-Papá, basta. También es mi casa y puede quedarse aquí.-
-No. Yo no lo quiero aquí, y tampoco cerca de ti.-
-Eh... Mariana... ¿Me ayudas?- Dice Axl.
-No, tú de deberías irte de mi casa antes de que yo te ponga fuera.- Dice mi padre.
-No. Ya basta. Si él se va me voy con el, ¿vale?- Mi padre se queda callado y me acerco a a Axl. Los dos juntos en silencio cortamos las manzanas y las servimos en platos. Axl no ha sonreído una sola vez, y tiene cara de zombie. Sirvo el desayuno en la mesa para mis hermanos y mi padre, los cuales se sientan a comer de inmediato, pero Axl insiste en que no tiene hambre y sale al pequeño jardín de mi casa. No tardo mucho en seguirlo y sentarme a un lado de él en el pasto.
-¿Puedes decirme que tienes?-
-No tengo nada nena, estoy bien.- Toma mi mano y la aprieta con fuerza.
-Pero no has dormido... Y tampoco haz comido...-
-Oye, hoy tengo que ir con los chicos. Tenemos que ver lo de la portada del disco y eso, ¿quieres acompañarme?-
-Si... Está bien, pero no me cambies el tema...-
-No, en serio estoy bien... Al rato comeré algo...-
-Como quieras... Iré a bañarme para que nos vayamos.-
-Está bien, aquí te espero...- Me da un beso en la mejilla y suelta mi mano. Axl está realmente extraño, y espero que esto no sea mi culpa...
Axl.
Después de mil horas esperando a que Mariana se acabara de arreglar, nos subimos al auto para ir a casa de los chicos y ver cosas importantes del disco. Me pone un poco de nervios saber que habrá putas, y que Adriana estará ahí. Sé que puedo controlarme con ellas, pero no quiero que Mariana sienta que la estoy traicionando o algo así. Espero que todo salga bien.
Cuando llegamos, abro la puerta, pues aún tengo la llave, y entramos. Los chicos están reunidos en el sillón. Adriana está recostada en las piernas de Steven, y hay dos putas acariciando el cabello de Slash. Mariana y yo los saludamos y nos sentamos juntos en un sillón. Adriana no para de mirarme, y sé que Mariana lo nota. Pongo mi mano sobre su muslo y lo acaricio tranquilamente para hacer que se relaje.
-Bueno, ¿entonces por qué nos reunimos?- Pregunta Duff.
-Pues para elegir la portada del disco, idiota.- Le contesta Izzy.
-Yo pensé que íbamos a hacer una mega orgía...- Dice Slash haciendo falsos pucheros.
-Eso me encantaría...- Dice Adriana mordiéndose el labio. Es una zorra.
-Bueno, ya cállense. Estos son los bocetos.- Izzy pone sobre la mesa varios dibujos que podrían ser la siguiente portada. Tardamos unos cuantos largos minutos debatiendo cuál sería la mejor opción. Al final, optamos por una cruz con nuestros cráneos encima. Para celebrar, Duff nos comparte una botella de vodka, pero Mariana es la única que rechaza el alcohol. Es demasiado buena, y demasiado santa. Jamás la imaginaria metiéndose una sola gota de alcohol, derogándose, o enseñando más piel que la de sus manos y su rostro. Me gusta que sea así. Es diferente a todas las chicas. Ella no quiere llamar la atención, es feliz y se siente segura a su manera. Por eso me gusta...
-Que me ves...- Dice sacándome de mis pensamientos. Suelta una risita y se sonroja.
-Lo hermosa que eres...-
-Cállate...- Se ríe más y se pone aún más roja.
-No, en serio eres hermosa...-
-Pues tú eres re guapo...-
-Me gustaría seguir diciéndote cosas cursis, pero tengo que ir a mear.- Le guiño un ojo y me levanto al baño. Realmente la amo. Me arreglo un poco en el espejo y me hecho un poco de agua en la cara, se nota cuando no duermo. Aún que sigo siendo el hombre más guapo del mundo. Nadie me gana.
Cuando regreso del baño, ni Mariana ni Steven están.
-Donde mierda están el retrasado y mi novia.- Digo molesto.
-Steven dijo que le prestaría una chamarra porque la nenita tenía frío.- Dice Adriana burlándose.
-No te atrevas a burlarte de ella frente a mi.-
-No me das miedo, Axl.- Dice retándome. Me acerco a ella y levanto la mano para darle una fuerte bofetada, pero al ver que todos tienen sus miradas fijas sobre mi, recuerdo que le prometí a Mariana que cambiaría por ella. Y eso implica no golpear gente. Lo único que hago es fulminarla con la mirada e ir corriendo al cuarto de Steven. Cuando abro la puerta, siento que alguien clava un cuchillo en el poco corazón que me quedaba. Están sentados en la cama, Steven tiene las manos alrededor de la cintura de Mariana, y están unidos por un profundo beso. Basta. Esto llegó hasta aquí.

Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora