¡Cuidado! Loca al Volante

Martes. 14 de febrero. Epílogo

8:00 a.m.

No es que sea malagradecida, creo de verdad que persona más humilde y conformista no puedo ser... ¿Cierto? Pero es que esto de estar desayunando arepa de cambur verde sancochado todos los días ¡No es de Dios!

¡Me estoy poniendo flaca! Y eso ni en mis mejores sueños ocurría. Lo peor, yo no quiero estar flaca ¡Quiero comer! Aw, una empanadita bien grasosa, o en este día un buen chocolatote ¡Yumi!

—Buenos días Lauren ¿De dieta?

¡Agh! ¡Ella! La odio, como la odio.

—Querrás decir en la dieta que nos impuso Maduro. —Sí, Lau sonríe. —¿Se te ofrece algo Linda?

—Vine por estos reactivos, los necesito con urgencia en el laboratorio. Por cierto. ¡Feliz día del amor y la amistad! ¿Esperas muchos regalos el día de hoy?

Amaría vivir en una sociedad donde sea normal responder con un golpe en la nariz a preguntas tan idiotas como estás.

—¿Tú que crees?

—Ja, ja... Que no.

¡Desgraciada! ¡Abusiva!

—Por favor, de verdad necesito esto con urgencia.

¿Un palo en el trasero?

—Yo misma te lo llevaré al laboratorio.

—Ok, Bye.

...

Detesto a esta copia barata de Catnis Everdin.

Ay, sí. Soy alta, delgada, me veo bien sin maquillaje y de paso soy inteligente. Es decir, quítenle todo eso y... y... Sí, Ok, lo admito, quedaría una versión de mí, pero al menos yo tengo mi personalidad escondida atrayente.

¡Agh! ¿Acaso no sería un poquito justo que al entregarle los ácidos que pide mi pie se enreden y terminé echándoselo en la cara?

A todas estas... ¿Cómo se le ocurrió a Jared a ponerme a trabajar en el almacén de los químicos? He demostrado ser una ciudadana desquiciadamente peligrosa, sino pregúntenle a José que no ha recuperado el color pupú con sangre de su cabello.

—¡Lauren! A trabajar más y soñar menos... ¿Qué nueva cosa asquerosa estás comiendo?

Ah no, es decir, ya basta, está bien que mi arepa de cambur verde sancochado no luzca muy apetitosa pero no la llamen asquerosa, no saben lo mucho que me costó hacerla. Fue divertido ver como Adan salió rodando por el barranco con el racimo de cambur, fue divertido pero trabajoso.

No sé cómo llegaste a pensar que trabajar con Jared sería como estar en un musical de Broadway. No me he visto el primer musical, pero bueno... la cosa debe ser algo mágica, supongo.

—Tape eso si no se lo va a comer, y vamos que tenemos trabajo.

Mi nuevo jefe ha logrado que sueñe con que la albóndiga me vuelve a contratar, así de idiota es...

9:00 a.m.

Cochina jefa de recursos humanos, yo solía estar aquí en las oficinas lindas y no abajo en ese depósito con ese ánima en pena que a veces dudo que sea real. Estuvimos aquí ¡Tres semanas! Tres preciosas semanas y luego para a fuera.