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Minutos después, un doctor joven se acerca a mí con unas hojas de papel, y sin mirarme, comienza a bombardearme de preguntas.
-¿Qué ocurrió?- Pregunta serio.
-Fue un accidente de auto.-
-¿Nombre del paciente?-
-No lo sé.- Digo tímida. En ese momento, el doctor levanta la vista y me mira fijamente, con una ceja levantada.
-¿No lo sabe?- Dice no muy impresionado.
-No... Yo iba pasando por allí, y lo vi y nadie ayudaba... Así que lo traje aquí.-
-Ya veo. Bueno, si ese chico no hubiera llegado aquí pronto, ya estaría muerto.-
-Eso quiere decir que... ¿Está vivo?-
-Si. Sólo está inconsciente. Lo más probable es que mañana por la mañana el esté como nuevo, a excepción de una pequeña lesión en el brazo, una torcedura de cuello y un moretón en la nariz.-
-Vaya... Al menos está con vida...-
-Si. Gracias por traerlo, señorita. Seguro que él se lo agradecerá más que nadie.-
-No, no es nada...- Digo sonriendo.
-Si gusta puede irse. Nosotros ayudaremos al chico a regresar a casa en cuanto esté bien y consciente.-
-En realidad... Me gustaría quedarme, sólo para asegurarme que todo esté bien.-
-Como usted quiera.- El doctor me dedica una sonrisa y me deja sola en la sala de espera. Me asomo por la pequeña ventana que da al cuarto del chico pelirrojo . Observo cada detalle de el. Está recostado en una camilla, con oxígeno conectado. Su cabello largo y pelirrojo está revuelto contra las almohadas de la camilla. Su cuerpo está cubierto por una bata de hospital, y sus brazos están extendidos. Tiene varios tatuajes en estos. Es delgado, y sus facciones son muy finas. Me quedo unos segundos mirándolo, y cuando parece que ya no hay nadie cerca, entro silenciosamente al cuarto. Tomo una silla y la pongo al lado de la camilla, me siento en esta y observo al chico más de cerca. Su respiración es pesada y tiene un rasguño en la mejilla.
Me da impotencia saber que nadie lo ayudó, y que las personas que iban con él en el auto lo hayan dejado allí sin más. Envuelvo su mano con la mía y le acomodo un mechón de cabello rebelde por detrás de su oreja.
-Vas a estar bien...- Susurro, aún que sé que no puede oírme. Al tiempo que sostengo su mano y lo observo un rato más, comienzo a quedarme dormida...

Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora