4

140 8 1
                                    

Salí corriendo lo más rápido que pude. Que ella me viera aquí sería una de las peores cosas que me podría pasar. Observe hacia tras y al ver que no me seguía comencé a caminar, pero no sabía donde se encontraba el auto. ¡Genial! ¿Ahora que haré? No podía volver ahí dentro y ni siquiera podía llamar al señor Malik por la simple y estúpida razón de que no tenía celular, ni mucho menos su número. Me abrace a mi misma y comencé a buscar el auto, pero la mayoria eran igual de elegantes y negros. 

-¿Dónde están?- susurre luego de un rato sin poder encontrar el auto. Ya me estaba desesperando, no tenía idea de como volver a casa. 

-¡Jade!- me giré bruscamente y lo vi caminar con apuro hasta llegar a mi-¡¿Dónde diablos te has metido?! ¡Llevo más de una hora buscandote! ¡He perdido de ir a trabajar!- trataba de no gritar pero no le resultaba muy bien y lo único que hacia era que me sintiera aun más mal de lo que me sentía al pensar en que podía estar perdida y sin saber a donde ir. 

-Yo... lo siento...-

-Sólo guarda silencio- susurro mientras se pasaba la mano por el cabello. Parecía más que irritado-¿Piensas quedarte aquí?- preguntó observandome al ver que no lo seguía. 

Limpié mis lágrimas y camine junto a él.

Subimos al auto y Marck arrancó. 

-Necesitaré tu número de celular, no puedes ir por ahí sin decirme, no sabes lo encabronado que me he puesto- claro que ahora podía gritar, estábamos en su auto, la gente de afuera no escucharía. 

Marck subió la ventanilla que nos acercaba a él y todo quedó en silencio. 

- No tengo un  teléfono- respondí tratandome las lágrimas.  Me sentía avergonzada y mal.  Él hacia que todo pareciera cien veces peor.

Me observó y luego observó a la ventana.  Apretó su puño y cerró los ojos, dejando caer su cabeza hacia atrás. 

- No pienses que te has salvado de explicarme porque saliste corriendo asi-

Luego de eso fue todo silencio. Él iba con su aparato ese y por mi parte sólo pensaba y trataba de no seguir llorando.  Claro que no le diré la verdadera razón de porque salí corriendo, creo que tendré que empezar a inventar una escusa. 

Todo fue igual o más silencioso al llegar a su casa, él simplemente me ignoro y se fue hasta su oficina. Fui hasta la cocina y pude ver a Marta preparando la comida.

-¿Volvieron tan rápido?- pregunto observándome mientras iba de acá para allá preparando todo.

Solté un suspiro y me acomode el cabello, abri mi boca para responder pero justo entró él a la cocina.

-¿Qué es esto?- pregunté observando la caja. Por supuesto que sabia lo que era, no era tan ignorante como para no reconocer un iPhone, pero quería saber porque me lo estaba dando.

-Necesitas un celular, y con la tecnología de este se me hará mas fácil encontrarte, no va a ser que se te ocurra hacer otro escandalo como en el centro comercial- camino hasta la nevera, tomo una manzana y se giro a observarme.

Mas que avergonzada baje la vista y asentí con un movimiento de cabeza. Resoplo y se dispuso a salir de la cocina.

-Gracias- susurré tomándolo por el brazo cuando paso por mi lado. Su maldito traje era tan suave. Quizás estoy diciendo esto para ignorar el hecho de que había sentido una corriente al tomarlo por el brazo. Alce no vista y pude ver como su mirada estaba fija en mi mano, su boca estaba semi abierta, pestaño varias veces y luego me observó a los ojos.

Señor MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora