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Axl.
La abuela de Mariana, que es aún más vieja que su padre, acaba de llegar a la casa y por fin es momento para que nos larguemos de esta ciudad opresora. Las maletas ya están en el coche, y muestra excusa es que vamos a sacar a pasear al perro. La abuela de Mariana nos ve desde la mesa, al igual que el idiota de su padre y sus hermanos.
-Vamos a salir a pasear a Willy.- Digo señalando al perro, que ya tiene puesta una correa roja que le compré esta mañana.
-Quiero ir con ustedes.- Dice el hermano menor de Mariana.
-Tu no estás invitado.- Digo frío.
-¿Y por qué no?-
-Porque me voy a follar a tu hermana.-
-¿Y qué es follar?-
-Lo que hacemos tu hermana y yo todas las no...- Mariana me pone la mano en la boca para que me calle y sonríe nerviosa.
-Da igual. No tardaremos.-
-Ponte un suéter, Mariana. Hace frío.- Dice su padre.
-Ella no está enferma como usted y no necesita cuidarse.- Sin dejar que nadie conteste, tomo a Mariana de la mano y la saco de la casa. Nos subimos al auto, pero cuando voy a arrancar, me mira con el ceño fruncido.
-Por qué me ves así...-
-No es bonito que te burles de la enfermedad de mi padre todo el tiempo.-
-Ay claro que es chistoso.-
-No Axl, no lo es.-
-Vale, vale. Lo siento, ya no lo haré.- Arranco el auto y comienzo a conducir en dirección a la carretera.
-Espera, dijiste que iríamos en avión.-
-¿Te parece que yo tengo dinero para dos boletos de avión?-
-No, pero en auto vamos a hacer dos días.-
-¿Y eso que? En la noche pararemos para follar y dormir.-
-Sabes que lo importante es la comida y todo eso. Además Willy viene con nosotros.-
-Nena, ya... Confía en mí... ¿Vale? Todo estará bien.- Pongo mi mano sobre su muslo y comienzo a dejar pequeñas caricias. Inmediatamente se relaja y se queda callada, como a mí me gusta...
Mariana.
A veces pienso que es una locura lo que estoy haciendo con Axl. Pero a decir verdad, me gusta. Es divertido pasar tiempo con el, y también con sus amigos, aún que son un poco raros... Dejar a mi familia es un poco doloroso. No me perdonaría nunca si a mi padre le llega a pasar algo mientras yo estoy en otra ciudad divirtiéndome con mi novio. Mis hermanos son bastante inquietos, y sé que al no estar yo, harán demasiados desastres. Pero confío en que mi abuela se hará cargo de todo, por lo menos de aquí a que el disco de Axl salga a la venta, se haga famoso y yo pueda regresar de visita.
Han pasado al menos cinco horas desde que salimos de la casa, y ya estoy cansada de la carretera, y pronto se hará de noche.
-Axl, ¿podemos detenernos a ver el atardecer?-
-No.-
-Por favor... Eso es romántico...-
-Sabes que odio las cosas cursis y románticas.-
-Solo serán unos minutos, hasta que comiencen a salir las estrellas.-
-Ya te dije que no.-
-Por fa...-
-Me voy a detener solo porque yo quiero, no porque me lo estés pidiendo tu.- Axl estaciona el auto a un lado en la carretera. Es una muy poco transitada, y por la hora, no hay ni un solo coche. Solo estamos nosotros. Los dos nos subimos al techo de la camioneta, me recargo en Axl y me rodea con fuerza. Es un atardecer muy lindo. Hay pocas nubes y los tonos rosados y morados inundan el cielo.
-¿No crees que es muy lindo?- Digo mirando sus ojos. Axl tiene los ojos más bonitos que he visto jamás. A través de ellos puedo ver galaxias enteras...
-No. La verdad no.-
-No seas amargado... Tienes que admitir que es lindo.-
-Tu eres más linda...-
-No me desvíes el tema.-
-Vale, si. Es muy bonito.- Axl quita su mirada de la mía y observa en atardecer. El sol ilumina su brillante piel y hace que su cabello parezca oro.
-Eres muy guapo...- Digo de repente.
-Eso ya lo sé, nena.-
-Dime en qué estás pensando.-
-En que quiero que te cases conmigo.-
-Pero... Qué.... Axl llevamos dos meses de novios...-
-¿Eso qué? Quiero que nos casemos.- Axl saca de su bolsillo un anillo dorado y me lo enseña. La verdad es que no esperaba que esto pasara...

Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora