5:00 p. m.
¡Qué flojera! No he hecho más que dormir y temblar rememorando el horrible episodio de ayer. Además, que rabia que mi corneta en reversa se recontra dañó. Mañana veré dónde consigo otra. ¿Cuándo se dará cuenta mi papá que le quité la corneta a su escarabajo?
Y a todas estas, la niña fastidiosa esta, ¿desde hace cuánto está aquí?
—¿No es raro que nadie más haya visto el carro azul?
Sí Luisa, es raro, pero, ¿acaso tengo la culpa de la ceguera de los que me rodean?
—El carro azul, ¡existe! No sé por qué nadie lo ha visto, pero existe, no estoy loca.
—Eso es lo que un loco diría.
Ya está la mocosa está dándosela de lista. De verdad es frustrante que nadie más vea el carro azul.
—Lauren, la vida es relativa. ¿Qué es cierto? ¿Puedes tú decirlo? Yo misma puedo no existir y ser solo parte de tu universo paralelo. Todo esto puede no ser, y tú solo estar amarrada a una camilla con una camisa de fuerza. Lauren... ¿Si quiera existes?
¿Y si estoy loca, y si la mocosa tiene razón? Hay un carro azul que me persigue desde el primer día que salí a las calles con mi carro, y nadie lo ha visto. ¡Estoy loca! ¡Luisa no existe! Es una mocosa que apareció en mi vida, no conozco sus padres, siempre simplemente se aparece en mi puerta. ¡Dios! ¡¿Desde cuándo se me habrán salido los tornillos?!
¿Y ahora de qué se ríe la mocosa de tu imaginación?
—Me gusta tanto jugarte estas bromas, siempre caes Lauren. ¿De verdad tienes veinticinco años? Amo ser tan intelectualmente madura.
Muérete mocosa sin dientes.
—Ya no te molestes. Hagamos algo por cambiar la dirección que tomó tu vida este año y que ha empeorado estos últimos días. Diciembre es una época de amor y paz.
—¡Amor y Paz! En Diciembre hay más muertes y suicidios que en el resto del año. ¿No sabías eso, niña genio?
—En teoría es amor y paz, pero este año ni hallacas comeremos, como sea ya le hice mi carta al niño Jesús.
—¡Qué! ¿La gran mini genio que nadie nunca conocerá, cree en el niño Jesús? Ya lo he visto todo.
—¿Por qué no eres igual de directa con el resto del mundo? Al parecer solo tienes pantalones para insultar a niñas de diez años. Y claro que no creo en el niño Jesús, pero, ¿crees que voy a dejar ese ingreso de regalos? Mis padres siguen de ilusos creyendo que soy un alma inocente, y si eso me trae un celular este año, no los desmentiré.
—Eres una rata.
—Y tú una fracasada. Ahora, vamos a buscar ese carro azul, alguien más tiene que verlo.
—Son las cinco de la tarde, no tengo ganas de salir. Además, por si no lo notaste, detesto manejar.
—Lauren, no puedes dejar que los nervios te venzan. ¿No quieres confirmar que no estás loca?
—Algo más te traes entre manos.
—Claro que nop.
Solo quiero seguir rumiando mi miseria, pero no es mala idea que la mocosa vea el carro azul, podría contarle a mis padres y ya dejarían de estar buscándome un psiquiatra, ellos creen que no los vi pidiéndole a la señora Flor el número del loquero que atiende a Marcos.
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¡Cuidado! Loca al Volante
HumorLauren pensó que era una buena idea comprarse un auto, pero no contó con su talento nulo para manejar, ni que en su lucha por aprender se conseguiría con un auto azul cuyo único objetivo es arruinar su día a día. Harta de la tragi-comedia que es su...