Damon, mi infierno personal [Damon & Elena]

31. Mía.

Me lanzo a mi cama luego de un agotador día buscando empleo.

Recorrí casi todo el maldito centro de la ciudad entregando papeles y sonriendo como promotora. Espero que alguien se digne a llamarme pronto, definitivamente no quiero vivir con mamá y Giuseppe.

Saco mi teléfono de mi bolso y veo que tengo un mensaje de Damon en Whatsapp.

¿Qué quiere este idiota ahora?

Damon: Si no estás ocupada, me encantaría que vinieras a casa... No quise llamar a Krystal, prefiero pasar la noche contigo 😏😉 Te estaré esperando hermanita... 7:46pm

Alzo una de mis cejas y vuelvo a leer el mensaje.

¿Esto es enserio o es otra jodida broma? ¿De cuándo Damon prefiere pasar tiempo conmigo?

De todas formas no puedo evitar sentirme halagada. Al parecer le quedó gustando lo que hicimos anoche.

Decido no responder el mensaje y corro a darme una ducha. Damon y yo podemos seguir haciendo esto mientras no nos involucremos demasiado.

***

Estaciono el auto de mamá afuera de la casa Salvatore y repaso mi maquillaje frente al espejo superior.

Sonrío dándome ánimos a mi misma y bajo con mi bolso de mano.

Camino dando largos y seguros pasos hacia la puerta de la mansión y abro cuidadosamente con mi copia de las llaves.

-¿Damon? -pregunto apenas entro a la sala.

No hay absolutamente nadie a simple vista, pero el auto de Damon está afuera, por ende, él debe estar aquí.

Camino hacia la cocina y de nuevo no hay nadie.

¿Dónde rayos está ese hombre?

Suspiro cabreada y comienzo a caminar escaleras arriba. De seguro él está en su habitación, o eso espero... Me tomaría un par de horas recorrer cada rincón de esta casa tipo mansión.

Cuando llego a la planta superior, escucho unas voces no muy claras desde la habitación de mi hermanastro.

¿Acaso no dijo que estaría solo?

Mierda, esto ya no me está gustado.

Camino confiada por el pasillo y abro la puerta que no tiene seguro puesto.

La escena con la que me encuentro es la peor.

Krystal y Damon follando como unos malditos conejos.

Carraspeo para que noten mi presencia y ellos se detienen de inmediato.

Los ojos azules y asustados del imbécil de mi hermanito se posan en mi y por poco bota a Krystal para sentarse sobre la cama.

-¿Elena? -pregunta confundido y se cubre con una mano. -¿Qué... qué haces aquí? -jadea y siento asco por seguir parada junto a la puerta observando esto.

Kystal ni siquiera se cubre y me mira maliciosa. Maldita perra... de seguro esto le da mucho gusto.

-Recibí tu mensaje, idiota -resoplo dolida y me doy media vuelta. No puedo seguir humillándome así.

Camino rápido por el pasillo maldiciéndome una y otra vez por confiar en Damon.

¿Cómo pude caer otra vez en sus malditas bromas? Joder soy tan tonta... tan inocente a veces que ni siquiera yo me entiendo.

-¡Elena!

Me volteo y veo que Damon viene corriendo detrás de mi.

-Jódete -digo más que irritada, apurando el paso para que él no me alcance.