Sweet Child O' Mine. (Axl Rose) TERMINADA.

22

Mariana.
-Es muy pronto para casarnos...- Digo algo nerviosa.
-No no lo es. Tú me haz dicho que soy la persona más especial de tu vida.-
-Y lo eres Axl... Pero no podemos casarnos ahora...-
-¿Por qué no?-
-Es demasiado pronto... Aún ni siquiera nos hemos acabado de conocer al cien por ciento.-
-¿En serio estas rechazándome?-
-Sabes que te amo... Vamos a esperar un poco más para esto, ¿sí?-
-No, ya da igual.- Axl aprieta con fuerza el anillo y lo avienta muy lejos. Está rojo y parece muy enojado. Pero tiene que entender mis razones...
-No te enojes cariño...- Trato de tomar su mano, pero se suelta y se vuelve a meter al auto. Me subo a su lado, en el asiento de copiloto
-Déjame en paz.-
-No puedes enojarte por esto... No te dije que no, solo te dije que deberíamos esperar un poco más.-
-¿Sabes qué? Necesito estar solo un rato.-
-Estamos en medio de la nada...-
-Da igual.- Axl se baja del auto y observo cómo se aleja un poco por el desierto que rodea esta carretera. Se sienta en una piedra y simplemente ve el cielo. Nunca lo había visto así, y a decir verdad, me da un poco de miedo... Me acerco a él, y noto que tiene los ojos llorosos y la cara roja. Me siento a su lado y lo veo.
-¿De verdad estás llorando?-
-No quiero que me veas así...-
-La verdad es que nunca creí que te vería llorar.-
-También tengo sentimientos...-
-Yo pensé que no los tenías.-
-Da igual...- Lo abrazo con fuerza, a lo que él me responde con un fuerte sollozo. Si algo creía imposible era tener en mis brazos a Axl llorando.
-¿Por qué eres tan buena conmigo? Siempre te trato como mierda...-
-Porque sé que adentro de ti hay cosas muy buenas... Y sé que puedes cambiar si de verdad te lo propones...-
-Pero desde la primera vez que te vi lo único que hice fue insultarte...-
-Creo que eres especial, Axl. Al menos lo eres para mí.-
-Eres demasiado buena... Deberías dejar de perder el tiempo conmigo e irte con alguien que sepa tratarte como lo mereces.-
-No, no se trata de alguien más... Te quiero a ti y ya.-
-Si prometo que seré un mejor novio de ahora en adelante... ¿Te casarías conmigo?-
-Está bien...-
-¿Es un promesa de los dos?-
-Si...- Axl se separa de mí y sonríe. Después de eso acomoda un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja y suelta un fuerte suspiro. Nunca lo había visto de esta manera...
-De verdad perdóname por todo...-
-Ya. Está todo bien Axl...-
-De verdad seré un mejor novio...- Se acerca a mi y junta nuestros labios. Es un beso sincero. Uno tierno y cálido. Algo que Axl jamás había hecho.
-Vamos al auto... Hace frío...- Dice tomando mi mano. Los dos nos subimos al auto, pero en vez de manejar hacia Los Ángeles, Axl da una vuelta y toma la carretera para regresar a mi casa. Lo miro con el ceño fruncido.
-¿Qué haces?-
-Lo de ir a Los Ángeles fue algo egoísta... Yo sé que tú no quieres ir allá, además tenemos que cuidar a esas bestias que se hacen llamar tus hermanitos.-
-¿De verdad vas a hacer esto por mí?-
-Si, y no se te ocurra discutirlo...- Suelta un risa y toma mi mano. Estoy segura que si Axl se lo propone, va a cambiar sus malos hábitos. Estoy segura que él puede llegar a ser la mejor persona del mundo, pero solo si se lo propone...
Axl.
No esperaba que Mariana me dijera que no cuando le pedí matrimonio. No estoy acostumbrado a que las mujeres me digan que no. Pero en ese momento fue cuando me di cuenta que ella de verdad me importa. Me di cuenta que de verdad estoy enamorado de ella, y me da mucho miedo perderla. Si en este momento de mi vida ella se fuera, sé que me volvería loco, y no sabría qué hacer. Es por eso que estoy dispuesto a ser mejor persona, por lo menos con ella. Es demasiado buena conmigo... Y yo realmente la trato como mierda, y si sigo así, se va a hartar de mí y me va a dejar, y no quiero eso.
Si hacerla feliz implica quedarme a vivir con ella, a cuidar a sus hermanos y a su padre, lo haré. Si tengo que sacrificar la casa en Los Ángeles por ella, también lo haré. Da igual dónde viva, siempre y cuando ella esté a mi lado.
Además, cuando el disco salga a la venta, ganaré tanto dinero que podré ayudar lo suficiente a su familia como para que ella y yo podamos irnos lejos. Desde este momento me da igual todo lo demás, solo quiero hacerla feliz a ella. Y estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio que sea necesario. Volteo a verla para pedirle perdón de nuevo, pero está dormida. Y yo debería hacer lo mismo. Manejar es muy cansado. Pero no puedo detenerme hasta que regresemos a su casa y ella vuelva a sentirse segura...