Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.

28

Axl.
Mariana se ve muy bien en ese vestido. Generalmente no muestra nada. Siempre va vestida con mezclilla, camisetas comunes y corrientes y una chamarra encima. Pero con ese vestido se ve espectacular. Me hubiera gustado más llevarla a cenar con ese vestido para estar a solas con ella. En la fiesta todos se van a fijar en ella y querrán tocarla.
Cuando llegamos a la disquera, ya todos nos están esperando. Al final, Izzy, Duff y Steven tomaron un taxi para llegar. Estoy bastante nervioso por el disco. Para mí parecer es bastante bueno, es mi obra maestra. Pero si al público no le gusta, mi vida se va a ir a la mierda. Esta es mi oportunidad para ser el mejor cantante de la historia.
-Oye despierta pelirroja de mierda.- Dice Slash sacudiendo mis hombros.
-¿Qué?-
-Tu novia está re buena...- Dice viendo de arriba a abajo a Mariana.
-Ni se te ocurra mirarla o vas a acabar en el hospital al lado de Steven.-
-Solo decía...- Dice riendo. Me da un vasito con whisky para calmar mis nervios. Me acerco a Mariana, que está platicando con la novia de Izzy. Sabía que se harían amigas.
-Oye, ven conmigo.- Digo tomando su cintura.
-¿No ves que está hablando conmigo?- Dice Isa, la novia de Izzy.
-No me importa.- Jalo a Mariana y me voy con ella a un rincón de la casa. Dejo mi vasito a un lado y la acerco a mi, haciendo que nuestras caderas choquen.
-Estaba hablando con ella.- Dice riendo.
-Te dije que se harían amigas.-
-¿Cómo va lo del disco?-
-Hace dos minutos que abrieron las tiendas, tontita. No vamos a saber nada de la venta hasta dentro de varios días.-
-Ah bueno...- Levanto su mentón, haciendo que quede más cerca de mi. Se ve realmente hermosa, y lo peor es que ella no lo sabe. Su padre pasa el día diciéndole que es fea, que es una buena para nada y que no le importa a nadie. Pero yo hacía lo mismo los días en que la conocí. Y me siento como una mierda por eso. Estoy por besarla, cuando Steven se para a un lado nuestro, llamando mi atención. Juro que lo mataré si arruina mi momento.
-Perdón por molestarlos... Pero hay algo importante que decirles...- Dice sin mirarme.
-Qué mierda.-
-Slash me dijo que Nikki va a venir, con sus amigos.- Mariana de inmediato baja la vista y noto que se pone nerviosa.
-¿quién mierda los invitó?-
-Slash y Duff.-
-Vale, ahora vete.- Steven se va, dejándonos solos de nuevo. Mariana me ve preocupada.
No quiero que la pase mal esta noche. Es el día más importante de mi vida
-Oye, no te pongas así. No voy a dejar que Nikki se te acerque.-
-Da igual... Ya está en el pasado.- Me sonríe y me abraza con fuerza. No dejaré que nuestra noche se arruine.
Mariana.
Después de un rato, los chicos ya están bastante pasados de copas. Sobretodo Steven, quien no ha parado de reír desde hace unas horas. Estamos sentados en el suelo, platicando y contando anécdotas cuando tocan el timbre. Duff va a abrir, y para mí mala suerte, son Nikki y Tommy, su mejor amigo. Pensé que la reacción de Axl al verlos sería mala, pero no. Solo se ríe y los invita a que se sienten con nosotros. Supongo que el también ya bebió demasiado. En todo momento siento la mirada de Nikki sobre mi, lo cual es bastante incomodo.
-Axl, voy al baño.-
-¿Te acompaño?- Dice con una sonrisa de niño pequeño.
-¿Qué? Claro que no, tonto.- Me levanto y me voy al baño. Acomodo un poco mi cabello y arreglo mi labial. Realmente me pone nerviosa estar con Axl y Nikki es un mismo cuarto. Después de unos minutos, decido que es hora de regresar con los chicos, pero en cuanto abro la puerta, me encuentro con el cuerpo de Nikki. Ni si quiera me deja salir. Me da un pequeño empujón y se mete al baño conmigo. Cierra la puerta con seguro y se acerca a mi, de modo que me acorrala contra la pared.
-Que crees que haces...- Digo tratando de alejarlo, pero sostiene con fuerza mis muñecas.
-Te he extrañado...-
-¿Si? Me da igual.-
-Vamos nena, yo sé que me necesitas.-
-Nikki... Tengo novio, ¿vale? Ya no eres parte de mi vida.-
-Acepta que aún me necesitas.- Acerca su cuerpo al mío, haciendo que estén unidos. Toma mi cara entre sus manos y me besa apasionadamente. Al principio me resisto y trato de alejarlo, pero me doy por vencida. Simplemente sigo su juego, haciendo que nuestras lenguas jueguen al mismo tiempo que sus manos recorren mi cuerpo. Me sienta sobre el lavabo y sigue besándome. Nos separamos un momento por aire, pero no tarda mucho en regresar a lo suyo. Comienza a besar mi cuello y baja el cierre de mi vestido. Simplemente caigo en sus encantos...