-¿Cómo es que puedes vivir así?- aparto el cabello de mi cara y me observo... Estaba horrible, pero aún así él no dejaba de observarme con dulzura.
-Aprendes a convivir con el dolor...-inhale y trate de levantarme-...se vuelve tu mejor amigo-
Apre...
Mis ojos estaban vendados desde antes que bajáramos del avión, no podía ver nada y era guiada por Zayn, sus manos sobre mi cintura tenían un leve temblor, susurraba cosas que se me eran inaudibles, solo me podía concentrar en mis propios pensamientos, no tenía idea de hacia dónde íbamos y él tampoco, al parecer.
-Nos subiremos en un auto, cielo- dijo mientras nos deteníamos.
-quiero sacarme esto- chille buscando su camiseta y tirando de ella. Escuché como rio y sentí sus labios en mi frente.
-Ya falta poco- me abrazo por la cintura- ahora entra en el auto- me soltó y ayudo para que no me golpeara al entrar.
Me estaba desesperando la idea de llevar esta cosa, pero más me desesperaba que él no me dijera donde vamos, nunca he sido muy buena para las sorpresas. Entrelazo nuestras manos y las dejo sobre su pierna. Durante un trayecto no muy largo jugo con nuestros dedos y luego se detuvo, llegamos. Me ayudo a descender del auto sin decir nada. La piel se me estremeció al sentirlo pegado a mi espalda, con una mano en mi cadera y la otra sacando la venda, pestañé y refregué mis ojos repetidas veces para poder ver bien. Su barbilla estaba apoyada en mi hombro derecho y sentía su reparación chocar con este. Al poder ver bien donde estábamos las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, me gire hacia él sin romper su abrazo y llore en su pecho mientras sujetaba su camiseta con fuerza.
-No llores, cielo- susurro acariciando mi espalda- me alegra que te guste mi regalo de bodas- beso mi cabello y me apretó a él. Alce mi vista y los observe con los ojos llorosos, me sonreía de forma adorable, me coloque de puntillas y bese su mejilla de forma prolongada y sonora.
-No sé cómo podré pagarte todo lo que haces por mí- susurre acariciando su rostro, me sonrió y se encogió de hombros, volví a besar su mejilla y me gire, coloque mis manos sobre las suyas que estaban juntas sobre mi estómago. ¡estaba frente al maldito Big Ben! Zayn cumplió mi sueño y me trajo a Londres sin que lo sospechara. Lo único que quería hacer era seguir llorando y seguir agradeciéndole de por vida. Él hace todo esto por mí de forma desinteresada, ya que no tengo que darle a cambio. Nos quedamos unos minutos observando todo, seguía sin poder creerlo. Tome mi celular y tome una foto, también nos tome una, se la envié a Trisha y guarde mi celular.
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Zayn tomo mi mano y nos fuimos a un lugar, que tenía vista del Big Ben, a comer. Mi rostro dolía tanto sonreír. Él seguía demostrándome que no es una mala persona y que estar enamorada de él no era una mala idea. Recorrimos todo de manera rápida, ya que teníamos que ir al hotel a cambiarnos, aun podía sentir el olor a avión en mí.
-¡Gracias!-chille lanzándome sobre él, cuando entramos en la habitación. Lo abrace por el cuello, llevo sus manos a mi cintura y me levanto un poco haciendo que riera.
-No tienes que agradecerme, cielo. Haría cualquier cosa por ver esa sonrisa hermosa- tomo mi rostro entre sus grandes manos y se me quedo observando fijo. Pestañeo repetidas veces y luego sonrió. Beso la punta de mi nariz y se alejó.