Damon, mi infierno personal [Damon & Elena]

18. Un problema tras otro

Escucho las voces de mi mamá y Giuseppe hablando en la cocina.

Maldito sea Damon. Esto no puede ser nada bueno, no puede ser absolutamente nada bueno. Estoy usando mi ropa interior en el despacho de mi nuevo padrastro y Damon debe seguir riéndose por haberme dejado aquí así, deseosa, asustada y enojada a más no poder.

¿Cómo mierda soluciono esto ahora sin que nadie me vea?

Doy vueltas en el despacho mientras intento no sacarme el pelo de los nervios y veo que la única solución ahora es salir por la ventana. ¿Salir como una delincuente? Bueno... Tengo que irme de aquí antes de que alguien entre y me vea así. Mamá va a matarme.

-...No puedo creer que Elena se haya escapado Giuseppe...

Me paralizo al escuchar la cercana voz de mamá.

-...No la encuentro por ningún lado. Sé que se quedó anoche... Damon me dijo que durmió en su habitación y que la vio salir temprano...

Jodido Damon. Voy a matarlo...

-Tranquila cariño... Elena es adulta. Seguramente no quería seguir aquí y se fue a la casa de alguna de sus amigas...

Corro a la ventana e intento abrirla sin hacer mayor escándalo. Las voces se acercan cada vez más y de verdad no quiero una bochornosa situación.

Quito la palanca de seguridad de la ventana y gracias al cielo ésta se abre fácilmente y no tengo que hacer mucho esfuerzo al salir.

Paso mis piernas desnudas por el marco y agradezco haber conservado al menos las calcetas de Krystal, el pasto del jardín luce húmedo por la fría mañana.

Bien... ahora estoy en el jardín de enfrente usando mi jodida ropa interior a la vista de todo el vecindario. ¿Esto podría ponerse mejor?

-¿Elena?

MIERDA.

Cierro los ojos con fuerza y todo mi cuerpo se tensa por la vergüenza. Esa voz... esa voz es peor que escuchar la de mamá, Giuseppe, Damon y hasta incluso peor que la de Krystal la zorra.

Me volteo lentamente intentado cubrir lo que más puedo de mi semidesnudo cuerpo y Stefan me observa divertido desde el pórtico de la casa.

-¿Qué...

-Stefan... -alzo mi mano para saludarlo. -Por favor... ¿Podrías hacer como si no has visto esto? -pregunto avergonzada y él comienza a acercarse a mi.

No por favor... esto es lo último que necesitaba, a mi ex novio perfecto que ahora está casado y que anoche en la cena casi besé, mirándome con cara de que demonios haces así.

-Lo siento pero esto es... raro -sonríe sin dejar de mirar disimuladamente mi cuerpo.

Siento mis mejillas sonrojarse cuando lo noto. ¿Por qué Stefan sigue causándome estas sensaciones? Cuando terminamos ya casi ni nos besábamos.

-Entonces... ¿Puedo saber por qué vienes saliendo de la ventana del despacho de mi papá? -alza una ceja divertido. -¿Y así?

¿Decirle o no decirle? ¿Qué mentira podría inventar para esto?

Ninguna. Y tampoco quiero hacerlo.

-Todo esto es culpa de Damon -bufo cabreada y él frunce el ceño un poco más.

-¿Qué te hizo ese idiota ahora?

-Pues... lo que ves -me limito a decir y me miro a mi misma.

-¿Te dejó en ropa interior y te encerró en el despacho de mi papá? -entrecierra los ojos. -¿Por eso acabas de salir por la ventana? -pregunta confundido.