29. Escapando de los sentimientos

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Narra Damon...

Abro los ojos al escuchar el sonido de los pájaros en el exterior.

Parpadeo un par de veces más dejando la luz encandilarme por unos segundos y veo que Elena y yo aún dormimos en mi cama.

Luego del estupendo polvo de anoche, nos arrastramos hasta aquí para dormir agotados. Eso si que fue buen sexo, aunque nuestra primera vez también lo fue.

Me giro sobre mi cuerpo y la veo durmiendo a mi lado sin tocarme ni abrazarme.

Me giro sobre mi cuerpo y la veo durmiendo a mi lado sin tocarme ni abrazarme

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 Eso esta bien, nosotros no somos una maldita pareja. No podemos despertar acurrucados.

Sonrío al notar que ella está babeando su mano. La escena es demasiado tierna y me encantaría tomarle una foto para molestarla más adelante.

Después de todo, tengo experiencia molestando a Elena.

Confieso que anoche me sentí extrañamente bien al hacerle el amor. Bueno, al follarla duro en el sofá. Tener a Elena otra vez fue lo mejor que me haya pasado, lo venia deseando hace mucho,

pero no puedo dejar que esto siga avanzando. No puedo dejar que mis sentimientos se mezclen con mis ganas de follarla.

Lo admito, Elena me gusta, me aterra y sé que eso es un arma de doble filo.

Las mujeres que han estado en mi vida siempre me han terminado traicionado de una manera u otra, y definitivamente no estoy dispuesto a sufrir por ninguna nunca más.

Todavía recuerdo a mis amigos riéndose de mi por estar enamorado de Katherine Pierce, la inalcanzable chica de último año en la escuela -yo apenas tenía 14- que solo me humilló para hacer a sus amigos reír.

Nota de la autora: *Aquí Katherine no es idéntica a Elena. Sólo parecidas en algunas cosas. Después entenderán mejor jajaja usen su imaginación.

Jamás me sentí tan enamorado de alguien como lo estuve de ella, pero la muy perra terminó amarándome semi desnudo a una galería en el gimnasio y acabó con mi ilusión.

Ese fue el detonante para crear mi maldita personalidad de chico malo en la escuela. Desde ese entonces, prometí no volver a interesarme amorosamente por ninguna maldita mujer... Si no fuera porque me encantan y me vuelven loco... preferiría ser gay.

Aunque nadie lo recuerde o lo sepa, yo también fui víctima de bullying, y aunque eso no justifica todo el daño que después le hice a Elena sé que como ella pudo haberse llegado a sentir por mi culpa.

No voy a mentir y decir que me gustó del todo molestarla... bueno, si me gustó a quien engaño.

Pero ahora, al ser un poco mayor pienso... que idiota fui. Pude haberle hecho caso y quizás hoy todo sería diferente.

Vuelvo a mirar a la culpable de todos mis pensamientos y sonrío como idiota. Elena es hermosa... es hermosa y hace que mi corazón se acelere.

Ok. Esto tiene que parar. Esto comienza a asustarme.

Me levanto de la cama muy sigilosamente y salgo de la habitación lo más silencioso posible.

Necesito irme de aquí antes de que Elena despierte y quiera hablar de flores y corazones. Yo no estoy dispuesto a entregarle eso.

***

Narra Elena...

Siento calor y despierto cuando ya no puedo seguir tapada.

Abro los ojos y sonrío al recordar lo que Damon y yo hicimos anoche. Mi cuerpo lo agradece ahora.

Me estiro un poco en la cama y me doy cuenta de que en realidad estoy sola. ¿Dónde rayos se fue este hombre ahora?

Me siento sobre el colchón y me pongo una camiseta que encuentro bajo la almohada. Supongo es el pijama de Damon.

-¿Damon? -pregunto al ver que la puerta de la habitación está abierta.

Al no recibir respuesta, me levanto a regañadientes y camino hacia la sala.

Nuestra ropa aún sigue en el piso y vuelvo a sonreír por eso.

-¿Damon, estás aquí? -pregunto mientras me asomo a la cocina.

Nada. Él idiota me ha dejado sola.

Camino un poco más cabreada hacia la sala de nuevo y encuentro una pequeña nota sobre la mesa de centro junto a los sofás.

Me inclino para tomarla y veo lo que está escrito.

"Anoche fue genial... creo que definitivamente debemos repetirlo. Siento haberme ido sin decir adiós, pero no quise interrumpir tu tierno babeo sobre tu mano mientras dormías.

Gracias por usarme como tu distracción anoche... si quieres repetirlo, aquí te dejo mi número. Nos vemos en casa hermanita."

Damon.

Frunzo el ceño sin saber como debería sentirme. Mi vientre está apretado y mi respiración acelerada.

Ay no... esto comienza a ponerse feo.

Tomo mi ropa, si, mi disfraz de vampira, me visto rápido y salgo del apartamento para ir a mi casa.

En el camino a la parada de autobús observo mi celular y las miles de llamadas perdidas que tengo de Enzo.

Idiota.

Tengo mucho en que pensar ahora, el problema es que Damon ocupa todos mis pensamientos. 

Damon, mi infierno personal [Damon & Elena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora