Señor Malik

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Zayn:

Sus ojos me observaban con impaciencia, casi podía escuchar sus pensamientos, nuestros cuerpos estaban tan juntos, conectados de una forma tan exquisita, nuestra respiración fluyendo de forma sincronizada, y si había tenido un mal día, ya no estaba, simplemente pensaba en la forma en que nos convertimos en uno, en como ella se volvió parte de mí, en cómo se volvió mía. Tenía el corazón lleno de satisfacción, por mi mente pasaban cada uno de sus gemidos, cada vez que sus uñas se clavaban en mi espalda, cada vez que su cuerpo se retorcía bajo mí. Me quede observándola mientras dormía, parecía tranquila, sus mejillas tenían un lindo color rosa y me hacia sonreír la idea de que eso se debe a mí. Acomode su largo cabello negro, para poder ver su rostro mejor, tenía unas pestañas largas, algunas pecas sobre la nariz y mejillas, unos labios carnosos y a pesar que lucía como un ángel era totalmente sexy y ni se esfuerza por serlo. Cerré mis ojos y disfrute de su calor, acaricie su espalda desnuda y me dormí con el corazón lleno. A la mañana siguiente fui despertado por las niñas saltando en la cama, observe a un lado, pero Jade no estaba en la cama, apresurado tome las sabanas al sentir como Mia tiraba de esta para destaparme. Dios, estoy desnudo.

-Ya basta, bajen a desayunar- les ordene, pero ellas siguieron tirando la sabana- ¡Niñas!- grite, logrando que salieran corriendo. Inmediatamente corrí hasta el vestidor para tomar un buzo. Al salir, jade venia del baño, llevaba el cabello tomado y su camisón, sin que se diera cuenta la abrace por la espalda, haciendo que saltara- buenos días, cielo- susurre sobre su cuello y lo bese.

-Me asustaste- respondió agitada. Se giró entre mis brazos y me quedo observando- buenos días- me sonrió, y les juro que pagaría lo que fuera por verla sonreír. Baje mis manos lentamente por su espalda hasta que llegue a su trasero, la levante y ella enrollo sus piernas en mi cadera- duele- dijo metiendo su cara entre mi cuello y hombro- no pensé que fuera así- añadió y se me erizo toda la piel al sentir su respiración chocar con mi cuello.

-Con el tiempo va mejorando, nena- susurre y la sostuve con una mano, mientras que con la otra acaricie su espalda y cabello.

-Para ti es fácil decirlo- susurro abrazándome por el cuello. Reí y asentí. Olio mi cuello haciendo que me estremeciera completo, mis labios se separaron al sentir como me besaba por todo el cuello- creo que esto se volvió mi cosa favorita en el mundo- susurro acariciando mis hombros, mientras seguía besando mi cuello.

-Está mamá aquí, no me tientes, nena- gruñí mientras nos llevaba hasta la cama. Rio y levanto su cara para observarme, sus mejillas seguían con color. Le sonreí de vuelta y la besé.

-Creo que ya es hora de que bajen a comer- reí sobre los labios de Jade al escuchar a mamá. Ella inmediatamente se bajó de mis brazos y observo a mamá con vergüenza.

-Estábamos en eso, mamá- susurre burlón. Salte al sentir como pellizcaba mi brazo.

-Hare como que no escuche eso-dijo y salió riendo de la habitación.

-¡Zayn!-chillo Jade, observándome indignada, reí y la apreté en mi brazos- que vergüenza- susurro y escondiendo su cara en mi pecho.

-Tranquila, cielo, es normal, estamos casados- respondí riendo, bese su cabello y tome su mano para bajar a tomar desayuno.

Toda mi familia estaba en la cocina esperándonos para desayunar. Mamá, obviamente, hiso sus bromas e insinuaciones sobre él bebe que deberíamos tener. Jade no parecía nada cómoda con la idea, pero eso iba a pasar, esta todo en el contrato. Si, si sé que es estúpido seguir con todo esto del contrato, pero esto nunca fue mi idea, si no que de alguien más, también era la única forma de que pudiera tener a Jade para mí. Cuando mamá comenzó a insistir con la idea del bebe, recordé que ayer no me di el tiempo de usar condón, observe a Jade impaciente, pero ella me tranquilizo con que se toma la pastilla desde los 12. No sabía cómo sentirme con todo eso. Me dolía el corazón de solo pensar en el miedo que ella debía sentir por que algún idiota en cualquier momento podía violarla y nadie haría nada. Me hervía la sangre de solo imaginar a otro tocándola. Jade se fue con las niñas hasta la sala para ver una película, mamá y papá se fueron a hacer no sé que cosa, se darían el día libre de niñas. No fue de mi agrado la idea, pero Jade insistió en que se lo merecían, así que ahora pasarían todo el día junto a nosotros.