Señor Malik

1

-¡Mamá!-

Inmediatamente salte del sofá y me puse de pie. Me había dormido por un instante.

-¿Que pasa mi cielo?- pregunté mientras me estiraba y caminaba hacia él. Su dedo apunto hacia mi bolso y ahí note que mi celular estaba sonando- ¿Que pasa?- dije luego de contestar.

-¿ya estás de mal humor?- preguntó el ruliento tras el teléfono al momento en que soltaba una risa.

-un poco- respondí y reí junto a él. Coloque el aparato en altavoz, lo deje sobre el mueble y tome a Alex en mis brazos.

-¿Te parece si vamos a cenar?- preguntó.

-bueno, pero debo darme una ducha y duchar a Alex igual- respondí tomando el celular y yendo hasta el baño.

-ok, pero abreme la puerta- dijo justo antes de que el timbre sonora. Reí y colgué la llamada.

Abrí la puerta y efectivamente, Harry estaba ahí. Ingreso y lo dejé en la sala mientras duchaba y vestía a Alex, luego lo deje a su cuidado para poder ducharme con más tranquilidad. Cuando ya estuvimos listos bajamos y nos fuimos en su auto, luego de esquivar los fotógrafos, claro. Podrán imaginarse los titulares que habrá mañana, ya que primero ingreso con Mave y luego salgo con Harry. Tremenda puta.

Observé a Alex hacia atrás y este iba durmiendo. Sonreí y le tome una rápida foto.

-no se parece mucho a su padre- dijo Harry mientras me observaba.

-tiene mis encantos- respondí y le sonreí.

-así es- dijo y río levemente- te diré algo, pero no quiero que te enfades- aclaro su garganta, le hice una ceña para que continuará hablando- él se parece a... Malik- dijo serio.

-estas loco- respondí y una risita nerviosa salió. Joder. Era obvio que alguien en algún momento lo notaría. Mave era rubio y sus ojos eran claros, mientras que Alex tenía su cabello oscuro y ojos color miel, como Zayn...
Siempre había evadido esas preguntas  con decir que se parecía a mí, pero Harry no se lo había comprado.

-simulare que te creo- respondió y cambio de tema para mi tranquilidad.

Llegamos a un restorant bastante pequeño, Harry dijo que era para que pudiéramos estar más tranquilo y se lo agradecí, no quería estar rodeada de gente tratando de tomar fotos. Alex se impacientaba demaciado y costaba calmarlo.

-joder- susurro Harry luego de un rato mientras observaba sobre mi hombro.

-¿Qué pasa?- pregunte alzando mi vista luego de limpiar el menton de Alex.

-no voltees, pero creo que deberíamos irnos- susurró y me observo apenado.

Ignore su advertencia y me gire de todos modos. Me arrepentí inmediatamente. Ahí estaba él con la rubia. Vestido impecable, pero con una barba que parecía de varios meses. Me gire inmediatamente al notar que pasaban por nuestro lado. Mi corazón latía a mil por hora y sentía que en cualquier momento me desmayaría. ¿Cómo es que puede seguir provocándome cosas después de todo lo que pasó?

Harry tomo a Alex de su sillita, mi abrigo y me levanto del brazo sacándonos de ahí. Cerré mis ojos para evitar llorar.

Zayn:

Leia una y otra vez la prueba de paternidad en la que decía que él no era mi hijo, luego observaba las fotos que mis informantes tomaban para mi, seguía sin poder creer que diera negativo. Sonreí melancolicamente observando una foto de ellos dos, se vía tan feliz sin mis, mientras yo seguía llorando a escondidas, evitando preguntas de mi madre, evitando las revistas de chismes en las que decía que ella salía con ese muchachito de cuarta y luego aparecían fotos de Mave saliendo de su apartamento.

Estaba tan furioso con ella. Furioso porque se rindió en la primera gran pelea que tuvimos, porque no me amaba tanto como yo a ella, porque si así fuera a lo largo de estos casi dos años me hubiese buscado en que sea una vez, pero no... Nunca más llamo, nunca más la vi. Se mudó lejos y al tiempo después tuvo un bebe que no era mío.

Salí de mi oficina tambaleandome con las fotos de Alex  y me dirigí hacia la que fue nuestra habitación. Luego de que ella devolvió todas las cosas que le envié, volví a dejar todo como estaba antes de que se fuera, cada maldito día de estos casi dos años venía aquí y olía su ropa. Joder es que la extrañaba tanto, la necesitaba tanto junto a mi.

Joder, hasta podría aceptar el echo de que se acostó con ese maldito idiota y tuvo un hijo.

Simplemente la quería junto a mi.

Luego de recuperarme un poco de la borrachera me metí a la ducha dejando que todos sus recuerdos se fueran, me vestí y emprendí mi viaje a L.A. empresas Malik tendría una nueva sede ahí.

-¿Entonces que te parece?- preguntó Gigi mientras caminaba a mi lado.

-no estaba escuchando- respondí y acomode mi corbata.

-podrias por lo menos aparentar que me tomas en cuenta- respondió fastidiada.

-No tengo porque mentirte- dije y apresure el paso tratando de dejarla atrás.

Desde que jade se fue ella no se ha despegado de mi. Creo que la odio más que nunca.

-Pense que este lugar sería más grande- dijo con desagrado cuando llegamos al restaurante en el que nos veríamos con algunos accionistas.

-Que pena- dije y reí de forma burlesca. Río falsamanete y camino delante de mí. Esta mujer se esfuerza mucho para que la note.

Estaba por tomar haciendo cuando la vi. Iba saliendo del restorant con el maldito ruliento. Me disculpé y los seguí. Joder, extrañaba tanto ver su cuerpo.

-Jade- las palabras salieron sin pensar de mi boca. Caminé apresurado hacia ellos para poder alcanzarlos.

-Malik- dijo Harry observandome seriamente.

-Alik- repitió el pequeño en sus brazos. Reí y lo observé fijamente, si no fuera por el maldito ADN les juraría que ese es mi hijo.

Mi gesto cambio cuando ella se giró dejándome ver su bello rostro. Sus labios estaban pintados de un rojo muy fuerte para mi gusto, pero se le veía jodidamente bien. Nuestras miradas se juntaron y el cuerpo me tembló.

-Hola- dije en un susurro nervioso. Trate de avanzar hacia ella, pero Harry la tomo por la cintura pegándole a él.

-¡Zayn! ¡Hasta que te encuentro!- chillo Gigi mientras salía del local. Llego hasta mi tomándome por el brazo y observando con una sonrisa fingida a las personas frente a mi- ¡Mira qué linda pareja hacen!- dijo y quería golpearla, pero eso ya sería demaciado.

-que disfruten su noche- dijo Harry y se la llevó hasta el auto, ella subió sin siquiera voltear. Alex se despidió de mi con la mano mientras Harry lo metía en su sillita. Sonreí y le devolví el gesto.

Y así, con el cuerpo temblando como un niño de doce, observé cómo se iban a toda prisa.