44. Incómoda navidad

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Narra Elena...

-¡Elena cariño! ¡Ven a la cocina!

¿Qué rayos pasó ahora?

Dejo mi bolso en la sala y por poco corro a la cocina de la mansión Salvatore. Al levantar la vista, veo a mi mamá cocinando como loca.

-¿Enserio? -digo divertida y un poco más aliviada.

Mi mamá ama las fiestas navideñas y se pone como toda una chef profesional al momento de preparar la cena. Una chef medio chiflada pero chef de todas formas.

-Que bueno que hayas llegado Elena -sonríe afligida mientras sostiene un par de ollas y con su cadera cierra la puerta del horno. -¿Puedes ayudarme aquí? Sé que vienes cansada de la universidad pero enserio no puedo sola... -suspira -Incluso tengo a Giuseppe cortando patatas -hace una seña y veo al concentrado Giuseppe pelando torpemente las papas y luego poniéndolas en un bowl.

Es la primera vez que veo a un Salvatore cocinando o haciendo algo relacionado a la comida, Damon me preparó sandwiches una vez, pero esa fue la única, generalmente prefiere llevarme a comer.

-Bien, déjame ir a cambiarme y vuelvo de inmediato -le digo a mamá y ella asiente un poco más relajada.

-Gracias cariño -me tira un beso y yo solo ruedo los ojos.

¿Qué sería de Miranda sin mi? Bueno, lo mismo que sería yo sin ella, nada.

Subo las escaleras rápidamente hacia mi nueva habitación... la de Damon por cierto.

Llevo un mes y medio viviendo en la casa de Giuseppe, mamá vendió nuestra antigua casa apenas volvieron de la luna de miel y no tuve otra opción ya que aún sigo sin trabajo.

Después de todo no ha sido tan malo vivir aquí, ahora que las cosas están bien con Damon, me ha agradado bastante vivir en la gran casa Salvatore.

Damon me cedió su habitación con la única condición de recibirlo en su cama cada fin de semana y así ha sido hasta ahora.

Las cosas con él han ido bien, casi parecemos novios solo que cuando estamos solos y nadie nos ve. Delante de los demás, o sea mamá y Giuseppe, actuamos normal, como antes cuando no nos soportábamos ni un poco. Es divertido y me encanta tener esta extraña relación con él.

Me cambio rápidamente de ropa y hago una coleta con mi pelo para despejar mi rostro. Guardo mi teléfono en mi bolsillo y salgo de la habitación pensando en cual será la sorpresa que Damon me dijo que tenía para mi hace un rato cuando hablamos por teléfono.

-¡Hola prima de mi corazón!

Por poco doy un salto y miro al frente como un animalito asustado -si, Damon me pegó eso-.

Oh por Jesús... esta idiota no puede estar aquí. No no no... ¿Acaso mi mamá enloqueció?

-Katherine -titubeo nerviosa sin despegar mi vista de mi para nada agradable prima mayor.

-La única e inigualable -dice falsamente divertida.

Katherine es muy parecida a mi pero totalmente diferente a la vez. Físicamente somos casi como hermanas, misma estatura, mismo color de cabello -aunque el de ella es rizado-, mismo color de ojos... pero en cuanto a personalidad... joder, ella es un engendro de lucifer.

Siempre se ha creído superior y gracias al cielo dejé de verla hace unos cuantos años... pero ahora está aquí parada frente a mi.

Pensé que mamá invitaría solo a mi tía Gissel y a mi tío Franklin pero al parecer vinieron con la perra que tienen por hija. Y si, quizás piensen que exagero, pero no... Kath es la tipa más insoportable de todo el jodido universo y colma mi paciencia tanto como lo hacía Damon.

Damon, mi infierno personal [Damon & Elena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora