29

70 3 0
                                    

Lo observe fijamente sin poder creer las palabras que habían salido su boca, y de la mía...

Sonrió ampliamente y me abrazo con fuerza.

-Te quiero, te quiero- susurró apretándome con fuerza a él- maldición, si que te quiero-beso mi cuello y lo mordisqueo. Sonreí mas que feliz y pasé mis brazos sobre sus hombros.

Luego de ese momento tan lleno de emociones nos fuimos a la ducha, donde hicimos cualquier cosa menos bañarnos. Salimos a recorrer un poco mientras me iba contando como iban sus negocios y sus dos semanas lejos de mí. Luego de caminar mucho, decidimos que seria bueno pasar a comer, pero no lo fue, en la mesa de alado a la que nos habían asignado estaba sentado el idiota por el cual peleamos en Miami. Observe a Zayn, pero su cara no tenía expresión, parecía que simplemente decidió ignorarlo, suspire tomando valor y decidí hacer los mismo.

-no quiero que lo mires- susurro en mi oído justo antes de que nos sentáramos, asentí con la cabeza y me concentre en seguir su orden.

Tomaron nuestra orden y él comenzó a acariciar mi mano sobre la mesa mientras me sonreía y escuchaba como le contaba de Luna y Alex.

-¿Y que paso con el otro idiota?-pregunto soltando mi mano para recibir nuestra comida.

-Realmente no lo sé, de un día para otro dejo de hablarse con Alex y ya no volvimos a verlo- me encogí de hombros y lo observe probar su comida, reí y tome la servilleta para limpiar una pequeña mancha que había quedado en su barbilla- ¿Qué? -pregunte sonriéndole al ver cómo me observaba coqueto.

-Me gusta que estés aquí conmigo- susurro y volvió a tomar mi mano.

-Me gusta estar contigo-respondí y apreté su mano. Su sonrisa se amplio y seguimos con nuestra comida, entre conversaciones aleatorias y risas, hasta que tomo un gran sorbo de vino y me observo serio. Sabia que algo malo se viene.

-Cielo...-aclaro su garganta y tomo mi mano mientras nos levantábamos para volver al hotel- hoy pensaba llamarte para decirlo, pero ya que estas aquí- soltó una risita nerviosa, mi estomago estaba comenzando a doler- mi fecha de regreso cambio para el 19 de noviembre- se colocó frente a mi cuando estuvimos fuera del restorán, esperando alguna reacción de mi parte. Simplemente no sabia que decir, eso era dos semanas después de lo que había dicho en un comienzo. Dos días después de mi cumpleaños...

-Ok-susurre y observe hacia la calle, la noche nos había alcanzado.

-lo siento tanto, cielo, pero las cosas se han complicado y necesito quedarme mas tiempo- rodeo mi cintura con uno de sus brazos y tiro de mi para comenzar a volver al hotel.

Parecía todo una maldita broma, quería tanto estar con él, todo el maldito tiempo posible, pero supongo que es algo a lo que me debo acostumbrar. Tenia su vida de negocios antes de mí, pensándolo bien, yo también era parte de sus negocios. Rei amargamente en mi interior. Otra vez con estos estúpidos pensamientos. Sacudí mi cabeza enviando toda inseguridad fuera. Pero a quien quiero engañar, estos pensamientos jamás se irán.

(*)

Recogí parte de los papeles que estaban esparcidos sobre el escritorio de Zayn. Por fin había logrado terminar el maldito informe que me atormento por dos semanas. Deje todo limpio y camine hasta la habitación. Necesitaba una ducha.

Miércoles 16 de noviembre y seguía sin poder asimilar que dentro de un día sería un poco más vieja. Luego de volver de Dubái decidí que debería acostumbrarme a quizás estar sin él debido a sus viajes de trabajo. Así que simplemente decidí concentrarme en mis estudios, sin dejar que su ausencia me perturbara. Lo había logrado, casi la mayor parte del tiempo (cuando estaba con Alex y Luna) pero al volver a casa sola, no podía evitar extrañarlo. Extrañar sus manos tocándome, verlo caminar sin camiseta por la habitación, todas las tonterías que decía solo para hacer que me sonrojara. Lo necesitaba tanto, joder.

Señor MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora