Nuestras manos no se separaron hasta que él tubo que abrir la puerta de nuestra habitación en el hotel. Mis nervios seguían invadiéndome, me sentía sorprendida, porque lo bese y porque él respondió de buena, muy buena, manera. No sabia de que forma debía hablar con él, ¿todo cambiará ahora? Me sentía contenta de una manera casi inimaginable, pero por otra parte estaban mis miedos, miedo a que él solo jugara con esto, algo que es tan importante para mi.
-¿Ordeno algo para comer?-pregunto sin girar a verme.
-Si lo quieres- respondí y me quite el abrigo- me cambiare de ropa, necesito esta mas cómoda- lo ultimo lo susurré para mi. Mientras se quitaba el abrigo se giro a observarme, me sonrió y se acerco coqueto. Me tomo por la cintura y me pego a él haciendo que la respiración se me cortara por un segundo. Desde aquí su rostro parecía aun mas bello y angelical, me dejaba ver sus dientes alineados de forma perfecta mientras sonreía. Nerviosa le devolví la sonrisa y coloque mis manos sobre su pecho, bajo mi mano derecha podía sentir su corazón latiendo fuerte. Sonreí complacida y levante la vista haciendo que nuestros ojos se conectaran, su sonrisa se borro, lamió sus labios y acerco su rostro al mio, tan cerca que nuestras narices se juntaban, mi vista iba nerviosa desde sus ojos hasta sus labios, tome un respiro y me puse de puntillas haciendo que nuestros labios se rozaran y que de sus labios brotara un suspiro, subí mis manos hasta sus mejillas y abrí mi boca para recibirlo. Este beso fue un poco más agresivo, podía sentir su corazón chocar contra mi pecho, sus manos temblorosas que tomaban con fuerza mi espalda y me acercaban a él, me acercaban a la gloria. Al separarnos nuestra respiración estaba agitada, me sonrió de lado de forma coqueta, beso mi frente de formar repetida mientras me abrazaba por la cintura, mis manos estaban en su cuello, mientras disfrutaba de la calidez de su cuerpo y los latidos de su corazón. He encontrado mi lugar favorito en el mundo.
No quería separarme de él por nada en el mundo, pero así tenía que ser... su teléfono comenzó a sonar rompiendo nuestro momento. Sin romper el abrazo tomo su celular y lo contesto llevándoselo al oído.
-Sabes que no son horas para estar llamando y mucho menos en mi luna de miel- dijo de mala gana. Pegué mi rostro a su pecho y absorbí su esquicito olor, acaricio mi espalda y coloco su mentón sobre mi cabeza, no podía escuchar muy bien lo que le decían, pero parecía algo grave, levente mi vista hasta su rostro, su semblante había cambiado totalmente, volvía a ser el dueño de una gran empresa- ¡Cómo no van a poder hacerlo sin mí! ¡Ese contrato estaba prácticamente cerrado, joder! - me soltó lentamente y se puso a caminar por la habitación, parecía cabreado- Esta bien, hablare con ella- corto la llamada y lanzo el aparato al sofá.
-¿Qué ha pasado?-pregunte acercándome a él y abrazándolo por la espalda, puso sus manos sobre las mías que estaban sobre su pecho.
-Promete que no te pondrás triste- dijo mientras se giraba, ahora mis brazos lo rodeaban por la cadera- no haría esto si no fuera una emergencia, cielo- acaricio mi rostro. Me sentía un poco confundida y decepcionada, sabía que tanta felicidad no podía ser cierto.
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Señor Malik
Fiksi Penggemar-¿Cómo es que puedes vivir así?- aparto el cabello de mi cara y me observo... Estaba horrible, pero aún así él no dejaba de observarme con dulzura. -Aprendes a convivir con el dolor...-inhale y trate de levantarme-...se vuelve tu mejor amigo- Apre...