Love is love

Corazón roto

Llegamos al colegio y mi papá pasó por mí, me despedí de las chicas y en el trayecto a casa mi padre me preguntaba algunas cosas.

–¿Cómo te fue hija?

- Nos fue muy bien, la cancha es grande y el entrenamiento muy pesado, realmente vengo muy cansada.

– ¿Quieres que pasemos a cenar algo y me platicas más? - dijo mi padre mostrando interés en querer saber más.

– Si no te molesta preferiría llegar a casa y descansar, mañana tengo clases -  no me gustaba ser tan cerrada y cortante con mi padre, pero realmente no quería hablar con nadie y el estar cansada fue el pretexto perfecto.

- Está bien hija, lo dejamos para después.

- Gracias pa, mejor cuéntame ¿cómo te fue?

Mi padre me fue platicando lo que había hecho en mi ausencia, no logre ponerle demasiada atención ya que mis pensamientos se encontraban en otro lado; llegamos a casa y mi papá bajo mi maleta del auto, al entrar a casa le dije que iría a descansar, le di un beso de buenas noches, tome mi maleta y subí a mi habitación, entré, cerré la puerta, tire la maleta al piso para después  ir directo a mi cama, lo cual no fue tan buena idea porque inmediatamente comencé a llorar y llorar, intentaba no hacer ruido hundiendo mi rostro en la almohada lo cual funcionó, me metí entre las cobijas y continúe llorando  hasta llegar al punto de quedarme dormida.

Al día siguiente cuando desperté aún se veía algo obscuro, tomé mi móvil y eran las 5 de la mañana, así que decidí volver a dormir, cuando nuevamente desperté ya eran las 9 de la mañana o sea ya habían pasado mis dos primeras clases, pero no hice ningún esfuerzo por levantarme e ir al colegio, realmente no tenía ganas de ir, el simple hecho de encontrarme con Vane en el salón y hacer de cuenta que nada pasó entre nosotras es algo que me pone muy mal, era reprimir todo tipo de sentimientos y aún no podía con ello; me encontraba realmente mal, jamás había experimentado un sentimiento parecido simplemente me encontraba sin ánimos, quería que este dolor se fuera.

Comencé a revisar algunos mensajes y vaya que tenía varios, entre ellos uno de mi papá que decía: "no quise despertarte, descansa que te hace falta".

Otros de Mel, Cass y Nat. Comencé a llorar nuevamente, por más que trataba de no hacerlo no podía evitarlo, simplemente los sentimientos eran más fuertes que cualquier otra cosa y así fue como me la pase todo el día, no salí de mi cama más que por un plato de cereal y fue el único alimento que ingerí en todo el día.

De alguna manera desahogarme me ayudaba, pero ese sentimiento volvía a ser el mismo cuando despertaba, era como un hueco, un vacío, una enorme tristeza y... es ahí cuando de repente, te das cuenta de una manera muy drástica que... ya no tienes a esa persona con la que compartías todo, a la que le dedicabas tu tiempo libre, con la que platicabas, reías, bromeabas, salías a fiestas, con la que conociste nuevas personas, con la que te sentías muy cómoda, feliz y hacía de tus días algo maravilloso, que ya no veras esa sonrisa que le provocabas, o esas miradas profundas... pff definitivamente tenía un enorme vacío que no podía llenar con nada.

Para la hora en que llego mi papá me hice la dormida, ya que no quería que me viera así, después de pasar todo el día llorando mi aspecto no sería el mejor; tocó la puerta de mi habitación y no respondí, después de unos segundos abrió un poco la puerta y solo lo escuché decir:

– Mi pequeña, se que en ocasiones no tengo mucho tiempo pero procuraré estar ahí cuando me necesites.

Escuche un suspiro, cerró la puerta y se fue.