Señor Malik

11: continuación

Ya no sabía que creer, como siempre, al parecer, era la tonta de la historia, creyéndome todas esas cosas que me dijo durante nuestra estadía aquí. Con los ojos llenos de lágrimas me gire y fui hasta la cama dejando que se fuera a donde quisiera. Me cubrí hasta el cuello con las sabanas mientras mis lágrimas caían y algo se quebraba en la sala. No quería creer que lo que me dijo era cierto, pero por lo poco que lo conozco ya puedo decir que eso fue verdadero, ni siquiera podía entender porque se había enfadado tanto, solo habían sido unas palabras con el chico y él estalla. Durante un rato escuche como daba vueltas por la habitación y luego se sentaba mientras murmuraba cosas que no podía entender, me levante al baño, esperaba encontrarlo a los pies de la cama para hablar, pero no paso.

''Zayn está siendo un poco idiota ¿puedes volar hasta Miami y llevarme contigo?''

Le escribí a Fernando con la esperanza de que estuviera en línea. Me gire hasta quedar de lado y observe por la ventana mientras esperaba la respuesta de mi rubio amigo. No paso mucho para que respondiera

''Mi avión está en reparación, honey, de no ser así iría por ti sin pensarlo ¿Qué sucede con ese imbécil? ¿Podemos hacer video llamada?''

Sonreí por su respuesta, me levante y fui hasta el balcón, cerré con cuidado para no despertar a Zayn, me senté en la cómoda silla que había y lo llame.

-¡Hey Honey!- chillo observándome muy contento.

-Hola- respondí sonriendo feliz al poder ver su rostro. No es que sea muy cursi, pero ya lo extraño.

-El aire de Miami te ha hecho muy bien, estas muy linda-se acomodó sobre su cama, al parecer, y me sonrió.

-Es toda tan bello aquí, que no puedo creerlo, está lleno de buenas energías, las que necesitaba- reí y me senté al estilo indio sobre la silla.

-Me alegra tanto que lo estés disfrutando, pero ya te extraño- hizo un puchero y se limpió una lagrima imaginaria. Reí y me acomode el cabello.

-Yo igual te extraño mucho, cariño- le lance un beso y levante mi vista al sentir que la puerta que daba a la habitación se abría.

-¿No crees que es tarde para que estés aquí sola?-pregunto un enojado Zayn mientras me observaba desde la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho.

-Solo salí dos minutos- respondí colocándome de pie.

-¡Está ocupada conmigo!- grito Fernando. Abrí mis ojos a lo más que pude y lo observe.

-Nos vemos en la escuela, te quiero- hable rápidamente y corte la llamada.

Zayn se quedó en silencio y entro en la habitación, lo seguí pensando en algo que decir, pero nada salía, sabía que no tenía por qué explicarle lo que hacía con Fernando o con cualquier cosa de mi vida, pero a la vez sentía la necesidad de hablar. Menudo enredó. Camino derecho hasta la puerta.

-Duerme, volveremos temprano- dijo sin mayor expresión en su voz y salió de la habitación dejándome sola y a oscuras, suspire cansada y me fui hasta la cama a dormir. Tenía esperanzas de que esta noche pudiera dormir sin tener que soñar con mamá y/o Dylan, pero no tenía tanta suerte. Lo mismo de siempre, ella me quería llevar, lo único distinto fue que Zayn no vino por mí, estaba sola en la habitación, sudando y con las lágrimas por la cara, ilumine todo con mi celular y me fui hasta el baño, encendí la luz y me encerré ahí mientras lloraba por todos los malos recuerdos y porque él no vino a ayudarme.

Zayn:

Simplemente no sabía cómo ocultar todos mis celos, cada vez que algún hombre se le acercaba durante la apertura o tan siquiera la miraba más de la cuenta, quería sacarle los ojos, ellos no entendían que Jade ahora es mía, no dejare que nadie se le acerque. Sentía tanto las palabras que le había dicho durante nuestra pelea luego de la cena, pero no sabía cómo disculparme y cuando lo intento, la encuentro hablando con su flameante amigo, con esa sonrisa tan bella, que desearía que fuera por mí, que me sonriera con ese amor, que me mirara con tanta confianza, o simplemente con algo de sentimiento. Me quite los audífonos y fui a ver como dormía, pero nuevamente no estaba en la cama, encendí la luz de la habitación para poder ver donde estaba, pero no la veía, volví al balcón pero tampoco estaba, asustado de que pudiera haber escapado revise el baño y ahí la encontré abrazada a sus piernas durmiendo en el suelo, la tome con todo el cuidado que se merece y la lleve hasta la cama, con cuidado de no despertarla la cubrí con las mantas y me recosté a su lado, un suspiro salió de sus labios mientras se abrazaba a mi brazo como siempre. Limpie los restos de sus lágrimas y me quede observándola, era tan frágil y hermosa.