EXO's Phone Gallery ↪ EXO

36. Sehun

—Necesitas mantenerte quieto o todas tus heridas empeoraran.

—No creo que vayan a ser peores que las que tú me dejaste.

Luhan no paraba de moverse, quejándose ante todos mis intentos de curar aquellas lastimaduras que el idiota de la pelea le había causado. La valentía que había mostrado en algún punto llegó a encantarme y aunque fuera extraño, hacia que deseara a mi ex novio un poco más. Quizás no estaría tan mal que siguiéramos juntos, sabía lo mucho que Luhan me amaba y no parecía tan débil por lo que el dolor que yo podía causarle quizás no sería tan letal para él como creía antes.

Sin embargo algo en sus ojos, en su forma de mirarme era diferente, ya no existía esa dulzura e inocencia que lo caracterizaba y que tanto me irritaba antes porque sabía que será muy difícil alejarlo de mí. En cambio huía de cualquier contacto que podría proporcionarle.

—Quítate la camisa para que pueda terminar, necesito saber que no te ha roto nada.

Pensé que se resistiría pero accedió sin ninguna queja, dejando su remera a un lado. Recorrí su cuerpo con la mirada, aquel pálido pecho, sus pezones que antes se endurecían ante mi mínimo toque pero sin embargo algo llamó más mi atención y fueron aquellas marcas en su pecho, una que supe que yo no había realizado.

—Deja de mirarme, me incomodas, Sehun.

— ¿Quién te ha hecho eso? —pregunté horrorizado, nadie tocaba lo mío. — Dime ahora mismo quien te lo ha hecho.

—No es algo que te importe.

Luhan tomó su camisa, colocándosela rápidamente sin dejar de mirarme con furia.

— ¿Qué te ha sucedido? Te convertiste en una puta tan rápido...

— ¿Yo puta? —preguntó, soltando una risa sarcástica. — Tú eres quien salió a buscar mujeres apenas terminamos e incluso mientras estabamos juntos y no vengas a llamarme de ese modo de nuevo porque ya no soy el mismo, ya no voy a rogar por un amor que no existe cuando puedo ser tratado como merezco y ser correspondido.

Sus palabras me molestaron aun más y no dude en lanzarme sobre su cuerpo, atrapando sus labios en un beso que fue correspondido, mis manos viajaban por su espalda debajo de la camisa, oyendo sus jadeos pero un empujón de su parte me detuvo. El chico frente a mi limpió sus labios con asco, poniéndose de pie y mirándome con el mayor desprecio que alguna vez podía haber notado en sus ojos.

—No vuelvas a tocarme. —dijo, saliendo de allí y por más que intenté detenerlo no lo logré.

¿Qué había hecho con Luhan? ¿Cómo podía haber sido tan idiota como para dejarlo ir cuando este me amaba?

Volví a mi habitación totalmente resignado y enojado conmigo mismo. Debía saber que sucedía con Luhan y alejarlo de aquel chico que se estaba robando lo que era de mi propiedad.