Prólogo

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- ¡Vamos Luna, abre ya el sobre! -exclamó Noa, mi mejor amiga.

- ¡Sí venga! -la apoyó Amil.

- ¿Queréis dejar de ponerme nerviosa?

No es nada fácil abrir un sobre cuando tienes a tu hermana y a tu mejor amiga a tu lado más nerviosas que tú.

Mis manos temblaban. Era demasiado importante para mí. Mi futuro estaba plasmado en las hojas de papel que contenía el sobre.

Abrí el sobre por fin y saqué las hojas.

- Madre mía, parece que tienes parkinson -opinó esta vez Antoine, el novio de Noa. Le miré mal.

Leí el contenido despacio con todo detalle.

- ¿Esperas que lo deduzcamos o vas a leerlo en voz alta?

- He aprobado -dije con un hilo de voz.

No me lo creía. Después de tanto esfuerzo ya casi tendría mi título.

Noa y Amil empezaron a gritar mientras se abalanzaron hacia mí. Antoine se levantó y me abrazó.

- ¡Enhorabuena! -exclamaron en coro.

- ¿Qué más pone? -preguntó Noa curiosa.

- Que debo hacer unas prácticas en el equipo que quiera para que me den el título de enfermería deportiva -les informé.

- ¿Y sabes dónde quieres hacerlo? -preguntó esta vez mi mejor amiga, Noa.

- Es obvio ¿no? -contesté riendo -, aunque va a ser difícil.

Y era verdad, iba a ser muy difícil que mi equipo, el Atlético de Madrid, me aceptara para las prácticas.

- No creo -opinó Griezmann -. Yo puedo ayudarte, le puedo pasar al presidente tu currículum.

- Lo mismo digo -dijo Noa -, supongo que lo tendrán en cuenta si se lo paso.

Ella era una de las fisioterapeutas del club. De hecho, Antoine y ella se conocieron en el trabajo.

- Sería guay tenerte trabajando cerca -dijo Anto guiñándome un ojo. Asentí sonriendo.

- Sólo falta que me acepten a mí como reportera en Deportes Cuatro e iría todo genial -dijo Amil ansiosa.

- Ya ves -afirmé.

Amil llevaba razón. Sería genial que la vida nos diera una alegría de una vez por todas.

Nosotras no hemos tenido un pasado muy brillante que digamos. Tuvimos una gran pelea con nuestros padres y nos fuimos de casa. Nos tuvimos que buscar la vida con 18 años en Madrid.

¿Por qué nos fuimos las dos?
Somos gemelas, nuestra "mágica" conexión nos impide separarnos. Además de que en esa decisión estuvimos las dos de acuerdo.

Hoy, cuatro años más tarde, si todo sale bien, la vida nos sonreirá y estará de nuestra parte.

En estos cuatro años hemos ido creciendo día a día, no me refiero a crecer físicamente, sino mentalmente. Nos hemos hecho más fuertes a pesar de nuestras condiciones.

- ¿No creéis que será difícil que me acepten habiendo empezado la temporada? -afirmé más que pregunté, volviendo a tierra.

- No, claro que no -negó Griezmann -, el club tiene un puesto guardado para que cada equis tiempo lo ocupe una persona que haga las prácticas.

- No seas tan negativa Lu -me ánimo Noa mientras masajeaba mi brazo.

- Eso -le siguió Amil - sólo tienen que mirar tus notas y te aceptarán, para eso has estado cuatro años esforzándote mucho.

- Eso no lo había pensado -dije.

- Pues perfecto, el lunes le entregaré tu currículum a Enrique Cerezo -informó Antoine.

- No, claro que no, iré y se lo entregaré yo, no quiero que me acepten por ser vuestra amiga -dije refiriéndome a Noa y Anto.

- Vale cabezona -rió Antoine alzando los brazos.

Me terminaste gustando [Saúl Ñíguez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora