Señor Malik

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Casi podía sentir como ella me tocaba, pero trataba de convencerme de que nada de eso era real, quería saltar de la cama y correr hasta Zayn, pero tenía que controlarme y tratar de superar todo esto sin él, no siempre estará para mí, aunque lo prometa. Encendí la luz y un poco de paz volvió a mí, aún seguía en la casa de Zayn, ella ya no estaba aquí, simplemente no era real. Tome un poco de aire y me levante hasta ir al baño, tome un poco de agua y volví a la cama, quería estar con él. Me acurruqué nuevamente en la cama y volví a dormir. Ya nada paso, ella no estaba en mis sueños, mi mente solo descanso hasta que la alarma comenzó a sonar, me estire exageradamente sobre la cama y me levante, ya lista baje hasta la cocina donde me esperaba Marta y Zayn como todos los días.

-Buenos días- salude con una enorme sonrisa, hoy me sentía de muy buen humor.

-Buenos días, jade- respondió a mi sonrisa y siguió con sus correos- mamá llamo para preguntar por la elección de pastel hoy, así que debemos estar listos antes de las 11-añadió dejando todo de lado y observándome mientras tomaba mi café.

-pero tengo clases hasta las dos- respondí confundida.

-Iré por ti antes- no dijo nada más simplemente volvió hasta su celular y en eso se concentró hasta que llegamos a el auto y ya saben que dentro de él siguió en lo mismo.

-Que tengan una buena mañana- me despedí sonriéndole a él y a Marck.

-Nos vemos, cariño-levanto la vista desde su celular hasta mí y me sonrió.

Caminé hasta la entrada del colegio esperando encontrarme con Fernando, pero no se veía aun, así que seguí avanzando, los nervios me brotaron al ver a Lana y a sus amigas observando hasta el auto del que me había bajado y luego dirigiendo su mirada hasta mí, ella sí que parecía confundida y enojada. Temí con que se acercaran a mí, pero nada paso, simplemente se quedaron ahí observando, al llegar al salo sin tener que haber pasado por las torturas de Lana, le agradecí al cielo y fui hasta mi lugar y me senté a la espera de Fernando, quien aún no aparecía, me quede sentada revisando el celular hasta que llego el profesor, el maldito de Fernando aun no aparecía, le había enviado un texto, pero no me respondía de seguro seguía durmiendo. Estaba anotando algunos apuntes cuando alguien golpeo la puerta, me emocione al pensar que sería Fernando, pero no fue así, entro un chico muy diferente a mi rubio amigo, nunca lo había visto en el colegio, piel morena y ojos verdes, observe a todos lados como cada una de mis compañeras se quedaba embobada observándole y me incluía en el grupo, él sí que era guapo.

-Disculpe, me he perdido, soy Alex Beer, soy nuevo- su voz era ronca y se podía notar un poco de acento, pero aun no sabía descifrar cual era.

-Me han informado ya de usted señor Beer, por favor, pase y tome asiento-

Observe disimuladamente el salón y solo había un puesto vacío a mi lado (el que es de Fernando) y otro al lado de Lana, quien había empujado prácticamente a una de sus amigas para desocupar el lugar, para mi sorpresa y la de todos, se sentó junto a mí.

-Muy buena elección, la señorita Jade lo ayudara a ponerse un poco al día- dicho eso siguió con la clase y yo seguí con los apuntes. Él comenzó a hacer los mismo sin emitir ninguna palabra.

Cuando ya eran cerca de las 10.30 (sí, tengo clases muy largas) note como se comenzaba a inquietar.

-¿Cuánto dura la clase?- me pregunto soltando el lápiz y moviendo sus muñecas para descansarlas.

-Dentro de diez minutos acaba-respondí observándolo mínimamente y luego volviendo a prestarle atención al profesor.

- ¿Cómo lo hace para no cansarte, ni aburrirte escribiendo todo esto? - se recargo sobre la mesa y me observo.